Mi nombre es Denisse, o al menos así quiero que me llame, en esta habitación no hablaré de mis padres, que es de lo que siempre quieren saber, no sabrá donde trabajo, no sabrá donde vivo y mucho menos cosas de mi vida personal; es decir sabrá sólo lo que yo quiera que sepa, hablaremos de lo que yo quiera hablar y veremos que tal avanzamos con ello, sobre la marcha me iré abriendo con usted, pero no me puede exigir, no puede hacer preguntas más allá de lo que yo le cuente, quiero que escriba todo lo que le cuente, serán mis memorias y es importante ponga separaciones entre un tema y otro pues suelo cambiar de personaje muy seguido, siempre que llegue le diré quién soy, y usted anotará siempre mi nombre, si un dia le doy un nombre diferente no hará ningún comentario, simplemente lo escribirá y continuaremos con la sesion normal, esto es muy importante para la investigación que aquí nos reúne, le sugiero traer más que una hoja en blanco, opino que un cuaderno estaría perfecto, ¿Tiene usted alguna duda? -Me preguntó, yo sin parpadear moví mi cabeza en negativa, se levantó y empezó a andar por el estudio, seguí su silueta, empezó a jugar con mis libros, en silencio, se pasó a una de las ventanas, observó el exterior giró hacia mí y me volvió a hablar -¿Siempre es tan tranquila esta calle? es decir, nunca pasa nadie por aquí, las veces que he venido nunca he visto pasar a alguien ¿Por eso escogiste este lugar para tu estudio? Es perfecto para un asesinato, aunque un poco de cliché, callejón oscuro, solo, de noche, noche lluviosa, está indefenso y en un abrir y cerrar de ojos te esfumaste de este mundo, nadie se dio cuenta, a nadie la faltaras tal vez te busquen al mes, por no pagar el alquiler, por no cortar el jardín, pero para entonces, tu cadáver no tendrá forma, si no es que yo fue llevado a la fosa común y eso si tienes suerte en que el atracador sea de los buenos y te haya llevado a un lugar público, lo malo sería que te echará en la cajuela de su carro, te lleve a una costa, te meta en una bolsa, muchas piedras y jamás sabrán ni quien eras, claro, esa es solo una idea fugaz que se me vino a la mente al ver el callejón de abajo de tu ventana, no digo que lo haré y mucho menos que vaya a pasar, pero se puede dar no? - me preguntó nuevamente, yo me quedé helado, no supe que contestar, sentía los labios y garganta seca ¿Cómo era posible que se hubiera imaginado todo eso en tan solo unos segundos, sólo por ver un callejón vacío, empecé a sentir miedo, me faltaba el aire, lo notó. -¿Pido un vaso de agua Doc?- dijo, con tono cínico y un poco altanero