Capítulo-4: Un pequeño tour.

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Sandra se despertó a la mañana siguiente extrañamente descansada, hacía mucho que no dormía tan bien, aunque luego recordó lo que le había echo Frost y todo encajó, el conjuro le había echo dormir sin sueños, sin pesadillas.
Giró la cabeza y vió un montón de ropa gris doblada sobre una mesita en el centro del cuarto donde se encontraba. A parte de esa mesita, en el cuarto solo había un escritorio, una silla, una estantería pequeña y un armarito empotrado.

Se levantó de la cama y se dirigió hacia la pila de ropa. Mientras cambiaba su ropa de el día anterior por esta, comenzó a organizar los echos acontecidos por la noche. Se propuso averiguar todo sobre dónde estaba y quiénes eran los Cazadores. Se dirigió hacia la puerta, pero antes de que llegase a ella, esta se abrió dando paso a una mujer vestida con una túnica gris, muy parecida a la que llevaba ella. La mujer la examinó detenidamente, como si estuviera asegurándose de que llevaba correctamente puesta la túnica. Una vez pareció satisfecha, la miró a los ojos y comenzó a hablar.-Buenos días señorita, soy Cara, y soy la encargada de guiarla hoy y enseñarle todo lo que debe conocer de La Capilla. Si me sigue, podremos empezar.-
Sandra la siguió un poco asombrada, ya que había tenido la impresión de que la chica (Cara, se corrigió mentalmente), no iba a hilar dos palabras seguidas.
Cara comenzó a hablar desde el primer momento en que salieron de la habitación. -A nuestra espalda están los dormitorios de las aprendices, chicas, obviamente, no las juntamos con los chicos hasta que son mayores de edad y pueden decidir. Tú eres una excepción, porque eres la Protegida del Shinigami.-

Llegaron a un cruce del que salían otros tres caminos. Cara señaló al de la izquierda.-Este pasillo de aquí, lleva a la Sala del Consejo, y a los dormitorios de sus representantes. La entrada está terminantemente prohibida a no ser que seas convocada.-Señaló al de la derecha-. Este lleva a la zona de entrenamiento, no te preocupes, tendrás todo el tiempo del mundo para usarla-. Señaló al de enfrente. -Ese camino lleva al resto del complejo, es todo un laberinto, y no hace falta que te adentres en él, todavía no al menos, así que no te aconsejo que entres ahí con una cualificación inferior a aprendiz-.

Dicho esto, la mujer se dio la vuelta y, haciendo un gesto para que la siguiera, se adentró por el pasillo que llevaba a la zona de entrenamiento. Pasaron por delante de muchas puertas, y a penas se cruzaron con unas cuantas personas.
Al cabo de un rato caminando, llegaron a una sala enorme donde había muchas personas jóvenes realizando todo tipo de actividades y entrenamientos físicos. Un grupo hacía flexiones mientras el que parecía su entrenador las contaba en voz alta, ya iban por la 359. Otros practicaban el combate cuerpo a cuerpo, tanto con las manos desnudas como con todo tipo de armas blancas. En uno de los extremos de la estancia había unas cuantas dianas y la gente hacía tiro en ellas con gran variedad de arcos, cuchillos arrojadizos, dardos...
Su guía de volvió hacia ella y empezó a hablar.-Este es uno de las principales estancias, en ella se practica prácticamente todas las actividades físicas que se necesitan, en las aulas que hemos dejado atrás, se imparten las clases teóricas, no me pongas esa cara, si creías que te habías librado de la escuela, te equivocabas. Las clases de echiceria se imparten un poco más adelante. Hablando de lo cual, el jefe me pidió que te examinaran para ver qué tipo de magia tienes. La verdad es que a mí también me apetece saberlo, emanas una cantidad de poder que impresiona.-Dicho esto, se dió la vuelta y siguió caminando, dejando a Sandra dándole vueltas a lo que acababa de decir. Ella nunca había sentido nada especial en su interior nunca, aunque sí que se le iba la cabeza muchas veces, pero eso lo había achacado a su personalidad, o puede que fuesen las dos cosas, ¿Quién sabía?

Caminaron un rato más hasta llegar a una habitación en la que solo había una mesa y dos sillas, a demás de otra puerta en el lado opuesto de la habitación.

Su guía se adelantó, tomó aire y-¡Simón, que haces que no estás ya aquí, pedazo de vago, que tienes un oído muy fino, sabes de sobra que estoy aquí!- La puerta al otro lado de la habitación se abrió y salió un hombre de unos cuarenta años, con una cuidada barba negra y la capucha ceñida a la altura de sus ojos, impidiendo ver la parte superior de su cabeza. Cuando habló, lo hizo con una voz profunda, grave, que reflejaba autoridad y poder.-Cara, te he dicho mil veces que no debes gritarme, y que yo atiendo cuando puedo, no soy esclavo de nadie, pero la verdad, cuando he oído la respiración de la nueva aprendiz, y he sentido su poder, no me he resistido a verla. Ven niña, y no te preocupes, no voy a hacerte daño, lo único malo que podría hacerte es escucharte a escondidas, y no es algo que me guste hacer-. Sandra se aproximó a la mesa y se sentó el la silla que le había indicado el hombre. En cuanto se hubo sentado, el hombre le tomó de las manos y comenzó a susurrar un leve cántico, que, lejos de alterar a Sandra, la empezó a relajar. En ese momento, los ojos del hombre empezaron a brillar, en su rostro se dibujó una sonrisa mientras sondeaba su magia, pero de repente algo cambió. La cara de Simón tornó en una mueca de sorpresa y sus ojos se oscurecieron. De repente, Simón soltó las manos de Sandra, echándose hacia atrás, intentando alejarse de ella, mirándola con miedo. Tardó un poco en serenarse, y cuando lo hizo miró a Cara con la preocupación reflejada en su rostro.
-Esto no es bueno, nada bueno, debemos hablar con el Shinigami, y hay que evitar que el Consejo haga preguntas sobre esta chica. Por ahora, llévala con La Guardia. Esto es muy malo...- Sandra empezaba a asustarse. Cara, dándose cuenta de ello, le preguntó a Simón qué era lo que había visto. Este miró a Sandra a los ojos, llegó se giró hacia Cara y habló.-Posee magia oscura, pero no cualquier magia oscura, es la magia de los nefilim de las Sombras-.

Luz y oscuridad, ambos iguales, ambos distintosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora