The night we met [jk x jm]

the night we met

—Jimin, ¿tienes un momento? —pregunté con la voz temblorosa, bajo la suave música que había de fondo, tocando su hombro para llamar su atención.

—Claro, dame un minuto.

Me alejé unos pasos para esperarlo, se despedía de las personas con las que hablaba con la característica sonrisa que ponía en su rostro siempre, haciendo que cualquier persona a su alrededor se sienta cómoda.

Desde ese ángulo se veía precioso, y no es como que desde algún otro no lo hiciera, pero la luz de los candelabros y el traje que traía puesto lo hacían destacar entre los demás. Aunque a mis ojos, él siempre resaltaría entre todos.

Se acercó hacía mí: —¿Quieres ir afuera? Necesito un poco de aire, y qué mejor excusa —me sonrió y sus ojos se achicaron

—Como gustes —sonreí de igual manera, porque ver su rostro tan feliz me hacía sonreír de manera inconsciente.

Caminamos hacía la terraza de aquel bonito piso de hotel, el evento estaba siendo magnífico; el salón que habían elegido era grande y elegante, conectaba hacia el exterior con una terraza con un bonito jardín que estaba entre lo natural y lo artificial, pero era genuinamente bonito, como Jimin.

Tomó asiento en un lugar un tanto alejado de la puerta por la que salimos, junto a la orilla del barandal que delimitaba el piso, puso sus manos a cada lado de su cuerpo y echó su cabeza hacia atrás, estaba cansado, se le notaba demasiado, de no ser por el bonito retoque de maquillaje que traía puesto diría que veía ojeras debajo de los ojos. Soltó un suspiro de aquellos profundos que denotan tu cansancio. Suspiré también.

—Y bien, ¿de qué querías hablar?

Giré mi vista hacia él, que ahora me miraba expectante. Joder, que esto sería difícil.

—De la noche del 1 de octubre del 2014 —frunció el ceño, desconcertado.

—Esa noche es...

—La noche en que nos conocimos, Jimin —su espalda se tensó, cruzó sus piernas y si no fuera por la postura un tanto relajada que mantenía con sus brazos apoyados hacia atrás a cada lado de su espalda diría que estaba tan nervioso como yo lo estaba. Proseguí—: hace 5 años en una noche como esta, te conocí a ti, Park Jimin...

>>Había una fiesta, en la casa de aquel chico llamado Hoseok; era un viernes por la noche y yo estaba tranquilo en la habitación de mi departamento, terminando las tareas de la universidad para el lunes, leyendo esto y aquello para el martes, ordenando una presentación para el miércoles y los argumentos para aquel debate el jueves; Taehyung me llamó diciendo que estaba afuera y que fuera a abrirle. Al principio pensé en decirle que estaba ocupado, porque no quería ver a nadie siendo sincero, estaba demasiado cansado pero sabiendo de su carácter insistente, decidí abrir la puerta...

—No sé a qué nos lleva todo esto, yo...

—No me vas a dejar a mitad del discurso que ensayé 10 veces por día toda esta semana y escribí 100 veces hasta que quedará perfecto; por favor, déjame terminar...

Se sentó en una posición más cómoda pero también más a la defensiva, Jimin era así, subiendo barreras cuando su guardia se ve afectada.

—Abrí la puerta —seguí—, Taehyung dijo que era imposible que estuviese todo el tiempo metido en mis libros que tenía que respirar un poco y dejar de pensar en la universidad, que me llevaría a una fiesta; me negué. Porque yo no soy una persona de fiestas y tú bien lo sabes, odio estar con muchas personas, odio el bullicio y su mezcla con la música en sonidos extremos; pero me obligó en cierto sentido, y me dejé llevar un poco solamente.