Por ambas...

Capitulo VII Un susto enorme...

"...Creí que tenerte a mi lado, seria mas que suficiente..., pero...nunca creí estar mas que equivocado..."

Pov Bruno

El piloto nos había informado que estábamos por llegar a nuestro destino, veo como la ciudad se vuelve mas y mas real a medida que nos acercamos y no como si fuese una maqueta, miro a Amanda quien ve por la ventanilla totalmente entusiasmada y curiosa, volteando a ver a Isidora, pero gracias a los calmantes esta plácidamente dormida, quizás hasta que lleguemos a mi casa, si, mi hogar donde compartirá toda la vida conmigo, donde seremos felices, le encantara lo se, solo el tiempo me dará la razón, a pesar de eso no significa que solo nos quedaremos en esta ciudad, viajaremos y conoceremos muchos lugares juntos, conocerá mis raíces y lugares nuevos que me gustaría ver con ella y por supuesto con la pequeña

Tuvimos un aterrizaje tranquilo, me vi en la obligación de cargar entre mis brazos a Isidora quien aun duerme, no creí que los calmantes le iban a causar ese efecto tan prolongado, bueno no importa por ahora, ya que tenemos mucho que recorrer aun y se desesperaría mas de lo que estaba antes de subir al avión

La pequeña, me seguía con una pequeña sonrisa, tal vez cree que es gracioso llevar a Isidora por todos lados en mis brazos, además de que ha dormido demasiado, bajando por la enorme escalera muy despacio, mientras que mis hombres aguardan por nosotros y mi auto y otro mas custodiando nuestro camino por seguridad

Al llegar al auto, invite a la pequeña a sentarse primero, no se abstuvo a nada, solo asintió y entro sin mayor inconveniente, una suerte de alivio, es una niña muy obediente, o quizás Isidora le ha enseñado muy bien, aun tenia caramelos en sus manos, comiéndolos felizmente, acomode a mi princesa dentro del vehículo sentándome a su lado, indicándole a mi chofer que emprendiera en rumbo hacia mi casa, el camino esta igual que hace mas de un año, ¿tanto tiempo ha pasado?, si, mas de un año búsqueda tras búsqueda, es increíble lo rápido que ha resultado todo, pero ha valido la pena, al fin mi vida esta completa, sonrió victorioso sin prestar atención mínima a las calles que ya conozco desde que era un niño de guardería, acariciando sutilmente la mejilla de ella mientras se encuentra dormida, hasta que mi móvil comienza a sonar nuevamente

-Andrés...-mire al cielo esperando que me de un poco de paciencia, se que será un gran sermón, si no he mandado a matar es porque ha sido mi único amigo en todos estos años, desde que vivíamos en las calles de Italia, pidiendo limosna para comer algún trozo de pan, ahora quien lo diría, se a convertido en un medico, aunque su camino pudo haber sido diferente ha decidido acompañarme hasta el final en mis negocios de dudosa reputación

-¿Dónde estas?-pregunto antes de saludarme- me colgaste la llamada desde que te pregunte por ellas ¿Qué les hiciste?

-nada -respondí cortante-¿me crees estúpido?

-estúpido mala palabra-regaño Amanda a mi lado, mis ojos se abrieron como enormes ventanas y algo se me removió por dentro ¿acaso me siento vergüenza de mi mismo?

-si pequeña, perdóname...

-¿eh? ¿están contigo?-contestaban del otro lado

-si, no ha pasado nada Andrés ¿Dónde estas?

-en tu casa...-dijo obvio -me habías dicho que preparara todo para su llegada, debes agradecérmelo, desgasto tiempo en esto, soy tu medico no tu mayor domo, ni si quiera le he dicho ni una sola palabra a Tatiana...

-si gracias adiós-le volví a colgar se que estará furioso conmigo, pero reclama mas que su misma esposa por teléfono, a veces pienso que su mujer es quien lleva las riendas de su relación, en mi caso yo soy quien llevara nuestras vidas, eso lo puedo asegurar

-mas dulces...-pidió Amanda extendiendo su mano

-¿quieres mas dulces?

-si, si-decía con entusiasmo mientras asentía con la cabeza, saque de mi bolsillo unos chocolates con centro de almendras, entrándoselos en sus pequeñas manos juntas para recibirlos-gracias...-sonrió

-de nada...-conteste- que tierna...-pensé, no nos quedaba mucho de camino, de hecho ya habíamos llegado, cruzando el enorme portón de mi casa, mas bien parece una verdadera imponente fortaleza, eche un leve vistazo a mi casa, esta igual que antes, o al menos eso es lo que se ve desde lejos, es grande o parecerá grande y la mayor parte del tiempo vacía, aunque ahora no será así, estará llena de risas y alegrías, tal como siempre quise y desee

Una vez que llegamos a la entrada de la casa, se abría la puerta principal, era Andres, aun conserva ese corte de cabello tan aburrido como siempre, cabeza dorada, ojos almendrados, y una piel tan pálida como la de Isidora, de seguro a ambos le falta salir mas al sol, fue recibirnos, Amanda me miraba confusa y un tanto asustada, también su rostro se torno un tanto contraído aferrando al dormido cuerpo de Isidora, decidí descender primero mirándome con sorpresa

-¿me creíste un bastardo?

-no, pero se lo que eres capaz cuando quieres algo y sobre todo cuando se trata de ellas-respondió tratando de dar un vistazo dentro del automóvil, pero como los cristales son polarizados, no logro ver nada

-están bien, aunque Isidora le tuve que dar calmantes para traerla

-¿la drogaste?

-no, solo fueron calmantes

- la drogaste, -confirmo no tenia otra opcion - ¿Qué tanto?-insistió

-¿Cómo que tanto?-pregunte confuso

-¿Cuántas dosis le diste para traerla aquí?-fue severo y serio en hacerme esa pregunta ¿Qué tiene de malo darle un par de calmantes de una chica?

-pues dos dosis, una antes de viajar y otra durante el viaje en avión

-¿Qué? eres un idiota, le diste muchas dosis en muy poco tiempo, por eso me sorprende que no ha gritado pidiéndome ayuda-dijo molesto dirigiéndose al auto abriendo la puerta sin mera autorización-¿le diste calmantes a la niña?

-¿Qué? no! La niña esta bien-conteste acercándome sintiendo un escalofrió por todo mi cuerpo, Andres sacudía a la niña como una muñeca y no reaccionaba lo mismo sucedía con Isidora -ayúdame a sacarlas! -me grito sacándome del shock-esto es grave

-¿Cómo?-no me respondió sacando su teléfono celular marcando un numero

-si necesito una ambulancia ahora, tenemos un caso de sobredosis y otro de alergia a una pequeña de tres años ¿Qué le diste idiota?

-solo dulces

-¿Qué clase de dulces?

-nada, caramelos y unos chocolates de...-me pause-almendras...

Horas mas tarde... pov Isidora

Abrí mis ojos y lo primero que se me viene a la mente es...es...¿Dónde estoy? , me veo en una enorme cama, acolchada y sabanas blancas de seda, hecho un vistazo a mi alrededor y todo es bastante amplio, ¿Qué hago aquí? ¿Cómo llegue aquí? Esta no es mi casa, mi casa es mucho mas pequeña que esto, además mi ropa...no recuerdo haberme puesto esto al salir de casa, ¿Dónde esta mi mamá? ¿mi papá? y lo peor de todo es...¿Cuál es mi nombre?

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Holaaaa espero que les guste este capitulo, gracias por seguir la historia besos!!! perdon las faltas de ortografia!!! abrazos!!!

proximamente............................................................Capitulo VIII Desapareción...