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"NO TE LIMITES A AMAR"

No tenia ganas de salir la cama, su jefe le había dado la semana para preparar su caso.  Las cosas de un segundo a otro cambiaron tan dramáticamente que no alcanza a comprender ¿Porque? Consiguió levantarse más a fuerzas que de ganas, gracias al pequeño Liam que ya había despertado.

La mañana transcurrió tranquilamente sin ninguna novedad, o señal de Severus después de sus palabras que le dijo  una noche anterior estaba sentida. Pero no lo juzgaba asimilaba como se podía sentir después de estar alejado de ella, y al volver enterarse que era padre de un niño de casi 2 años.  Estaba perdida con miles de cosas en mente, mientras preparaba el desayuno para su hijo, viendo como Liam estaba en una sillita jugando con una caballo de juguete.  

 — ¡Ma! - (llamaba su pequeñín)  

—Ya voy, Liam - (tomo el biberón, junto con una papilla en su pequeño plato) — ¡Aquí estoy! ¿Te parece si vamos hoy a pasear? - se animo, dándole su desayuno con alegría.

La mañana tomo su curso normal para ambos como si fuese un fin de semana normal, el desayuno, su baño, un ágil movimiento con la varita y ordenar todo el apartamento y jugar antes de salir de compras o de paseo. La gran pañalera era como su mano derecha para las cosas básicas de ambos, arreglo al bodoque con su conjunto favorito azul marino y un oso en el.

Sabia que no irían a un lugar importante por lo que solo se puso su pantalón de mezclilla y una blusa de cuello sport blanca, y guardando dentro de la pañalera un suéter negro

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Sabia que no irían a un lugar importante por lo que solo se puso su pantalón de mezclilla y una blusa de cuello sport blanca, y guardando dentro de la pañalera un suéter negro. Tenían una gorro igual los dos, que la llevaron también consigo después de todo era un día común. Salieron a la gran civilización Muggle, Liam caminando de la mano de su madre riendo como siempre lo hacia. Terminaron en un pequeño bosque a las afueras de la escandalosa  ciudad apareciendo,  extendiendo una manta como si fuesen a hacer un Pícnic. Hermione siempre iba preparada para todas las situaciones y conocía a la perfección a su hijo llevando siempre sus carritos que tanto le gustaban, así como su propio oso de peluche blanco bautizado con el nombre de "Tata". 

Todo era mucho más fácil así, como estaban en ese momento, solo ellos 2 como siempre había sido los últimos 2 años. Ese pequeño frente Granger jamás le había hecho falta nada, e imaginaba que si no fuese porque ella misma le habla sobre su padre, no seria importante. Era egoísta como Severus lo había sido cuando decidió por ambos, y se fue sin decir nada mas que un estúpido lo siento. Ese hombre le causaba un desorden como siempre lo había provocado, y eso solo comprobaba lo que se negaba así misma, aun lo quería. La pregunta era ¿él también?

 — ¿Qué te tiene en otro lugar? ¿Todo bien Granger? - (pregunto un hombre, peculiar asustando a Hermione)

— ¡Dante! ¿Cómo supiste donde estábamos? - (respondió nerviosa al tener a ese hombre frente a frente)

"No hay nadie más"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora