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10 de septiembre del 2018

Una demanda ¿en serio? Ocho años trabajando para Industrias LOV y me lo pagan con desconfianza y una demanda multimillonaria...

Este caso, mi caso será muy sencillo ganarlo o eso quiero creer...

El primer motivo para saber que soy inocente es: mi carrera, soy un  abogado y por ende no soy tan estúpido como para comer un delito de gran magnitud monetaria.

El segundo motivo es: Adele, mi prometida, jamás haría algo en contra de su familia y mucho menos haría algo para lastimar su estabilidad económica, nunca le robaría a mi suegro Luke.

El día de ayer llegó la demanda en mi contra, mi primera reacción fue pura sorpresa, pensé que me estaban gastando una broma, pero al leer la demanda y ver los sellos y firmas originales me di cuenta que todo era real, la sorpresa pasó a ser algo de segundo plano para ser reemplazada por la rabia y confusión.

Creía que Luke era alguien inteligente, alguien sabio, que antes de actuar analizaba todo el panorama, pero estaba equivocado. Creyó en otros antes que en mí.

—Thomas, tranquilo. —pide Sam con voz neutra.

—No, ¿Como me puedes pedir que este tranquilo? ¡Luke me ha demandando! Ha demandando a su maldito abogado, él mismo que le estaba ayudando en este caso, escuchas cuán incongruente se escucha todo esto.

—No eres culpable, no tienes porque preocuparte.

La demanda en sí es muy complicada, son millones de dólares que están involucrados, la persona qué cometió el delito fue muy astuta, tengo que admitirlo, no dejo ningún cabo suelto, no había ningún sospechoso, hasta el día de ayer. Luke estaba desesperado, creo que ese fue el motivo principal para que lo convencieran de mi culpabilidad, la incógnita aquí es: ¿Quién fue? O ¿Quiénes fueron?

—No preocuparme ¿es en serio? Idiota, han congelado mi cuenta bancaria, Luke me ha despedido y para acabar con este mal chiste dentro de tres días tendré mi primera audiencia en los juzgados y aún así se te ocurre decir: "no tienes porque preocuparte" —grito con odio, escupiendo de manera verbal todo el enojo que llevo dentro de mí.

—Perdón, no quería alterarte, soy un idiota tienes razón —dice con vergüenza—. Pero yo te puedo ayudar con la defensa, sabes que soy abogado junior, pero puedo ayudarte a litigar este caso, no soy tan idiota como abogado.

Es verdad, Sam es un buen abogado, siempre estuvo a mí lado como: asistente y carga todo. Creo que nunca había hablando tanto con él, siempre nos limitamos a hablar sólo sobre los casos.

Luke no es tonto, cuando se trata de su empresa, no dejara Industrias LOV sin un abogado y estoy seguro que Sam será mí reemplazó perfecto, el tendrá mi puesto de abogado senior.

—No, no necesito ayuda. Yo sólo llevare mi caso, pediré un permiso al tribunal superior de justicia para poder litigar mi propio juicio —digo con firmeza—. Estoy seguro que Luke te dará mi empleo y por ende tú llevaras este caso, defiende con todo lo que tengas a la empresa, pero desde ahora te  advierto que vas a perderás ¿por qué? —sonrío—. Porque soy inocente, suerte con esto niño. —termino de decir con gracia.

Asiente algo apenado y sale de lo que queda de mi ex-oficina.

«Que jodida está mi vida.»

Desde ayer no he podido hablar con Adele, la extraño tanto, necesito de mi chica, justamente ahora, no de manera sexual, sólo necesito que me escuche y diga que todo estará bien.

One more chance Donde viven las historias. Descúbrelo ahora