Sana.
Ya habían pasado unas 12 horas y ninguna noticia comenzaba a ponerme nerviosa. Fui por una botella de agua ya que me moría de sed, cuándo regresé Eunha estaba hablando con ella. Me acerqué para escuchar la conversación.
— Ya hemos terminado, tenemos buenas noticias. Todo ha salido más que bien, por el momento no pueden pasar para ver como responde, ya pueden estar tranquilas— Sonrió.
— ¿En verdad?
— Así es, bueno las dejo, para que platiquen— Sonrió de nuevo mirándonos.
Se acerco a mi y me susurro que esperaba verme más tarde, le devolví la sonrisa y se fue. Me acerqué para abrazar a Dahyun, pude notar que su rostro se había puesto rojo pero estaba demasiado feliz, me correspondió el abrazó. La pegué más a mi, escondí mi rostro en su cuello, podía sentir su respiración, estaba nerviosa al igual que yo, no me sorprendería que pudiera escuchar mis latidos, me sentía vulnerable con ella y odiaba eso.
— ¿Te gustaría ir a cenar conmigo?— Le pregunté.
— No creó que sea buena idea, me siento cansada—Respondió.
— Dale, te prometo que no te llevaré a un lugar extravagante— Me separé y la miré a los ojos—Al menos solo para celebrar.
— Esta bien, acepto— Me sonrió.
La tome de la mano y salí con ella, me sorprendía que no hubiera gente que tomará fotos, me sentía libre. Antes de ir a cenar quería ir a patinar hace tiempo que no lo hacía, cuándo llegamos me quedo viendo.
— Y-o no sé patinar sana— Dijo algo avergonzada.
— No te preocupes por eso, yo te enseñare, soy buena maestra.
Rentamos los patines, yo comencé bien pero ella realmente no sabía patinar. Cuándo estuvo apunto de caerse la sostuve. No podía mantenerse de pie, así que me puse atrás de ella, la sostuve de su cintura para comenzar a guiarla. Lo estaba haciendo bien, así que la solté para que pudiera andar sola, lo había logrado. Se veía como una niña pequeña, sonriendo, era demasiado inocente para mi o para cualquiera que la viera. Estaba apunto de chocar con otra persona y cuándo estaba a punto de caerse la abracé provocando que cayera encima de mi. Quedamos frente a frente, su respiración chocaba con la mía. No pude evitarlo acerque mis labios a los suyos rosándolos, ella cerro los ojos. Quería romper la distancia, pero no sabía si sería correcto. No pude resistirme más así que la besé, no abrió los ojos y comenzó a corresponderme el beso. Sus labios eran tan suaves, sus besos siempre eran tiernos no había lujuria alguna. Puse mis brazos en su cintura, comencé a subir un poco el ritmo, ella solo se dejaba llevar, nuestros labios se complementaban el uno al otro. Cuándo nos faltaba la respiración ella, la comencé a mirar, sus ojos brillaban como si habláramos de una niña que en verdad estaba enamorada, quería creer que aún lo estaba de mi. Se separo rápido de mi, su rostro se había tornado rojo, me parecía muy tierno que aún tuviera pena por esto.
— Deberíamos irnos— Susurro.
— Claro, ya tengo hambre.
La ayude a salir del lugar para poder ir a cenar, ella no quería algo extravagante. Así que pensé en un poco de pizza, compramos unas rebanadas en el camino, nos sentamos en un parque cercano, la vista era hermosa, habían muchas familias. Cenamos en silencio, solo nos miramos una que otra vez, me la estaba pasando realmente bien.
— ¿Te llevo a tú casa?— Le pregunté.
— Me parece bien ¿Y tú? ¿En dónde te quedarás esta noche?— Me miraba.
— Creó que buscaré un hotel— Le sonreí.
— Si tú quieres te podrías quedar conmigo— Miro al suelo.
— Si no soy una molestia, acepto...
Dahyun.
No sé porque había invitado a Sana a quedarse conmigo. No podía verla ni a los ojos, quería evitar su mirada a toda costa. No sé porqué me había dejado besar por ella, el que lo correspondiera lo empeoraba más, realmente quería que lo hiciera. Ella venía admirando el paisaje mientras nos dirigíamos a mi departamento. El camino se me hacía eterno, nuestras manos se rosaban de vez en cuándo por accidente.
Cuándo llegamos, le dije que podía ver la tele mientras me bañaba. Luego de que salí le presté una pijama que tenía extra para que se sintiera cómoda. Habíamos ido a una tienda mientras venimos para que se comprara algo de ropa. Se metió a bañar, no tardo tanto y salió. Realmente ya era algo tarde, eran las 12:00. Vi que se iba a acostar en el sofá.
— Si quieres puedes dormir conmigo en la cama— Me moría de la vergüenza.
— No quiero incomodarte— Respondió.
— No lo harás, vamos— Sujete su mano para llevarla.
No sé que pasaba conmigo, quería que me tragara la tierra ahora mismo, sana parecía disfrutarlo, como podía estar como si nada. Le pregunté que lado quería, me dijo que cualquiera estaría bien. Le di el lado en dónde durmió la noche anterior, entre primero, cuándo ella se acostó, mis nervios se pusieron peor, seguro se podían oír los latidos de mi corazón por toda la habitación. Miré hacía la ventana para poder aclarar mi mente.
— Esta pijama huele a Dahyun, creó que tú aroma es encantador.
Porque demonios decía eso en un momento como este. Como podía decirlo así de la nada, lo bueno que no podía ver mi rostro. Sentí sus brazos rodear mi cintura, me acerco a ella, comenzó a oler mi cabello.
— Eres la primera chica con la que estoy en una cama sin hacer absolutamente nada— Sonrió de una manera tierna— Me podría acostumbrar a esto. Me gustaría disculparme por el beso, pero realmente deseaba hacerlo como en estos momentos.
Sentí como con sus fuerzas me volteo para que la mirara, sin decir nada choco sus labios con los míos, me besaba de una manera desesperada, se sentía tan bien ¿Esta bien esto? Tenía miedo que solo este jugando conmigo, ella era buena para fingir, no quería que me lastimará de nuevo pero se lo estaba permitiendo.
¿Realmente te gusto o solo quieres jugar conmigo?
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Te odio (SAIDA) G!P
FanfictionSana solo amaba la fiesta, las salidas casuales. Siempre tenía a la chica que quería. Hasta que un día conoce a Dahyun y un pequeño accidente cambia sus vidas. Actualizaciones constantes. 900/1000 palabras.