Madre, ayuda.

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Está comiendo, disfruta la cena con Pau, alguien parecido a Yanov es su mesero y Yuu está platicando con una chica guapa que seguramente trabaja en el lugar.

Le sirven un corazón, rodeado cuidadosamente con un ensalada, a su mejor amigo. Recuerda sentirse confundido al verlo, pero Pau le dice que es deliciosa, es la especualidad de la casa; Es un postre. Reconce las hojas que rodean al corazón falso como espinacas. Sonríe un poco y le pide a Pau un trozo, este lo corta y lo que parece ser jalea de fresa o chocolate se desperrama por los lados de ese delicioso postre.

Cuando el holandés le tiende el tenedor y muerde, pero, siente como sus dientes perforan algo que no puede ser chocolate o fondant. Es muy duro, pero no lo suficiente. Se atora en sus dientes y un sabor metálico invade sus papilas gustativas.

Sangre.

Es sangre.

Su amigo alza la ceja, confundido, agarra el corazón que Tord ahora esta seguro de que es real y lo muerde. La sangre lo salpica, siente como cae en su rostro, es cálida. Siente como se desliza.

Siente miedo.

Siente asco.

Ve la bandeja de plata pulida entre los dos. Una tapa circular cubriendo algo. Su estómago se retuerce. Cuando alza la tapa, se encuentra con la cabeza de Patryck. Sus lágrimas parecen seguir corriendo por sus mejillas, lagañas amarillas en las orillas de sus ojos, una mezcla de snagre seca con saliva deslizándose por la comisura de su labio.

Apesta.

Voltea hacia el pasillo de la pequeña cabina en la que se encuentra, tira platos en el procesos, repiquetean, se rompen, el vidrio y la porcelana se encajan en su piel mientras siente como el ácido de su estómago quema su garganta, cayendo al tapete rojo y ensuciandolo con manchas cafés y rojas.

Escucha a los otros comensales reír de él, señalarlo disgustados y siente miedo. Voltea a ver a Pau. Sus ojos llorosos y su garganta matándolo.

— Eh, Lassen. — Pau dice, sonando claramente decepcionado de su acompañante. — Tu me convenciste de dejar el plato fuerte para el final.

No recuerda a detalle que ocurrió después. Recuerda chocar con gente mientras corría, recuerda llorar y que todo era borroso. Recuerda tirarse en su cama y llorar hasta que no puede más.

🕷

Ve unos ojos muertos enfrente de él y grita.

Cubre su rostro con sus manos, cuando las retira de este, ya no hay nada. Ya no hay nadie.

Se gira de inmediato a su derecha, casi cayendo de su cama, busca en la mesita de noche su celular y llama a uno de sus contactos en favoritos.

Escucha el tono de llamada dos, tres veces.

"El número que usted ha marcado, no está disponible, espere al timbre para dejar-"

Vuelve a llamar.

Vuelve a llamar.

Vuelve a llamar.

Vuelve a llamar.

Vuelve a llamar.

Vuelve a lla-

— ¿Qué carajos, Tord? — al escuchar la voz de Patryck se da cuenta de que había mantenido la respiración, pues exhala. Su cabeza le punza, escucha estática y esta seguro de que está temblando.

— ¿Tord? — La voz de Patryck vuelve a sonar por el auricular del teléfono y el aludido empieza a llorar. Está vivo, su cabeza- Ni siquiera le da tiempo de alejar su celular, cuando, ahora en la vida real, vomita. — ¡¿Tord!? — El polaco está asustado, lo escucha en su voz.

Vecino  [Shipsworld]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora