Parte Única.

677 87 60
                                    

En una habitación del hospital ''San Francisco'' para enfermos mentales se encuentran dos hombres sentados frente a frente. Uno en calidad de médico y el otro como paciente. Aunque el psiquiatra mantiene su rostro impasible, ver a quien en otra época fuera su compañero laboral y amigo le hace sentir bastante mal, el otro, por el contrario, se encuentra divertido por la situación y no se esfuerza en ocultarlo, está sonriendo a mas no poder y a momentos suelta risitas que parecieran las de un niño que ha hecho una travesura, logrando perturbar al contrario que en su intento por calmarse se concentra en la lluvia que cae afuera y golpea la ventana impasible.

Llevan al menos media hora así, ninguno cede a los caprichos del otro, aunque el hecho de que Ryunosuke se encuentre ahí, frente a Atsushi ya supone una ventaja para el enfermo, después de todo, no debería estalo atendiendo contando su relación personal. El silencio es roto por la voz del peliblanco, suena tan alegre que es difícil creer esta maniatado con una camisa de fuerza.

- ¿Tienes miedo Ryu?- pregunta, mientras le mira de forma penetrante, como escaneando que tanta veracidad tendrá su respuesta.

- No.- y es la verdad, no teme, siente pena por quien en otra época fuese alguien tan querido para él.

- ¿no te da miedo que te muerda? El novato que vino ayer no salió ileso de aquí- pregunta con fingida inocencia y voz cantarina.

- Hoy tienes una camisa de fuerza y ambos sabemos que lo merecía.

- Es verdad. Ese inútil siempre trataba mal a los enfermos- su voz demuestra la molestia que siente- lo descubrí varias veces pero al ser el hijo de la directora de aquí no hacían nada. ¿Murió luego de que le desgarrara la garganta?

- No. En realidad solo mordiste su hombro.

- Traía una pistola para dar shocks eléctricos. Si no fuera por eso no seguiría respirando.

- Sin embargo, no creo que me hayas pedido como médico solo para hablar del idiota de ayer ¿o sí?- Akutagawa está impaciente, llevan demasiado tiempo ahí y la actitud de su amigo solo le exaspera.

- ¿crees que te pedí como psiquiatra?- la risa que suelta es aún más alegre que las anteriores- No Ryu, por mucho que te cueste creerlo estoy más cuerdo de lo que estuve alguna vez, sin embargo, no podía hablar con los otros psiquiatras, lo que necesito es algo en lo que solo tú puedes ayudarme, te he pedido porque eres mi amigo, sé que es imposible me sueltes e incluso yo temo lo hagas, eso lo mantiene calmado ahora, pero hay que solucionar la situación y yo ya no puedo hacerlo. No te pediré que no me analices, es algo que siempre hicimos el uno con el otro y con ello sabrás que mi mente está intacta. Yo te contaré lo que ha pasado. Todos están ahí afuera, preguntándose como uno de los mejores médicos que ha tenido este hospital ha llegado a tener alucinaciones como la mayoría de los pacientes que trataba. Estoy casi seguro que esperan tú también termines como yo.

- Lo esperan, no dejan de murmurar cada que paso, aunque creo que también murmuran sobre lo mal que debo estar porque mi amigo, el único que creen tengo esta en esta habitación.

- Como imaginaba- ríe el chico nuevamente y Akutagawa es casi capaz de olvidar la situación en la que se encuentran, es como cualquier otra platica que han tenido desde que se conocen. La mirada del chico se ensombrece y la risa cesa- Ryu, esto es importante, nos conocemos desde hace demasiados años como para contarlos, a veces incluso me pregunto si no nos conocemos desde que nacimos por eso muy raramente ocultamos algo al otro, sin embargo, hay algo que tú has borrado de tu memoria y yo aún tengo intacto en la mía. ¿recuerdas mi cumpleaños número doce?

- Yo...- intenta recordar que pasó en ese cumpleaños, lo que dice Atsushi sobre conocerse desde siempre es verdad, recuerda cada momento importante pero ese día no lo recuerda, así que decide ser sincero- No. He intentado preguntarte antes pero siempre evadiste la respuesta tras un falso enojo por olvidarlo y en los álbumes de fotografías tampoco hay nada.

AlucinacionesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora