Subí al baño y me di una ducha, Martijn había comprado ropa para mí, aún seguía alucinado por el gran detalle, pero con él siempre era una de cal y otra de arena así que no quería darle más vueltas.
Por suerte todas las "amiguitas" de Jordan habían dejado suficientes pinturas como para maquillarme decentemente. El pelo ya era otra historia muy distinta, pero dejé que se ondulase con unas trenzas.
La ropa interior era alucinante, por la tienda podía hacerme una idea delo que había costado, y sin duda era preciosa. Un sujetador de color blanco, con un corazón en la parte de delante que colgaba y lo hacía tener ese toque de sensualidad y sutileza. Las bragas, que no eran bragas sino un tanga con el mismo corazón y algo transparente daba gracias al cielo por estar depilada porque odiaba ponerme este tipo de trasparencias y que no lo estuviera, aunque no lo fuese a ver nadie.
La ropa era un top negro ajustado con unos pantalones blancos rotos, y unas preciosas deportivas, sin duda se había pasado y encontraría la manera de recompensárselo.
Sequé mi pelo y me quité las trenzas, el resultado era bastante óptimo así que me maquillé y bajé las escaleras.
―Estás preciosa―Dijo Jordan, yo le sonreí y poco después nos pusimos en marcha, avisé a Marie de que iba para allá y conecté mis auriculares al móvil.
Miraba el paisaje tranquila de no ir en moto, cosa que últimamente en mi vida era algo habitual. Por el rabillo del ojo vi como Jordan me miró preocupado le sonreí dándole a entender que estaba bien, aunque no era verdad y ambos lo sabíamos. Pero también sabía que no me gustaba que la gente se preocupara por mí, es algo así como que mi mierda es mía y ya.
Cuando llegamos todos nos miraban, Jordan y su banda que iba detrás de nosotros eran los reyes, y lo sabían, las chicas los miraban con deseo, los chicos con admiración y miedo, y me costaba aceptarlo porque para mí eran prácticamente mi familia. Marie en cuanto me localizó corrió hacia mí, tenerla cerca de cierta manera me daba paz.
Todos los chicos se reunieron y cogieron sus respectivas motos para participar, rezaba para que no les pasase nada, y mientras con una provisión de hierba y alcohol para un regimiento Marie y yo descansábamos y conversábamos en un muro no muy alto.
Cuando ya casi la carrera estaba a punto de finalizar dos chicas pasaron riendo y claramente drogadas, aunque eso suponía el 90% de los presentes.
― ¿Has visto a esa? ―gritó una de las chicas, ambas eran morenas, pero se distinguían bien porque una tenía el cabello largo y la otra corto. ―Sí, la rubia dicen que se acuesta con todos los amigos de Jordan incluido él, ¿Cómo lo consiguió? ―Ambas rieron―Siendo buena en la cama o una regalada. ―Llevaba un día algo intenso como para que dos amargadas me arruinaran mi momento con mi mejor amiga. Pero mis hormonas se revolucionaron y salté.
―Creo que a mí no me hace falta bajarme las bragas para que me hagan caso―sonreí cínica, Marie me dijo que pasase, que no merecía la pena. Pero ambas sabíamos que eso no iba a suceder. Me bajé del muro y le planté cara. ―Tienes dos opciones, irte por dónde has venido o seguir tocándome los ovarios y ver cómo te hago un degradado en el pelo estropajo ese que tienes con el encendedor. Marie se bajó también del muro y la chica del pelo corto la retuvo, la poca paciencia que me quedaba desapareció y fui a por soltarla del agarre pero la otra chica me tiró del pelo haciendo que instintivamente retrocediese. Chillé del dolor y le pisé el pie haciendo que me soltase, me giré y le propiné un puñetazo y luego otro, la ira me cegaba, escuché como Martijn y Jordan llegaban corriendo y a duras penas me apartaron. Martijn me agarró como un saco de patatas, rogué que me soltara e incluso pataleé y chillé pero no me soltaba, hasta llegar a su coche.
― ¿Ya te has tranquilizado? ―asentí aunque no estaba muy segura en si decía la verdad― ¿Pero qué mierda te pasa Alex?
― Hey, no la cargues conmigo ha empezado ella―crucé mis brazos, Martijn bufó ― ¿Pero a ti que más te da? ―protesté―Como si me peleo con 500 putas como ella.
―Alex este ambiente no es bueno para ti, en realidad para nadie.
―Claro, es que mi vida es perfecta, y la estoy destrozando por meterme en tu mundo. Tú no lo entiendes Martijn, en el poco tiempo que llevo conociéndolos me han dado más cariño y apoyo que mi familia en toda mi vida, tú podrás tener una vida de ensueño, pero hay gente que no corre la misma suerte. Y sí es un ambiente que no le recomendaría a nadie, pero hasta el mismísimo infierno es mejor que esa casa. ―Martijn intentó hablar pero negó con la cabeza. Intenté salir pero había bloqueado las puertas―Maldito cabrón déjame salir de aquí. ―Pero en vez de eso, envió un mensaje y encendió el motor, no sabía muy bien a dónde ir pero discutir con él era como hacerlo con una puerta.
Llegamos a la villa que mis tíos tenían a las afueras de la ciudad, jamás había ido allí, pero mi familia iba un montón a "descansar". Aparcó en el garaje y nos bajamos.
―No tienes de que preocuparte, mi familia está en Las Vegas, me han avisado.
― ¿Y con eso quieres decirme que...?
―Pues que pasaremos la noche aquí.
―Martijn no soy tu maldita marioneta. ―rodó los ojos―Eres un maldito ―bufé.
―Este cabrón ha impedido que pases la noche en la comisaría por arrancarle un ojo a la tía esa y estar lejos de esa casa.
―Prefiero el infierno a estar contigo. ―Me agarró del brazo y se lo aparté, ambos nos miramos y Martijn me besó con agresividad, deseo y lujuria. Algo se encendió dentro de mí, y con los mismos sentimientos se lo devolví. Agarró mi culo con fuerza y me subí encima de él, rodeando mis piernas en su cintura. Pasamos por un largo pasillo y en las escaleras pegó mi cuerpo a la pared, besó mi cuello, y pasó su mano por mi cintura. Le levanté la camiseta y se la quité, tocando su torso desnudo, él enloqueció con mi gesto y me subió a la habitación.
He tardado un montón lo sé pero espero poder retomar esta historia, si hay apoyo claro está.
#DE PARTE DE UNA BORDE
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Cinderella (Martin Garrix)
FanfictionAlexandra tiene una vida complicada,y muchos secretos que aún no le ha sido revelados, pero todo esto empeora cuando Martijn aparece en su vida e intenta llevarla a un lugar más oscuro.