Capítulo XXXIX.

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Todo acaba mañana.
Sábado 17 noviembre.

Luego del llegar al hotel, subieron de nuevo a la habitación

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Luego del llegar al hotel, subieron de nuevo a la habitación.


—Adelante, pasa.

—Gracias. —James sonrió.

Michael al cerrar la puerta detrás de él, tomó a James y lo aventó hacia la pared para sujetarlo del cuello.

—¿Qué diablos te pasa a ti?—preguntó James extrañado.

—¿Ahora yo soy el extraño?—rió—¿Qué puedes decirme de esto?—le enseñó la fotografía.

—Es una fotografía. —Michael apretó más el cuello de McAvoy— Está bien, salimos tu esposa y yo, ¿Cual es el maldito proble..?—Michael le dió dos puñetazos.

James lo empujó hacia atrás con su pierna haciendo que se cayera para el poder defenderse.

—El maldito problema es... ¿Porqué mierda sales tú ahí?, ¿La conocías?—se levantó.

—Si, la conocí, pero solo eran cuestiones de trabajo, Michael. —lo golpeó en el estómago, Fassbender cayó arrodillado y McAvoy tuvo tiempo para desquitarse como él lo había hecho, hasta hacerlo sangrar para después ir en busca de su arma.

Michael al ver que le dió la espalda, volvió a tomarlo y empujó a James para volver a tomarlo del cuello, pero esta vez apuntaba con su arma la cabeza de James.

—No quiero hacerlo de esta forma, McAvoy.—las respiraciones de ambos eran agitadas—Solo dime la verdad.

—Esa es la maldita verdad, ¿Me crees tan sinvergüenza como para primero matar a tu esposa y luego ayudarte a buscar el culpable?, ¿Quién sería tan idiota?—rió.

Michael tiró su arma y soltó a James.

—Tienes razón, no estarías aquí si fuera necesario. —rió, luego quitó la peluca de James— ¡Vaya!, Te está creciendo el cabello, interesante. —sonrió.

—Uso un tratamiento de crecimiento rápido. —le guiñó el ojo.

Estaban tan cerca uno del otro, sus labios rozaban y podía sentir la tensión sexual que se tenían ambos.

—Demasiado incómodo el ambiente, ¿No?. Juro por mi vida que podría tener sexo contigo ahora mismo. —rió.

—Eres un maldito estúpido imbécil demente..—hizo una pausa para después besarlo con desesperación.

—Agente Fassbender, debe de cuidar su vocabulario. —respondió, luego de que Michael lo tirará a la cama.

—Scheiß drauf. [A la mierda.] —dijo en alemán, a lo que a James se le hizo excitante y mordió su labio.

Michael se desvistió completamente y ayudó a McAvoy a hacerlo, para después levantar las piernas del ya antes mencionado y colocarlas sobre sus hombros. Comenzó a moverse, sacando su miembro y volviendolo introducir en su compañero, mientras esté gemía con fuerza cada vez más.

—Michael... —gimió. Michael empujó dentro de James con mayor fuerza, haciendo que éste se agarrara de las sábanas.

—Debí de traer un maldito lubricante, sabiendo que tú miembro era grande y me rompería el culo por completo. —trató de respirar.

Michael rió, para volver a besarlo.

—¡Maldito hijo de puta!—dijo contra sus labios.— Nadie me había follado tan bien cómo tú.—clavó sus uñas en la espalda de Fassbender, haciendo que este gruñera.—No me creerán que me ha follado el agente estadounidense Fassbender, es jodidamente épico. —rió.

—Lo sé, pero lo que pasa en Berlín, se queda en Berlín.... —respondió Michael concentrándose en aquellos ojos azules.

James está más que feliz, estaba jodidamente fascinado con Michael dentro de él, tanto que decía cosas sin sentido alguno.

—Todo esto acaba mañana. —susurró en el oído de Michael.













 

Bienvenido a Berlín.  -Fassavoy.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora