Parte 1

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Stiles sonrió bobamente al ver el mensaje de texto que le había llegado, estaba en medio de una de las reuniones de la manada pero para Stiles el remitente del mensaje tenía más prioridad.

—Chicos tengo que irme. — les dijo sin esperar respuesta, sólo se dispuso a buscar sus cosas para irse.

—Stiles estamos en media investigación. — le dijo Derek con el ceño fruncido.

—Si pero esto es importante. — los lobos escucharon atentamente los latidos de su corazón esperando que mintiera y así poder retenerlo pero nada de eso paso. — Luego encontraré más información.

—Pero Stiles, te necesito aquí. —le pidió Scott.

—Lo siento es que. — Su teléfono comenzó a timbrar con insistencia. — Ya voy para allá. — respondió con una sonrisa enorme.

—Te veo donde mismo. — le respondieron desde el otro lado.

—Lo se. — contesto Stiles antes de colgar así que se fue lo más rápido que podía para que ninguno le hiciera una pregunta.

Por un momento se miraron todos entre si entendiendo así que todos estaban pensando lo mismo.

—No solo hoy se comportó más raro de lo normal. — Comento Lydia frunciendo los labios. — ¿Acaso fui la única que noto que se salteo varias clases sin decir a dónde iba?— pregunto al ver que todos la veían confundidos.

—Algo nos oculta. — dijo Derek molesto.

—Tal vez solo quiere espacio. — Alegó Scott. — Tal vez solo pasa tiempo con otros amigos. — aunque realmente no estaba seguro de eso, el alfa no pensaría mal de su mejor amigo.

—Stiles no tiene más amigos. — Derek frunció el ceño por la ingenuidad del alfa verdadero. — Averiguare que está escondiendo. — el lobo agrio tomo su chaqueta y se dirigió a pasos rápidos a la salida pero Scott lo detuvo.

—No podemos infringir su privacidad. — trato se hacerle entender Scott.

—Stiles es un imán para los problemas. — Dice suspirando. — ¿Cómo podemos saber que no se está metiendo en uno?— Entonces Scott comenzó a dudar, torció la boca pensando en que debería de hacer. — Solo quiero protegerlo.

— Solo nos aseguramos que está bien. — aclaro el alfa verdadero.

Ambos alfas habían salido del loft para tratar de seguir el aroma de Stiles esperando con no encontrase con algo que no puedan manejar.

Mientras tanto a unos cuantos kilómetros un par de hermanos discutían dentro del impala.

—Dean no puedo creer que sigas con esto. — Sam lo miro con desaprobación. —Creí que solo sería algo de una sola vez, pero ya es la sexta vez que me arrastras hasta aquí para ver al chico que conociste en el verano pasado.

—Sam. — le replicó Dean. — Se lo que estoy haciendo.

—No creo que lo sepas. — Sam pasó sus manos por su espesa cabellera tratando de encontrar una manera de hacer entender a su hermano que está mal. — ¡Demonios Dean! Solo tiene 17 años.

— ¡Lo sé!— golpeo el volante. — Tengo 32 y sé que incluso me podría ir al infierno por esto pero sabes ya me fui al purgatorio por otras cosas así que no me importa volver ahí por él.

—Dean. — Sam jadeo un poco molesto por que sabía que su hermano tenía razón. — Iré a dar la vuelta mientras estas con él. — el rubio cenizo se estacionó para que Sam saliera del impala y el pudiera llegar al motel. — Solo hazme un favor.

— ¿Cual?

—No lo hagan en mi cama. — le dijo antes de cerrar la puerta del auto e irse pensando en lo problemático que era la relación que tenía Dean con aquel adolescentes inquietó.

Condujo unos minutos más hasta que llegó al motel en el que siempre se quedaban de ver cuando Dean no entraba a hurtadillas a la casa de Stiles.

Cuando llego Stiles le sonrió a Dean aguando las ganas de besarlo en ese mismo instante por que no podían exponerse en público fácilmente, el castaño no quería darle problemas con la ley a Dean porque sabía que el FBI lo buscaba por ser el principal sospechoso de cometer asesinatos en serie los cuales fueron culpa de los monstruos que el cazaba. El rubio cenizo ya había pisado la cárcel con un nombre falso y luego escapó con ayuda de Castiel pero tiempo después los federales relacionaron su verdadero nombre con otros crímenes. El había detenido el apocalipsis pero no era suficiente para poder besar al chico que le gusta en la vía pública sin que lo arresten. Todo era una mierda, pero Stiles lo valía.

Al entrar a la habitación el adolescente paliducho solo necesito una mirada para entender que el cazador lo quería tener bajo de el sin ropa, entonces Stiles camino hacia para besarlo como tanto ansiaba desde que le dijo que volvería a Beacon Hills.

—Te extrañe. — le susurro Stiles.

—Lo se bambi. — Dean le respondió con una sonrisa burlona, sabía que Stiles detestaba ese apodo.

—Idiota. — le dijo Stiles aun sin separarse de Dean.

—Perra. — contraatacó el cazador.

—Dean. — a Stiles le brillaron los ojos de una manera tan peculiar que se podía ver reflejada la lujuria, se lamió los labios antes de hablar y Dean suspiro ante tal artimaña, Stiles sabía que el rubio cenizo se volvía loco con esos gestos de colegiala coqueta. — Sabes que si soy tu perra. — Entonces Dean no lo pensó más y lo llevo a la cama donde comenzó a besarlo de una manera tan atrevida que Stiles gimió. Quiso quitarle la camisa de franela a Stiles de un tirón pero este no midió su fuerza de lo excitado que estaba y término por romperla.

—Me llevaré tu chaqueta. — le dijo el adolescente entre besos. — trata de no romper mi pantalón.

—Cariño, solo me importa romperte el culo. — Y así empezó una larga cesión de sexo duro y apasionado.

En el estacionamiento del motel se encontraban Derek y Scott un tanto confundidos por encontrar el auto del beta humano en esa clase de lugar.

Si salen con su chingadera de la diferencia de edad, vayanse a la ñonga zuripantas. Simplemente no lean. Por que no dejare de publicar.

Pero si me corrigen algún error tendrán todo mi lov.

Los quiere The Sinner y su perro.

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