Parte Única

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Kibum despertó a la misma hora de siempre. El sol estaba comenzando a brillar, filtrándose alegremente a través de las cortinas de su ventana y pintando las paredes blancas de su habitación de un color dorado. Kibum busco su teléfono para poder mirar su reloj, suspiró suavemente y el silencio reinaba nuevamente en su habitación.

Rodó sobre la cama para quedar boca abajo y llevó su mano derecha a la almohada fría junto a él, estaba solo en la cama. Sonrió a pesar de estar solo, se acercó a aquella almohada y el olor de su novio golpeó de lleno en su nariz. Enterró  su cara en el suave material entre sus manos, para volverse a quedar dormido.

Quince minutos después el sonido del despertador irrumpe toda la habitación, rueda quedando boca arriba en la cama, suspira al apagar su despertador definitivamente, tenía que levantarse de la cama. Estiró todas sus extremidades y pasó una de sus manos por su despeinada, suave y negra cabellera. Sonriendo se se encamina a la cocina, aún con los ojos medio cerrados.

Pegada a el refrigerador se encontraba una pequeña notita amarilla con uno de sus bordes un poco doblado. “Amor, estoy de regreso en 15 minutos, si no lee esto otra vez”, aquel corto mensaje, escrito con una letra desordenada, pero legible para el. Kibum llevó su índice a aquella notita, y sonrió.

Decidió que era hora de ir a tomar una corta ducha, pues su novio estaría en casa pronto. Salió de la cocina y en dirección al baño. Le tomó unos aproximados veinte minutos ducharse, pero unos cuarenta minutos arreglar su cabello y maquillarse ligero quería asegurarse de lucir totalmente perfecto pues su prometido debía de esta ya en casa.

Kibum cumpliría veintiséis años hoy, sabía que por eso su novio no se encontraba en casa, tal vez buscando lo mejor para él, además le había prometido a JongHyun pasar la tarde con él y fue solo por su gran insistencia. Kibum sabía que su novio estaría en casa muy pronto, por lo que ellos dos pasaría toda la noche juntos; JinKi sabía lo pegajoso e irritante que JongHyun podía llegar a ser.

Kibum salió del baño y noto que aún el apartamento se encontraba con el mismo silencio en el que estaba antes y la nota aún se encontraba en el refrigerador. Kibum comenzó el conteo nuevamente, solo quince minutos más y podría obtener su beso. Treinta minutos después salió a encontrarse con JongHyun y a pesar de que habían pasado más de los quince minutos él seguía sonriendo. JinKi posiblemente se detuvo a hablar con una dulce ancianita en una panadería y por ende terminó jugando con algunos niños en algún parque o vio un gatito en apuros y corrió al rescate, cosas muy típicas de su novio.

-¡Feliz cumpleaños!-

JongHyun lo saludo cuando lo vio acercarse a la mesa de la cafetería en la que se suponían que debían encontrarse. Kibum respondió con una ligera sonrisa. Compraron cafés y un pedazo de tarta con la cual JongHyun le caro levemente feliz cumoleaños, sentados en una esquina de la pequeña cafetería.

-Puedes creerlo, JinKi se fue hoy muy temprano en la mañana… Y no obtuve mi beso de cumpleaños - Kibum hizo mala cara, JongHyun se movió visiblemente incómodo en su asiento, dando una sonrisa chueca.

-Uh… Kibum… - dijo JongHyun y Kibum levantó una ceja  al verlo así de incómodo.

-¿Qué pasa? - preguntó curioso Kibum y JongHyun suspiró y movió su mano un poco para indicar que no era nada.

-No es nada… ¿Recibiste algún obsequio de tus padres? - Kibum agito su cabeza.

Para Kibum eso ya no importaba, sus padres usualmente le enviaban ropa “te estas volviendo cada vez más viejo y nosotros ya no sabemos qué regalarte” decían las tarjetas que su padre le enviaba en broma, pero él ya hace un par de años que dejó de emocionarse por lo que sus padres le pudieran dar. Kibum solo esperaba emocionado el regalo de JinKi, su novio, sus regalos siempre eran absolutamente increíbles y especialmente este debería ser increíble pues JinKi se fue muy temprano esta mañana.

15 MINUTOS {ONKEY}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora