El lunes me encontraba en la oficina de mi jefe, el Lic. Molina inventándole todo tipo de excusas para que aceptara darme una semana de descanso, él no se encontraba nada contento conmigo, no le gustaba que le pidieran vacaciones con tan poco tiempo de anticipación, al final había accedido siempre y cuando entregara en tiempo y forma el "Book Trailer" encomendado por el Lic. González. Me sentí feliz cuando lo logré, necesitaba una victoria, León no me había escrito el domingo y el lunes en la mañana lo primero que hice al llegar a la oficina fue revisar mis correos personales con la esperanza de que ya hubiera escrito, pero nada de él me había llegado, cuando regresé a mi oficina estuve a punto de escribirle yo, pero no quise verme desesperada o acosadora posiblemente estaba atareado con su trabajo y cuando tuviera tiempo libre ya me escribiría, sin embargo una voz interna me decía que aquello no pasaría, ¿pero por qué no escribiría, sino habíamos discutido o peleado durante el fin de semana? Por otro lado estaba Paolo, él me había llamado el domingo en la tarde para hacer algo y le dije que estaba cansada, aunque realmente no era así, pero no quería que mal interpretara nuestra amistad después de la fiesta familiar sobre todo por cómo me había comportado con él delante de mi familia, pero ¿acaso él no sabía que lo de esa noche, presentarle a mi familia y lo demás sólo fue una representación? Para mí era evidente, pero no estoy segura si para él lo fue, ¿se lo llegué a explicar en algún momento?, estando ahí en mi oficina me di cuenta de que no había sido del todo clara con él, posiblemente le había dado alas y solo había hecho eso para quedar bien delante de mi familia, en realidad para quedar menos patética, la realidad de las cosas es que lo había utilizado, y caí en cuenta de que entre Michel y yo no había tanta diferencia, él me había dado alas para cumplir un fin y yo había hecho lo mismo con otra persona, empecé a darme topes en mi escritorio.... ¡Literalmente! Y para mi mala suerte en ese momento llegó mi jefe, estaba levantándome del escritorio cuando lo vi, con sus ojos penetrantes mirándome desde el marco de la puerta, su cara se mostraba entre estupefacta y preocupada –¿Estas bien Sara?- Me preguntó y yo intentando mostrarme lo más "Cool" posible, como si no me hubiera encontrado golpeándome con él escritorio le contesté que sí, pero el volvió a insistir:
- Es que Sara, hace rato me pediste vacaciones de última hora y sabes que no es política de la editorial darlas con tan poca anticipación y no es nada común en ti saltarte las reglas, además me dices que es por un problema personal y me preocupaste con eso, y vengo a verte para decirte que ya estaba notificado con RH y te veo dándote topes en tu escritorio, eso no es normal y las verdad es que no has estado muy normal desde hace semanas, has llegado tarde a dos presentaciones, nada normal en ti, un par de veces has llegado desaliñada como si te acabaras de levantar y también te reconozco que en otros aspectos has mejorado, ahora te arreglas mas, has cambiado tu corte, bajado de peso, pero me pregunto si esas son estrategias para combatir algún tipo de depresión o... no se algún otra cosa....
Quedé helada. Intenté responderle y decirle que estaba bien y que nada de eso volvería a ocurrir, pero no me dejo ni abrir la boca y el prosiguió hablando:
- No me digas nada, que posiblemente todo lo que me digas serán pretextos, vete esta semana, arregla lo que tengas que arreglar y cuando regreses no traigas tus problemas personales
Le puse la sonrisa más sufrida que pude encontrar en mi repertorio de sonrisas porque no me quedaba de otra ya que no me quiso escuchar y como en parte yo misma le había mentido cuando le pedí la semana de vacaciones, realmente ya nada me quedaba por hacer.
En la tarde Ingrid me llamó estaba exaltada, se le escuchaba completamente feliz, me contó que Esteban por fin había recapacitado, que estando en la oficina le había declarado su amor, que había reaccionado cuando supo que ella se iría en dos semanas y que descubrió que no quería perderla y que deseaba salir con ella al día siguiente en la noche, Ingrid no cabía de felicidad, luego me dijo que había una junta de vecinos el miércoles en la tarde y que ahí me contaría como había estado su cita, yo intenté mantenerla en la realidad puesto que Esteban seguía con la novia, pero Ingrid no dudaba que eso acabaría pronto, yo sabía que ella se engañaba pero preferí ya no decirle nada más, para que así el miércoles no dudara en contarme lo sucedido en su cita, pero cuando colgué me reclamé a mí misma -¿Por qué tengo que ser tan negativa?- Posiblemente Esteban si piense romper ya con la novia y empezar una relación con Ingrid, así como también León va a escribir, seguramente el miércoles lo haría, si definitivamente del miércoles no pasaba.
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Proyecto 20 Otra vez
ChickLitSara es una mujer soltera en sus treinta y tantos años debido a que su vida personal y social la ha dejado a un lado por estar dedicada a su crecimiento profesional desde su juventud, la cual nunca vivió plenamente debido a su obsesión por el traba...