Capítulo 11: ¿Quién eres?

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Yo tenía la costumbre de levantarme tarde pues al no saber cómo perder el tiempo en esa solitaria casa, solía dormir más tiempo, pero esa mañana de forma milagrosa me levante temprano y con energía.

Tome una ducha rápida, saliendo de esta con el cuerpo caliente, envuelto en una enorme toalla, contrastando con el frio de aquella despejada mañana.

Me vestí con lo primero que encontré, sin tomarle mucha importancia.

Cuando escuche la puerta abrirse baje, dejando mi típica pereza a un lado. Me di cuenta que tenía la vaga esperanza de ver al hombre de gran altura y de voz, endemoniadamente, gruesa.

"Patético " Me recrimine pero en el fondo sabía que estaba esperando que el cumpliera su sutil promesa de estar ahí en la mañana, por más lamentable que mis palabras sonaran, así era. Me aferraba a unas efímeras palabras como si fueran las que me salvarían de aquel maldito infierno.

La vida tenía una manera muy bárbara de mostrarme el sucio lugar al que pertenecía, hundiéndome un poco en aquella desesperante oscuridad. Bien parecía que se reía en mi cara.

En el umbral de la puerta principal estaba el señor Kim vestía un descolorido traje azul, tenía el saco desabrochado y su corbata estaba desacomodada. Llevaba un cigarro en su mano derecha, fumando de una forma asquerosa. Atrás de él alcanzaba a ver a una agraciada mujer dando a relucir sus curvas con un pequeño vestido color negro, su melena era de igual color, resaltando de su blanquecina tez. Parecía tener una piel tersa debajo del kilo de maquillaje que llevaba en la cara.

El señor Kim le dio una calada a su cigarro. Soltó todo el humo en mi cara mientras me veía con ira contenida.

-Quítate- Ordeno, pero yo no pude hacer nada pues estaba dentro de un pequeño shock pues el no debería de estar ahí, al menos no por un tiempo.

Sin delicadeza alguna me aparto de su camino, aventándome contra la pared, provocando un ruido un tanto exagerado. Siguió su camino con la chica caminando tras de él. Cuando ella paso a mi lado volteo a verme de arriba abajo, haciéndome sentir como un estorboso, sucio y viejo mueble.

La joven siguió su camino haciendo sonar los altos y delgados tacones negros que llevaba. Escuche una pequeña risa de parte de ella, quedando atrapado en el despacho después de que la puerta se cerrara.

Me apoye en la pared, resbalándome sobre esta, llegue al piso. En el transcurso un par de lágrimas cayeron. No era la típica escena dramática: ojos súper llorosos, agarrándome las rodillas, temblando ligeramente y en silencio. Yo solo estaba ahí, tranquilo, sin expresión en el rostro. De pronto me sentía solo y triste, pero no podía expresarlo.

Me levante como pude y me acerque al espejo del baño de la planta baja.

Me reí de forma satírica de mi persona. Asombrosamente esa mañana me vestí de manera en la que no lo había hecho en bastante tiempo, luciendo fresco y calmado, como si fuera cualquier joven de 19 años

"Idiota" pensé, dándome una autocrítica para nada constructiva. Recordé que había gente en la casa así que decidí ir al patio antes de escucharlos. Deje el baño y le di una mirada rápida a la puerta principal

-Realmente me estabas esperando- Dijo Seung sonriendo mientras yo le miraba impresionado. El traje color vino que llevaba combinado con una camisa blanca hacia que su persona irradiara belleza.

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⏰ Última actualización: Aug 09, 2018 ⏰

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