Septiplier || One Shots. Español

After School

Jack jamás se metía en problemas era un chico prodijio, de los mejores de toda la escuela pero lo encontraron escribiendo cosas en las puertas de los baños, estúpidos retos, pensaba él, gracias a ellos se quedó después de las clases para hacer limpieza de la escuela.

Mark ya estaba acostumbrado a ello, siempre se quedaba después de las clases por una u otra cosa, a veces a ayudar a los maestros, otras a hacer tareas después de clases, y en ésta ocasión a limpiar la escuela completa ya que intento fugarse de la escuela. Jamás tenía compañía pero ese día un chico de cabellos castaños y ojos azules le acompañaba.

Jamás en su vida se habían visto pero ambos sintieron de inmediato una extraña sensación en la barriga.

-De acuerdo chicos, aquí están las escobas, trapeadores y cubetas, que ésto quede impecable- dijo el conserje para dejarlos solos.

Iban a empezar por un salón el cual estaba completamente desordenado; con todo el mobiliario fuera de lugar.

-Por cierto, soy Mark.- saludo el chico extendiendo su mano al contrario en modo de saludo.

-Sean, pero puedes llamarme Jack.- correspondió al apretón de manos.

-Lindo-dijo Mark soltando sus manos.

-G-gracias- comentó Jack algo apenado.

-Creó que debemos ir a llenar las cubetas.- el castaño asintio, siguiendo detras al chico que de hecho no estaba nada mal, según él, era alto, guapo y fornido (lo siento si pensaron que sería bronceado :v) y vaya que tenía un buen trasero.

Llegaron de nuevo a dicho salón con cubetas llenas de agua, ahora Jack iba delante y Mark se tropezó con una maldita mesa que estaba fuera de su lugar, empapado de pies a cabeza a Jack. Éste abrió la boca al sentir literalmente un balde de agua fría caerle enzima.

-Yo-yo lo siento tant- no termino de disculparse ya que Jack agarro la otra cubeta y se la aventó al contrario.

-¡Joder, te dije que lo sentía!- reprochó el fornido.

-pues igual lo siento, idiota-

Ambos se quedaron muy serios, y de un momento a otro esa seriedad dejó de existir siendo reemplazada por un mar de carcajadas.

Cuando medio se recuperaron los chicos trató de hablar Mark:

-hubieras- hubieras visto tu cara- estallando en risas de nuevo.

-hubieras visto la tuya- siguiendo con las risas.

Cuando esto paro y tomaron compostura y se quedaron mirando; Jack no podía creer que unos ojos tan pequeños pudieran ser tan profundos e hipnotizadores. Mark creía que se perdería en ese par de mares que Jack tenía por ojos.

Hasta que...

-ohh, dejame ayudarte- dijo el chino para tratar de quitarle el suéter verde que traía Jack. Con trabajo pudo ya que estaba pesado por el agua que absorbió ésta.

Mark pudo observar el rostro del castaño ahora que estaba más cerca, Jack tenía los ojos cerrados y al momento de abrirlos se exaltó un poco al ver así de cerca a Mark, pero otra vez esos ojos lo hipnotizaron y siguió así. Ambos admiraron las facciones y detalles del otro. Vaya que Jack era hermoso, y vaya que Mark era guapo según la opinión del contrario respectivamente.

Quizá fue la inercia, quizá fue el momento o quizá fue la atracción que sentía el uno por el otro pero fueron acercando sus labios hasta que encajaron perfectamente los dos. Claro que la falta de aire se hizo presente así que se separaron. La vista que tenía Mark era la más hermosa según él, ya que Jack parecía un ángel, con ojos que parecían un lago siendo impactado por los rayos del sol, labios tan rosados cómo brillosos y un rubor sutil que lo hacía lucir adorable como sexi, simplemente apetitoso. Y Jack sólo podía definir a Mark como candente, con los cabellos despeinados y su corpulatura siendo marcada por su playera mojada.