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Los rayos de sol me pegaban en el rostro y maldije a todos los dioses por no tener la cortina cerrada.
Hoy no desperté con Jennie en brazos, no, más que eso... estábamos desnudas. Y lo recuerdo perfectamente, tuvimos una noche de placer luego de que Rosé se vaya con Lisa a un restaurante, oh Dios mio lo disfruté muchísimo desde la última vez.
Me senté en la cama y me retiré a la vez que mi columna sonaba como si se estuviese rompiendo de a poco, no dolía, pero si se me relajaba mucho la espalda. Ahora la cadera no me dolía, tal vez porque ahora era la cuarta vez que tenía algo grande dentro de mí y por arte de magia ya se acostumbró.
Unos brazos rodearon mi cintura y me atrajo hacia ella. Amaba que me trate como si fuera una bebé y me proteja como lo haría una mamá. Me obligo a sentarme encima de ella también se sentaba en la cama.
- ¿A dónde crees que ibas hermosa? -Me acercó más hacia ella hasta pegar nuestras partes íntimas y me besó la frente-
- Me estaba estirando Jen. -Rodé mis ojos- Mis huesos son muy ruidosos ¿verdad?
- Si, al igual que tú la noche anterior.
- ¡Jennie Kim! -La miré indignada y solo rió, negué divertida-
- Solo bromeaba, amo cuando sacas tu gemido interior. Es muy sexy y me vuelve loca. -Sonrió y luego me besó-
Su lengua acarició mi labio pidiéndome la entrada, abrí mi boca para encontrarme con su dulce lengua y empezar una batalla la cual yo gané después de mucho tiempo. El aire nos faltaba y nos separamos pero yo quería más, no la dejé respirar porque introduje mi lengua en su cavidad bucal para explorar con mi lengua los dulces lugares que no pude.
Mordí su labio y trace un camino de besos hasta su cuello. Dí pequeños chupetones y luego lamí para aliviar el dolor. Escuchar los leves gemidos que salían de su boca me prendió interiormente de alguna manera, hasta que mi vagina comenzó a palpitar, al igual que el miembro de Jennie. Parece que ambos estan algo contentos por salir, más el amiguito de Jen.
- Princesa si sigues asi vas a despertar otra cosa que mis ganas de follarte ahora mismo. -Me obligó a frenar y sonreí cínica, me gustaba verla asi tan...¿sumisa?-
- Esta bien -Besé sus labios por última vez y me levanté de la cama para tomar ropas nuevas e irme a bañar-
- Que linda vista que tengo. -Se mordió el labio y continuó viendo mi trasero- Uh la la~
- Eres igual de pervertida que Yugyeom, no me sorprende.
Cerré la habitación y me fui a dar una ducha rápida. Al terminar me cambié en mi habitación pero para mi mala suerte Jennie ya no estaba, obviamente que sus ropas tampoco.
Cuando terminé de cambiarme bajé rápidamente y Rosé estaba tomando un café, es raro que no me haya avisado de levantarme porque eso es lo que hace siempre, si no es con gritos es con sartenes, toda una loca.
