Única Parte.

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Min YoonGi no pensó que a su corta edad se convertiría en un cazafortunas o como otras personas conocen un sicario, desde una temprana edad fue entrenado en diferentes tipos de peleas y la utilización de armas en defensa, comúnmente los niños debe...

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Min YoonGi no pensó que a su corta edad se convertiría en un cazafortunas o como otras personas conocen un sicario, desde una temprana edad fue entrenado en diferentes tipos de peleas y la utilización de armas en defensa, comúnmente los niños deberían jugar y divertirse, Min simplemente debía asesinar, sufría cada día con aquel entrenamiento donde su cuerpo ardia por el dolor y  terminaba con varios moretones por todo su anatomía, tan sólo tenía quince años cuando le asignaron su primera búsqueda y su primer asesinato. Uno de los nuevos narcotraficantes se había pasado de listo creyéndose lo mejor. Min YoonGi les dejo en claro que estaba equivocado ahora era demasiado tarde pues estaba descansando tres metros bajo suelo.

Ahora con dieciocho años caminaba tranquilamente entre las oscuras calles de Seúl, una gabardina y un arma es lo único que lo acompañaban, suspiro viendo por última vez aquel anuncio de recompensas donde venía toda la información que podía, era una gran cantidad no podría echarlo a perder era su pase para alejarse de ese mundo, miro otra vez la dirección anotada asegurándose que era el lugar correcto.

En completo silencio y con el arma en su mano se adentró en aquella morada que parecía tan común y corriente como las demás. Suspiro tranquilizándose y calmando los latidos de su corazón. Con sumo cuidado de no ser visto caminando por los pasillos

Cuando por fin encontró a su objetivo sonrió, pero desapareció cuando vio a dos hombres más grande que el cuidando la puerta, tomo su arma, fijo su mirada a la pierna de uno y disparo se escuchó la denotación, que fue opacada por el grito desgarrador del guardia. Realizó la misma acción, pero ahora al otro quien ayudaba a su compañero teniendo el mismo resultado, se acercó tranquilamente viendo como ambos hombres suplicaban por su vida, lo pensó unos segundos, decidió dejarlos vivir, de todos modos ellos no valían nada.

Tomó el pomo de la puerta y justo cuando estaba por abrir, escucho susurros del otro lado.

--- Quédate ahí Hobi--- un susurro, abrió la puerta de repente y se encontró con un hombre bastante viejo, levantando sus manos.

Lo miro fijamente, empuño su arma y apuntó, listo para disparar. --- Kwon Ji-Yong voltea, y por tus manos en la espalda --- ordenó.

---Por favor, no dispare--- suplicó, mirando debajo de su escritorio y al pálido, alternaba su mirada. --- Se lo suplicó ---

---Cierre la boca--- grito espantado al señor--- Haga lo que le digo --- ordenó una vez más.

El hombre iba a decir algo cuando en un rápido movimiento se acercó al escritorio, por un reflejo YoonGi disparó dándole directo al pecho.

Todo sucedió en cámara lenta, el hombre caía por el impacto llenándose de sangre, como un pequeño cuerpo salía lo debajo del escritorio aferrándose al cuerpo ya casi sin vida, como lo único que recordaría de esa noche era el llanto del niño.

---Papá...--- Sollozaba, JiYong en el suelo, y aunque estuviera muriendo intentaba tranquilizar al su pequeño hijos --- Papá...--- las manos del mayor llenas de sangre acariciaba las mejillas del niño.

El Hijo Del Narco  [YoonSeok]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora