Han pasado siete años, siete años desde que lo conocí, desde que pasé mis días tristes como felices con él, en donde siempre me apoyaba sin importar qué tonterías hiciera. Siempre estuviste ahí para mí en todo este tiempo. Nuestra relación se fue haciendo más estrecha. ¿Sabes? Nunca pude ser feliz hasta que lo conocí, siempre pensé que me veías como un amigo, como un hermano, y la verdad no quería arruinarlo. No quería arruinar nuestra amistad hasta que no pude más y un día me declare a ti. En ese entonces estaba tan nervioso, tan estresado que incluso sentía que mi corazón se iba a salir por mi boca. Sé que es un poco exagerado pero, así es como me sentía. Me acuerdo cuando pude decirle mis sentimientos, el como te me quedaste viendo, con esa mirada que me hacía sentir tan pequeño pero que me hizo enamorarme de ti. No pude soportar tu silencio en ese entonces, así que decidí irme pero me detuviste, me abrazaste y me dijiste que sentías lo mismo, que no sabías cómo decírmelo. Estuve tan feliz que nunca imaginé que me correspondiera.
Siempre me fije en un detalle y es que todas nuestras primeras veces han sido bajo las estrellas. Nuestras confesiones, promesas, hasta nuestras escapadas. Siempre a la luz de la noche, con esas hermosas estrellas. Recuerdo cuando hacíamos travesuras, donde solo la luna y las estrellas han sido testigos de todo lo que hacíamos. Me encantaba y amaba como me llevaste a lugares que no conocía, me decías que era una sorpresa y al final eran jodidamente maravillosos.
No soy una persona que haya experimentado el amor. Cuando te conocí al principio fue tan confuso, tan extraño pero supe que lo que sentía por ti no era cariño, era un sentimiento extraño pero a la vez cálido, que cuando te veía con alguien más sentía que se me iba todo de solo pensar que esas personas podían estar contigo. Aunque sentía un alivio cuando los rechazabas.
Recuerdo la vez que tuvimos nuestro primer beso. Fue un momento inesperado ya que tú me lo diste cuando estaba tan distraído viendo una película. Supo cuánto deseaba que se quedara, y él aceptó. Todo iba bastante bien. Recuerdo que en ese entonces estaba nervioso y lo notaste, creo que pensabas que era por la película por lo que me hiciste verte a los ojos. Nunca pensé que fueras a hacer algo como eso, ya que era normal entre nosotros estar así cuando me abrazabas o me dabas besos en las mejillas pero, esa vez fue distinto ya que cuando me hiciste mirarte, me besaste. Para serte sincero quedé sorprendido, no podía creer lo que estaba pasando y no pude reaccionar por varios segundos. Para ser sincero estaba tan feliz como nervioso aunque luego te correspondí con emoción. El beso fue tan tierno como a la vez lento. Cuando nos separamos tú me miraste con tanto cariño que cuando íbamos a besarnos de nuevo nos interrumpieron. No pudimos evitar estar nerviosos y tome ventaja de que nos interrumpieron para alejarme e ir a abrir. Ese día me sentía muy feliz, más cuando nos fuimos a dormir que tomaste confianza y me abrazaste por la cintura.
Pasamos tantas cosas que aún siento que esto es un sueño. Me apoyó cuando más lo necesitaba, cuando sentía que mi mundo caía de la peor forma, el saber de la muerte de mi madre. Estuve tan deprimido, tan destrozado. Nunca me dejaste solo, estuviste conmigo todo el tiempo incluso cuando la velamos. Hubo un momento en la vela que me dijiste que ibas a traer algo para beber, en ese pequeño tiempo perdí la noción del tiempo y solo supe que ya no estaba en ese lugar, estaba afuera mientras la lluvia caía. El sentir caer mis lágrimas por mis mejillas, me hizo caer en la realidad y derrumbarme. Te escuche llamarme a lo lejos pero no podía reaccionar hasta que pude sentir tus brazos rodear mi cuerpo por detrás, me abrazaste con tanto cuidado, como si fuera de cristal y con cualquier movimiento podía romperme. No pude evitar llorar de nuevo, solté todo el dolor que sentía mientras tú me decías palabras de amor y me consolabas.
A veces me preguntó si recuerdas la primera vez que estuvimos juntos de manera íntima. Esa vez me sentía tan nervioso que investigué para no sentirme tan primerizo. Es gracioso recordar eso porque me ponía cada vez más nervioso y tímido con solo leer cada página web. La verdad es que al final fue muy hermoso. Me acuerdo que lo hiciste con tanta delicadeza y amor para no lastimarme aunque al final pasó a ser más intenso. Lo gracioso es recordar ver su cara de alivio al saber que realmente me gustó.
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Bajo las estrellas
FanfictionDos personas, una luna y las estrellas que marcan el camino de cada uno