1. Primera Vez

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El cielo estrellado me llena de energía. Una fuerte rafaga de la misma, que sale desde un rayo en el cielo golpea mi cuerpo, haciendo que la chispa dentro de mi, esa chispa de maldad que me recorre desde la punta del pie hasta la puntita del último cabello, se estremezca y haga su aparición. La música estridente agita mi alma. Y por primera vez en la noche mis ojos grises toman el color que hace años que no los volví a tener, un color violeta electrico que para ser más obvia mi cabello tambíen mantiene un violeta intenso que jamás me lo he coloreado. Era por esta razón que la gente no quería adoptar a una niña como yo. Pero eso fue hasta mis nueve meses cuando Marisol, una mujer de 23 años llego llorando al orfanato Santa María de la Caridad a hablar con la Madre Superiora para adoptar, quería a un bebé ya que el suyo había fallecido. Estaba sola al igual que yo. Desde ese entonces hemos sido Marisol y yo para toda la vida, ella como mi madre y yo como su hija.

Una rafaga de viento sopla sobre mi cuerpo y junto a ella una voz sensual pronuncia mi nombre: Malhian. La voz golpea mi corazón y alma provocando que mi cabeza gire de inmediato hacia la voz. Una mujer vestida de negro, con un vestido que se ajusta a su cuerpo lleno de curvas y de piel parecida a la porcelana me mira con sus ojos violetas electricos de manera intensa que brillan tratando de llamarme hacia si. Su cabello negro azabache con rayos de violeta igual al mío, de manera seductora parada cerca del árbol donde inicia el bosque al que nadie se atreve a entrar por causa de una leyenda creada para contar a niños en los campamentos que de un momento a otro se volvío una realidad. La misma mujer que me ha atormentado desde que tenía doce años esta pronunciando mi nombre y con sus dedos finos, blancos y de uñas pintadas de rojo sangre hacen la seña para que acuda donde ella se encuentra.

Ejerciendo fuerza, suelto la camiseta del muchacho que me tiene agarrada con fuerza de la cintura y dejo un leve aruñazo en su pecho. Recitó mi mantra internamente y trato de mandarla lejos. Pero se resiste y en vez de asustarse como algunos callejeros lo han hecho, está se hecha a reir y maldita sea que hasta su risa es el mismo demonio de la seducción.

- Bien querida hija. Seducelo como solo tu madre lo hace. -Su voz me entra como escalosfrios en el cuerpo y mi mirada se intensifica más.

- Lilith. -Pronuncio con dificultad. Jamás en mi vida creí verla y es que ella solo ha sido un mito entre los libros y religiones en las cuales me he criado. Sonríe como si estuviera a punto de llegar al orgasmo.

- Vamos, Malhian. Está deseandote tanto que sería capaz de hacertelo ahí mismo. Quiere tu cuerpo. Puedo sentir su miembro golpear contra su parte baja. Hazlo querida. Complace a tu madre. -Habla. Con razón cualquier hombre cae rendido a sus pies.

Siento como mis ojos brillan más y dentro de todo el tormento, la cruz que me regaló mi madre cuando tenia cuatro años, cuando fue mi primera transformación en lo que nunca supé que era, me quema dentro de la blusa de escote pronunciado en el pecho. Lilith mira la cruz dorada en el inico de mis pechos y la miro arder de rabia al ver que llevo un pedazo de Dios en mi vida. Entonces una voz varonil habla en mis oidos, una voz que reconozco desde que era pequeña, mi padre. Nunca supe como puede ser eso posible pero solo me envió una carta diciendo que era mejor que no preguntase por situaciones que no querré saber la respuesta. Dijo que era mejor vivir entre las sombras de la ignorancia antes que darme cuenta de los secretos que esconde este mundo.

- Querida niña, no la escuches. Ella es Lilith, el demonio engendrante de demonios, el demonio seductor expulsado del paraíso y del cielo. El demonio de demonios, mujer de Lucifer. Corre pequeña.

No pregunto nada, solo suelto al muchacho que ahora ya no quiere soltar mi cuerpo, pero solo hasta que ella hace presencia en la improvisada pista de baile y con sus movimientos todos los presentes varones se detienen a mirarla, entonces aprovecho para correr a mi moto, colocar el casco negro con llamas en violeta electrico sobre mi cabeza, enciendo la Ducati Panigale V4 2018 cuando un muchacho de unos 22 años corre en mi dirección y sin pedir permiso sube a mi Ducati y gritando en mi oído un acelera, salimos del parqueo. No puedo ponerme a discutir con él ahora mismo, pero no entiendo la razón del por qué al ver a Lilith dar su aparición en el campo de futbol de la Universidad se ha puesto en alerta. No pregunto nada hasta llegar al parque central de Praga en República Checa.

Desde hace varios años que las cosas en la ciudad se han vuelto un caos. Todo es sucio en esta ciudad y no me refiero a lo físico sino que abunda en sexo, fiestas, alcohol, drogas y tantas barbaridades. Praga es bella, pero mucho turista viene de visita y según mi razonamiento en estos minutos de huir me enseñaron que Lilith llego a Praga, un nuevo lugar para aumentar sus demonios, aumentar el descontrol. Todo es un caos. Praga viviendo entre las sombras del infierno.

Bajamos de la moto y respiro. Retomo mi respiración tranquila y trato de que mis ojos regresen a su color normal, pero me esta costando porque las iras no desaparecen.

- Eres la última hija de Lilith. - Murmura el chico a quién no conozco.

- Nunca en tu vida digas algo tan estúpido como eso. -Regreso aumentando la voz y el chico observa mis ojos fascinado.

- Estan brillando más. Estarás preguntandote como es que sé que aquella mujer es Lilith y como te conozco, pero creeme que es mejor vivir entre las sombras antes que conocer los secretos del mundo.

- Mi padre siempre dice eso. Digo al sentarme en la moto con el casco entre los dedos.

- Lo sé. Daniel Grigori me ha contado de ti. Por cierto, soy Ahston Pemberton, tu cuidador enviado por el ángel caído Daniel, tu padre.

- Conoces a mi padre? -Estoy absorta en sus ojos grises intensos como los mios, pero tienen algo diferente que no sé reconocer.

- Claro. Sino como estaría aquí hablando contigo ahora?

- Puedes llevarme con él? -Quiero conocerlo, a Daniel de manera diferente ya que las cosas no salieron como una hija espera conocer a su madre, si es que lo es Lilith.

- Aún no es el momento Malhian Stone. Todo tiene su tiempo. Y ahora que Lilith te ha encontrado tendrás que empezar a prepararte, a descubrir tus habilidades y aprender a usarlas si quieres liberarte de la atadura que tiene Lilith forjada para cada uno de sus hijos. Y más que todo, no es solo ella la que te buscará ahora.

- Qué tratas de decir? -La preocupación crece en mi interior. Y es que como se supone que en un día normal al finalizar el primer semestre de la Universidad te enteras que a parte de ser tan rara fisicamente también lo seas en tu creación y sepas por un desconocido que tu madre es un demonio.

- El chico de cabellos negros como la noche que estaba cerca de la fogata con la chica de mini falda roja que se pavoneaba en su frente media borracha, es el hijo de Lucifer, Aaron Black, su padre te ha enviado a buscar. Aún no sé sabe por qué, pero tienes que aprender a cuidarte más, a cuidar de tu seguridad y por ende de tu madre adoptiva, Marisol.

El muchacho, ahora llamado Ahston, vuelve a subir a mi moto y me hace señas para que empiece a conducir. Pero sigo perdida entre tantas cosas que acabaré por volverme loca.

- Conduce a casa, Malhian.




Ingreso en casa cabizbaja, con Ashton detrás de mi, siguiendo mis pasos un poco desesperado por mi lentitud frente a la situación. Parece percibir que lo que quiero es solo hecharme en mi cama y despertar pensando que todo solo ha sido un mal sueño. Quiero pasar directo a mi habitación, pero las sorpresas no terminan en ese momento. Al parecer la noche solo acaba de empezar.

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⏰ Last updated: Aug 08, 2018 ⏰

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Entre las SombrasWhere stories live. Discover now