Our Love Story (PRIMOS +18)

Capítulo 3

  -Te presento a Michelle, mi novia.

  Novia.

  La última vez que mi primo apareció con una novia fue cuando recién comenzaba la Universidad, y no duró mucho. No sé que es lo que pasó pero él evitaba hasta nombrarla.

-Un gusto.

  Michelle me ignoró hasta que se fue. Se pasaron todo el día encerrados en el cuarto de Philippe haciendo yo que sé, no quiero saberlo en realidad.

  Yo me dediqué a preparame para el primer día en la Universidad. No voy a mentir estaba emocionada. Quería empezar ya mismo.

  Seleccioné lo que iba a ponerme y me di una refrescante ducha. El calor era insoportable, mi momento favorito del verano era la noche, cuando el tiempo mejoraba y una brisa fresca te golpeaba el rostro.

  Aprendí del error de Philippe y me llevé mi pijama al baño.

  Luego de la ducha fue hora de cenar. Sí, me gustaba cenar en pijama para luego irme directamente a la cama a dormir.

Panza llena corazón contento, dicen.

-Eso huele delicioso- me acerqué a la cocina y vi a Philippe con un delantal en su cintura y una cuchara en la mano revolviendo el contenido de una olla.

-¿Qué es?

-Sopa.

-¿Sopa de que?

-Sopa de sopa.

-Si muy chistoso- me di media vuelta ofendida.

- Era broma...

  Me agarró del brazo volteandome, pero fue con demasiada fuerza y choqué contra su torso, tal vez él no esperaba eso porque rápidamente se separó de mi.

-¿Por qué te pones rojo?

Él apartó la mirada y volvió a cocinar.

-Por nada.

-¡Vamos dime!

-¡Por nada Alex!

-¡Mentiroso!

-¡Ya a comer!

-¡Está bien!

  En la cocina había una pequeña mesa en donde comíamos, según Philippe sólo se utiliza el living comedor para ocasiones especiales.

  Me alcanzó un plato lleno de verduras y se me hizo agua la boca, estaba riquísima.

  Comimos en silencio, Philippe no despegaba la vista del plato en frente suyo, pero yo notaba como de tanto en tanto dirigía su mirada a mi por un segundo para luego devolverla al plato, completamente sonrojado. Evitaba mirarme.

-¡Ya es suficiente!-grité.-¿Qué te sucede imbécil, Michelle se comió tus neuronas?

-¡Claro que no estúpida!

-¿Entonces puede decirme que rayos te sucede?

- Es que... Es que...- nuevamente me evitó.

-¿¡Qué!- si hay algo que me desespera es que no me digan las cosas de una sola vez.

-Tu sostén Alex, no llevas sostén.

  Abrí muchos los ojos y baje la cabeza para mirar mis pechos. Mis pezones se notaban por debajo de la musculosa. No era mi culpa, hacía frío.

-¡Pervertido!

  Nota mental: aprender de los errores de Philippe no es suficiente, también debo aprender de los míos.