Esta historia no es fácil de contar de ninguna forma, solo pensar en lo que hice hace algunos días hace que me revuelque el estómago mientras me horrorizo de quien soy ahora .Mi mente ya no me permite recordar las cosas con claridad por lo que puede ser que no sea exactamente lo que paso, pero mientras más espere más difícil se hará, así que shhhhhhhh empecemos.
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Todo empezó una fatídica noche. Había estado trabajando en el video de noticias del 30 de julio durante toda la noche, estaba cansado, muy cansado. Me iba a ir a la cama, pero ya estaba bastante retrasado así que decidí quedarme a trabajar un rato más. De pronto llego Atila, mi gato.Se acerco a mí para que lo cargada, y así lo hice. Lo baje hasta mi regazo y lo acaricie. Su pelaje era muy suave y acariciarlo era tan relajante que caí rendido sobre mi silla.
Supongo que mientras dormía yuma se subió a mi escritorio y empezó a jugar con mi colección de minerales. Debió a ver sacado uno de su lugar y dejarlo caer.
Entonces me desperté por el ruido de un cristal rompiéndose. Lo primero que vi fue a mi gato sobre mi escritorio con la mirada hacia abajo. Al bajar yo también la mirada encontré uno de los minerales tóxicos de mi colección fuera de su caja y expuesta al aire.
Cargue a Ulises y lo saque de la habitación, y cerré la puerta. Sabía lo peligroso que era el elemento así que intente poner todos los trozos en un frasco y cerrarlo lo más rápido posible. Ahora pienso que debí abandonar la habitación y llamar a un especialista. Pequeños fragmentos del mineral debieron volar por el aire hasta mi nariz y meterse hasta mi organismo.
Después de haber estado seguro de levantar todo lo que se había esparcido en el piso, volví a abrir la puerta. Ulises me había estado esperando inquieto, lo cargue y nos dormimos en el sofá.
Al día siguiente, al despertarme la realidad había perdido su consistencia.
Todo sonido del transito de la calle parecía retumbar en mis oídos, mi visión esta desenfocada y me sentía algo exaltado.
-Dina , ven. -llame alterado.Volví a llamar- Ven gato!
Mi fiel amigo de cuatro patas vino a mí. Él estaba bien y no pareció tener ningún problema para venir, era claro que él había estado menos expuesto al material.
Acaricié a Atila aliviado, al hacerlo me di cuenta que mi sentido del tacto también estaba muy sensible. -Es como se debería de sentir estar drogado. - Pensé para mí.-Claro no hay forma de saberlo nunca eh estado drogado. Y tampoco eh buscado estarlo, al menos no desde el momento que Aldo me contara la historia de su amigo...Aldo..aaaldo...AAAAlDO.Si el puede ayudarme, él es el UNICO que puede.
La distancia era enorme, pero ninguna distancia era lo suficientemente grande para el amor, y entonces pensé que si el hombre había llegado a la luna yo podría llegar a New zeland. Saque todos mis ahorros del banco y compre un pasaje. Era una locura, aun con mi deplorable estado mental era capaz de darme cuenta, pero era una locura por amor.
A las 2p.m del 1 de agosto salí con mi maleta, en donde tenia todo lo que necesitaba incluyendo a mi gato, y subí a mi vuelo. Durante el viaje no hubo ningún problema mas que el de una queja por el olor de mi mochila, lo cual me pareció indignante-Para que lo sepa señora eh lavado mi mochila antes de salir. -Si lo había hecho o no, no lo recuerdo, y ni es importante, porque el problema no fue a mayores.
Llegue un jueves, tan tarde que Aldo tuvo que llevarme a la habitación de huéspedes para pasar la noche. Al día siguiente me invitaron a tomar desayuno:
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CdeCrespismoCompulsivo
Short StoryNo tengo tiempo para esto, si sabes que significa el titulo no necesitas ninguna explicacion.....