-Ahh... entiendo- Respondí con un mar de preguntas por dentro y una ambivalencia entre el haber sabido que él estaba vivo pero que no iba a ser fácil encontrarlo de nuevo. Me marché lentamente. ¿A quién iba a engañar? Yo lo amaba.
Derek Hoffman, por favor vuelve a mi vida. Aunque sea que tus padres me paguen por lavar tu inodoro, pero te quiero ver.
¿Dónde estás?
Nuevamente volví a entrar en depresión. Por supuesto estaba feliz de saber que no estaba muerto; pero no me bastaba sólo con ello. Lo necesitaba a mi lado.
Ya ni siquiera era vegetariana, no era nada.
Comía a deshoras.
Cuando comía era la mitad de una fruta o quizá unos granos de maní.
Todo el tiempo tomaba agua, que con suerte era lo que me mantenía despierta.
Aunque no sentía necesidad alguna por comer más.
Aquellos chocolates que me habían enviado se los regalé todos a Lauren.
Hacía mucho ejercicio, sobre todo abdominales de todo tipo.
Mi rostro siempre se veía cansado.
Ya no era normal.
Mi cabello fue lentamente perdiendo el color arcoiris y se fue tornando blanco nuevamente.
También se empezó a caer.
Mis uñas se resquebrajaban.
Y tenía frío todo el tiempo.
Una noche en la que no sabía qué hacer, decidí ir a ver si la abuela estaba despierta. Sentía la necesidad de contarle lo que estaba pasando en mi vida. Quizá me estaba volviendo loca. Sólo por una persona no te vuelves así. No entendía nada. Nada tenía sentido.
Me coloqué mis pantuflas de lana y con tremenda dificultad logré levantarme de la cama. Me sentía demasiado débil. Apenas pude pisar el primer escalón cuando...No supe más de la vida.
~
Un pitido constante me perturbaba cada vez más, trayendo mi paz a un lapso en el espacio en el que estaba completamente incómoda, al mismo tiempo en el que sentía que no podía mover ninguno de los miembros de mi cuerpo. Con el mayor de mis esfuerzos pude captar con mis ojos un destello de luz que me cegaba.
-Abrió los ojos- Escuché una voz desconocida.
-Abrió los ojos, Dios, gracias- Era la voz de mi madre.
"¡mamá!", intenté exclamar pero apenas pude emitir unos leves sonidos no sonoros. Mis ojos se cerraban y abrían involuntariamente.
-¡Mi bebé!- Le escuché. Sí me había oído.
-Mamá...- Esta vez pude pronunciar y emitir mejor.
Ya me podía ir dando a la idea. Estaba en un hospital. Conectada a algunos aparatos que me estaban suministrando sueros. Ya sentía la capacidad de moverme nuevamente y recobré más fuerza.
-¡Sí, sí!- Decían todos, entre ellos Zedd. -Qué suerte-, Dijeron. Muy bien, ya tenía conciencia de nuevo, pero por favor alguien que me explicara cómo había llegado aquí.
Pasaron algunas horas, casi eternas en las que no hice nada más que estar allí acostada esperando que me dijeran que ya podía ir a casa, sólo para que en la noche me dijeran que debía pasar una noche más allí. Afortunadamente pude dormir bien y al despertar el doctor estaba hablando con mi madre acerca de mi enfermedad. ¿Qué? ¿Acababa de decir, enfermedad? Era imposible. ¿Más de lo que me estaba cuidando?
Me desconectaron de todo eso. Pude tocar nuevamente el suelo, obviamente estando completamente abrigada por el frío tan extremo que tenía.
-¿Qué pasó, mamá?- Pregunté con voz débil.
-Mi bebé- ¿Era lo único que podría decir? Se lanzó prácticamente sobre mi a abrazarme. -Casi te mueres, casi te mueres.- Lloró.
-¿Morir?
Al fin hablamos los tres: Mi madre, el doctor y yo. Al final llegó a la conclusión de que había desarrollado fibromialgia y que aparte estaba sufriendo de anorexia y anemia.
-No sé de dónde ha salido la fibromialgia, pero la anorexia y anemia... me imagino que tú tienes la respuesta.
-Bueno... sí dejé de comer algunos días, pero no creo que fuera como para que usted me diagnostique con eso. No estoy enferma, doctor. Tengo un peso normal.
-Taylor- Regañó mi madre.
-Taylor, esto es real y no me lo he inventado. Además es serio y grave. No porque alguien deje de comer dos días se va a desmayar. Tiene que haber extremo agotamiento físico y cero compensación alimentaria por muchos días seguidos. Incluso podría decir que casi un mes. ¿Desde hace cuanto dejaste de comer y empezaste a hacer mucho ejercicio?
No quise responder.
-Taylor responde- Insistió.

ESTÁS LEYENDO
Estando en Berlín - (Manuel Neuer)
FanfictionDerek Hoffman (Manuel Neuer) celebridad del deporte es víctima del impacto de un rayo en su espalda y su condición amenaza poner en riesgo su carrera. Taylor Samuelsen universitaria norteamericana acaba de mudarse junto con su familia a Alemania y b...