El chico del cuarto de lado

Semana de pruebas

En mi reinaba el frío y los nervios, venían la semana de pruebas de la secundaria, no son muy esperadas pero es la semana donde hay que estudiar para sacar buenas calificaciones y demás
-odio este semana- réplica mi conciencia día tras día.
Pero mi corazón me hace recordar que es la semana en donde le puedo hablar a James, y donde el tiempo se pasa despacio y solo puedo estudiar y ayudarle, pero son solo pensamientos que rondan en mi cabeza.

Es de mañana y tengo puesta mi pijama, me dirijo hacia el baño por el aquel largo pasillo cargo mi toalla y mis cosas de aseo personal y voy por el pasillo y veo acercase a alguien que sale de prisa de las duchas, sí James Dilaurentis con una toalla alrededor de su cintura y sin camisa, mis ojos se despiertan rápido y se cruza una pequeña mirada entre nosotros pero el solo baja la cabeza y sigue caminando, yo me concentró y sigo en lo mio. Después de bañarme y alistarme, salgo de mi habitación y me dirijo hacia el comedor de la secundaria pues me lo encuentro por segunda vez.
-Estudiaremos hoy- dirigiéndose a mi
-Pues si necesitas de mi ayuda sí- le respondo seco y cortante

Dejamos de hablar y cada quien se dirige por su lado sin decir nada después del otro.

Término de desayunar y voy del regreso al cubículo de habitaciones, entro a la mía me cepillo los dientes, me peino, alistó mis cosas y me dirijo a la secundaria, que día tan cansado será hoy, solo dejo pasar las horas tan rápido como pueda hasta la hora del almuerzo.

Llegando al comedor para el almuerzo me lo encuentro, sus ojos con los míos el deja salir una risa de vergüenza y yo levantó mi ceja izquierda y después dejo salir una pequeña risita, -es tan hermoso- piensa mi conciencia, pero tan rápido como fue eso así paso la hora de almuerzo y todo mi día en si.

Salgo de clases y lo único que quiero hacer es dormir pero se que no puedo porque tengo que estudiar, no puedo bajar más mis calificaciones sería un fastidio.

Me dirijo hacia la biblioteca para estudiar donde por casualidad me encuentro por tercera vez a Señor Dilaurentis trato de que no me vea porque si estudio con el su belleza podría distraerme, trato de esconderme y al intentarlo escucho
-Kaled, venga acá,- dice un amigo con los que esta James

-Si, si acércate,- réplica un segundo

Me acerco lentamente y con mi celular en la mano, para ellos vean el desinterés que tengo de no estudiar con ellos, pero en eso James dice

-Dijiste que me ibas ayudar-... me ve serio tratandome intimidarme, -lo recuerdas-

-claro que lo recuerdo,- le respondo

-que estas esperando- dirigiéndose a mi

No me queda de otra, tendré que sentarme aquí y escuchar comentarios heterosexuales todo el rato, aunque James lo haga no deja de ser lindo, trato de centrarme en lo mío, cuando James me dice -me explicas- viéndome fijamente a los ojos, -por favor.

No me queda de otra esa dulce cara hace que mi corazón se debilite y no pueda decir que no

-ok, que no entiendes,- le replicó seriamente sin que se me llene el corazón de dulzura
-la parte de las diferencia de tipos de oraciones- me ve con cara dulce y sonrisa vergonzosa, -si se que debería haberlo entendido en clase pero no preste atención,-
Sólo lo veo fijamente y le respondo -eres un desastre- y le quito la mirada
Es jodidamente hermoso réplica me conciencia cada vez que lo miraba a los ojos, esa noche le explique todo lo que sabía de la materia, el me agradeció y de ahí nada más, no entiendo como la gente puede ser tan linda y distante al mismo tiempo, no lo comprendo el es tan misterioso y eso me gusta, porque me atrae lo imposible, y el es mi imposibilidad.

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Nota del escritor: Que ancias de ver que hay gente que le está gustando, muchas gracias enserio por leer.
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