¡No despiertes al monstruo! ♡Yoonmin♡

El monstruo quiere dormir

Habían pasado 98 días, 5 horas y 45 minutos con 23...24...25...26..segundos, eran cuentas exactas sin paso a  equivocaciones, él contó el tiempo desde el día uno. El tiempo que pasó era el calvario más grande que cualquier persona  podría  soportar, le dolía hasta la médula y con cada milésima de segundo crecía en él la ansiedad y necesidad. Más cuando su precioso novio se paseaba por la casa con ese short de pijama corto, que se acentuaba a la perfección en sus caderas aún ligeramente grandes. 

Jimin en cambio distraído y sumamente cansado mecía al pequeño renacuajo en sus brazos, su bebe estaba por fin listo para dormir y eso era algo que agradecía mucho porque muy pocas veces pasaba. Min Jihoon era el bebé mas gruñón e hiperactivo del universo, con tan solo tres meses de nacido ya había mostrado el fuerte temperamento que por herencia tendría, era como si el pequeño bebé con piel pálida y ojitos de gatito hubiera sacado lo peor de sus padres; Jimin era un modelo activo y enérgico, mientras que Yoongi un empresario prometedor que tenía la tendencia de ser gruñón y sarcástico con un libido elevado. Así que no era de admirarse que su hijo fuera un inquieto niño incapaz de dormir más de dos horas. 

Jimin acostó al bebé en su cuna, sonrió al ver que tendría por lo menos dos horas para poder dormir y no era que él se la pasara cargando al pequeño, no, era mucho más complicado que eso, a Jihoon le gustaba "platicar"  balbuceaba y esperaba que alguien le respondiera, sino lo hacían esa pequeña bola de carne de 4kg se convertía en un monstruo aterrador, salió de la habitación dejando la puerta ligeramente abierta y camino hasta su actual pareja. 

-Se durmió -dijo mientras se sentaba en su regazo, a veces a él también le gustaba ser mimado 

-Siento no poder hacerlo yo, pero al parecer él prefiere dormir en tus brazos y comer en los míos 

Jimin sonrió mientras suspiraba -Es un niño peculiar, de verdad no quiero saber como será a los tres 

Yoongi beso la frente de su novio, él era un hombre confiado y muy seguro, no dudaba en conseguir lo que deseaba y una de esas cosas fue Jimin, lo conoció en un famoso bar hace dos años, al principio sólo fueron amigo pero después de seis meses ambos completamente estupidizados por el amor se unieron en una relación. 

-Así que tenemos dos horas- dijo mientras acariciaba las perfectas caderas de su chico, descendiendo poco a poco a sus glúteos, Jimin suspiro, aunque no había pasado mucho, por lo menos tres meses sin sexo, que para esa pareja en particular era un verdadero calvario

-Estoy cansado Yoonnie- suspiro pero en realidad deseaba hacerlo 

Yoongi metió la mano dentro de sus shrots dándose cuenta que el desgraciado no llevaba ropa interior 

-Déjamelo todo a mi bebé, tú solo disfruta- dicho esto atacó su boca con desesperación, metiendo su lengua y acariciando toda la cavidad bucal de este, de igual manera Jiimin tomaba el negro cabello de su novio con sus puños estirando vorazmente algo que excitaba al máximo al padre de su renacuajo. 

Yoongi repartió besos y mordidas por todo el cuello y clavículas de su amado, en pocos segundos ellos ya estaban desnudos jadeando sobre el sillón de la estancia, no hubo necesidad de lubricar y gracias a que Jimin tomaba las pastillas para evitar otro embarazo los condones salieron sobrando, Yoongi metió a su desesperado y hambriento pene a la entrada estrecha y deliciosa de Jimin quien jadeaba y gemía fuertemente. En el momento de placer ambos se olvidaron que su pequeño y gruñón bebé descansaba a escasos metros de ellos, pero era de esperarse con tanto tiempo de espera su deseo líbidinal solo crecía y se liberaba con cada estocada. Llegaron al clímax gritando sus nombres, Yoongi cayó sobre Jimin exhausto pero con deseo de más, pudo cumplir su cometido de una segunda ronda de no ser porque un gritillo agudo resonó en toda la casa 

-No, no, no, no, Yoongi no, diablos 

Ambos padres primerizos estaban asustados ¿Por qué? bueno la razón era que su bebé tardaba mucho en conciliar el sueño pero cuando lo hacía deseaba despertar por sus propios medios, de no ser así aquella linda y olorosa criatura lloraba con mal humor desesperando a ambos padres 

-No es mi culpa que fueras tan ruidoso 

Jimin indignado lo miro con odio 

-¿Mi culpa? te recuerdo que ese renacuajo es así gracias a que tú eres un ogro 

Yoongi lo miro dolido -Oye eso fue grosero 

Mientras los gritos y llanto de su bebé se hacía presente ambos padres lloraban por el difícil día que tendrían por delante. 

Ahí iban de nuevo...