—¿Cuánto tiempo haz estado ahí?—cuestioné enojado, y disimulando mi nerviosismo.
-Yo... estuve desde el principio —confesó algo avergonzada.
Valtiel se veía sereno, como si nada hubiese sucedido pero yo estaba realmente molesto con Cosette, no podía creer que tuviera el descaro de ponerse a escuchar tras la puerta como una arpía.
—Bueno... ¿Y qué? Ella se enteró, no podemos hacer nada al respecto, no creo que se lo diga a todo el mundo... —dijo Valtiel sentándose en la cama—. La tomarán por loca.
—Cosette, sal del cuarto —ordené ignorando a Valtiel.
—¿Qué? —dijo con una expresión confusa.
—¡Que te salgas! —exclamé alterado.
En cuanto abandonó la habitación me dirigí a Valtiel que continuaba sentado relajado en mi cama.
—Valtiel, ¿por qué andas tan calmado? ¿¡No te das cuenta que te descubrieron!?
—inquirí con rabia.—Jace, no me importa. No creo que Cosette sea así, solamente es apasionada con esas cosas del ocultismo, ¿por qué te pones tan agresivo? —preguntó desconcertado.
—Ella no es bienvenida... —dije saliendo del cuarto.
No lo entendía realmente, en verdad no podía, ¿por qué estaba tan relajado?¿No se daba cuenta de lo arriesgado que era la situación?¿Acaso ella le gustaba para que confiara tanto? Esos pensamientos me hacían sentir raro que no lograba comprender lo que era. Bajé las escaleras y fui a la sala, no había señales de la rubia en ningún lado, Cosette en verdad se había ido.
—Bien, así esta mejor —dije a la nada.
«No me gusta.» Oí la voz de Valtiel en mi mente.
—Valtiel, no entres a mi cabeza —dije sin ocultar mi desagrado por ello.
—Sólo es una amiga, me divertí hablando con ella, eso es todo —respondió esta vez atrás mío.
—Entonces vete con ella, yo nunca pedí convivir contigo, seguro ella estaría encantada —murmuré con sarcasmo.
—¿Estás celoso? —La voz de Valtiel haciendo un esfuerzo por contener su risa me enfureció más.
—¡¿Qué?! —En mi mente pensé "¿Qué tonterías estaba diciendo?".
—Jajajaja, cómo sea... Le debes una disculpa a Cosette, no es su culpa que tu estés celoso, ¿o sí? —dijo con un tono divertido.
—¡Callate, Valtiel! —exclamé molesto—. ¿Cómo podría estar celoso de una cosa tan desagradable y fea como tú?
—Aunque no lo creas tengo sentimientos Jace —musitó Valtiel haciéndose el ofendido.
Ya no dije nada, no tenía ganas de hablar y mucho menos de estar cerca de Valtiel, él se estaba tomando todo de una manera muy tranquila sobre este asunto, no veía las consecuencia que podía traer su actitud osada y despreocupada como yo lo hacía. Fui a la entrada y me coloqué la chamarra, bajo la atenta mirada de Valtiel a unos pasos de distancia agradecí que no dijera nada y salí de casa. Necesitaba despejar mi mente; relajarme dando un paseo hasta que tuviera ganas de volver.
No sabía cuantas horas había estado deambulando por las calles o cuanto tiempo estuve entretenido observando los escaparates de una tienda de libros,había visto uno que me llamó la atención; tenía una portada negra con 4 mariposas de distinto color pero lo ignoré, no sabía siquiera a que hora había salido de casa pero ya era algo tarde y aunque no tuviera de ánimos tenía que volver, mi padre podría preocuparse. Fui caminando por las calles, perdido en mis pensamientos y en lo último que hablé con Valtiel, si estaba tan seguro de lo que decía tal vez debería confiar un poco más en él.
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En las garras del demonio (EDITANDO)
RomanceJace, un simple estudiante universitario, se ha visto envuelto en la tarea de lidiar y convivir con un demonio encantador , luego de haberlo invocado una noche por una extraña ouija, poco a poco se darán cuanta que no era lo que esperaban... (No com...