Amor Comprado (Bella Swan/ Edward Cullen)

Prologo

Bella Swan.

Esta noche, me presente en el restaurante, La Bella Italia para la cita, porque esta misma noche y va a conocer al dichoso millonario el que se iba a convertir en mi esposo por desgracia.

Seguramente es un viejo verde.

Estoy nerviosa, a punto de llorar por el destino que me espera con ese viejo, que no se intenciones tenga conmigo.

Solo lo hago por mi padre, solo hago por mi padre, solo lo hago por mi padre me lo repito a mi misma varias veces.

Entro al restaurante, y observo que es un lugar elegante para personas refinadas, veo que están vestidos elegantemente.

Y me observó, yo no voy vestida elegante más bien voy sencilla, con un vestido azul de tirantes con lunares negros alrededor del vestido y unas bailarinas negras y me pelo suelto en bucles.

Y Maquillaje normal, para no parecer payaso de circo.

Sigo caminado por el lugar.

Hasta que un chico se me acerca vestido de mesero se me acerca.

Chico/Mesero: Buenas noches señorita, busca a alguien o tiene una reservación (me pregunta con una sonrisa).

Bella: En realidad si tengo una reservación (le respondo).

Chico/Mesero: Me puede decir el nombre de quien está la reservación (me pregunta amablemente esperando)

Bella: La reservación esta nombre de Edward Cullen (le respondo al chico vestido de mesero).

Chico/Mesero: Edward Cullen (dice) es por aquí sígame (invitándome a seguirlo dala vuelta a la izquierda y se mete por un pasillo).

No me queda otra opción a sí que me volteo y sigo al chico por donde se fue.

Después de una hora caminando detrás del chico vestido de mesero.

Giramos a la derecha y nos detenemos frente a una puerta que dice salón "Privado".

El mesero abre la puerta de dicho salón y me indica con la mano que pase.

Me tenso.

Empezando a ponerme nerviosa otra vez por Edward Cullen me solicito en un salón privado.

Bella: Gracias (le agradezco con un sonrisa forzada y paso al salón "Privado").

Oigo como la puerta del salón cerrase detrás de mi, des pues de pasar.

Y oigo los pasos del chico regresándose por donde vino.

Termino de entrar salón y puedo observar.

Una mesa puesta elegantemente para dos personas y un candelabro colgado del techo hecho de cristal.

Me quedo paralizada en la entrada a punto de salir corriendo del lugar.

Cálmate me, nadie te va a morder me dije a mi misma para darme valor.

Suspire.

Alce mi cabeza y mi mirada se detuvo en una ventana abierta que se encontraba al final del pasillo.

Invitándome.

Empecé a caminar como hipnotizada hacia ese lugar.

A ese lugar.

Asome mi cabeza a la ventana, topándome con una imagen hermosa de una noche estrellada, que se quedaría para siempre en mi memoria.

Salí de mi ensoñación y me puse a pensar.

En como voy a casarme con un desconocido, que ni siquiera conozco solo se su nombre.

Pensé con tristeza.

El no me conoce, yo no lo conozco, el no me ama y yo no lo amo.

Sé que nuestro matrimonio será por conveniencia, por parte de mi pero no se por parte de él.

Jamás que mi vida seria a si casarme, a mis 17 años, que no fuera por amor, amarrarme a un hombre que no me ama de por vida.

BASTA

Me grito mentalmente.

Solo lo hago por mi padre tratando de convencerme.

Siento como una la grima se escapa de mi ojo derecho y siento como se desliza por mi cara, alzo mi mano derecha y me limpio el rastro de la lagrima que dejado por todo mi rostro.

Y suspiro decida a en a enfrentar esta situación.

Me volteo dando la espalda al hermoso paisaje que tengo detrás de mí.

Y empiezo caminar con gran valentía para dar la cara mi futuro esposo y esperarlo.

Pero al momento de caminar uno de mis pies  tropieza con un cable que no sabía que estaba hay.

Y siento como me tambaleo a punto de caer, cierro los ojos para recibir el impacto pero este no llega.

Porque mi cuerpo impacta con un cuerpo duro y fuerte y siento como uno brazos fuertes rodean mi cuerpo para sostenerme.

Abro los ojos sorprendida y alzo la mirada del pecho del desconocido, el rodea mi cuerpo con sus brazos fuertes.

Para toparme con un chico guapo de pelo cobrizo, de ojos verdes.

Pero mi mirada se dé tienen en esos ojos verdes que me dejan aturdida y hipnotizada por el brillo que se refleja en ellos.

Haciendo que mi mundo se detuviera.

Al saber que mi vida y mi mundo ya nada será igual.

Al ver eso ojos verdes.