Diabolik Lovers: 3 novias sacrificio [Cancelado]

Capítulo IV

Sofía PV:

Voltie rápido, sentí una mano fria que sujetaba mi muñeca y me pasó un escalofrío como si un fantasma me hubiera atravesado.

Shuu: Te tengo... - dijo de forma juguetona.

Sofía: ¿¡EH!? - el chico rubio me sujetaba y parecía que no pensaba soltarme - Vale, me rindo, llevame con los demás - habia decidido "rendirme", en ese momento no teníamos oportunidad de escapar.

Shuu: ¿Eh? ¿En serio? ¿Así de fácil? Bah, supongo que me equivoqué contigo - lo que dijo el chico me extrañó pero no pregunté.

Caminamos. El aún me agarraba de la muñeca con una extraña delicadeza. Estabamos lejos de los demás, nos quedamos en silencio hasta que yo hablé.

Sofía: Ustedes no son normales, ¿verdad?

Shuu: ... ... ... ... - el chico me miró de reojo pero no dijo nada. No quise insistirle.

Shuu: Reiji les explicará luego... ¿En serio no piensas escapar?

Sofía: No creo poder hacerlo, además no voy a dejar a Mia y a Laura.

Shuu: Te podría dejar ir...

Sofía: No te creo, y aunque lo hicieras, no aceptaría.

Shuu: ¿Qué? ¿Por qué?

Sofía: Ya te lo dije. No voy a dejar a Mia y a Laura.

Shuu: ¿Tanto te importan tus amigas?

Sofía: Por supuesto, ¿acaso no tienes amigos?

Shuu: ¡Callate! Tu no sabes nada de mí - parecía que lo que le dije lo molestó. No dije nada.
Soltó mi brazo y lo miré extrañada.

Shuu: Se que no huirás - tenía razón.

Caminamos un poco más. Todos los Sakamaki excepto por Reiji se encontraban allí y junto a Mia y Laura nos veían llegar.

Laito: ¿Por qué no se teletransportaron? ¿Acaso quieres pasar tiempo con ella? ¿Por qué la traes tú? ¿Dónde está Reiji? - dijo en tono burlón.

Shuu: Tch, que molestia.

Laito: Jajaja. Es divertido molestarte, Shuu.

Shuu: ... ... ... ...

Sofía: Y... ¿Ahora qué?

Shuu: Debemos esperar a Reiji...

Reiji: ¡Shuu! ¿Por qué la tienes tú? Se supone que yo iría por ella - Reiji apareció de la nada.

Shuu: ... ... ... ... - Shuu evadió su pregunta.

Reiji: ... de acuerdo, entremos.

Todos entramos a la mansión, Laura en los brazos de Ayato, Mia sujetada de la mano de Subaru -Subaru la había vuelto a agarrar ya que Reiji se lo pidio para que no escape- y yo entre por mi misma, aunque Shuu sabía que no escaparía, no se separó de mi lado.