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— Buenos, parece que estamos todos Marcel ¿Podrías decirnos por qué nos llamaste?— preguntó Rohan.

— Esa es una buena pregunta, quiero saber lo mismo— dijo Maléfica.

— ¿Se pueden apurar? Tengo que regresar al mundo humano, recuerden que tengo una hija— La Reina Malvada dijo mientras se miraba al espejo.

— No sé desesperen— Marcel dejó de mirar por la venta para sentarse en la mesa redonda.

— Entonces apúrate, necesito llegar a mi hogar— todos quedaron mirando a Scott, el solo rodó los ojos. — Ya se, el nuevo no habla, está bien.

— Como sea— Marcel le restó importancia con la mano. — ¿Quién mandó a buscar lo objetos?— preguntó directamente.

— Está más que claro que fue linda, espero que no hayan sido tan estúpidos para entregarle los objetos— respondió Maléfica.

— Lo mismo opino yo— La Reina Malvada dejo su espejo y miró a Marcel. — Linda se hechizo para parecerse a mi hija, pensando que eso me iba a detener de luchar con ella— volvió a su espejo.

— Linda busco a tu hija, no se hechizo para parecerse a ella— dijo Scott. — ¿Qué? Ninguno de ustedes se lo iba a decir— se encogió de hombros.

—Eso es imposible, necesita sacrificar algo para que ella pueda pasar al mundo humano— se retocó los labios.

— Lo hizo— volvió a hablar Scott. — Esta bien, me callo— dijo al ver cómo lo miraban.

— ¿Tú cómo sabes eso?— preguntó Rohan.

Scott se miró las uñas por un momento, peino ligeramente su cabello blanco con las manos y miró a todos en la mesa esperando una explicación de él.

— ¿Puedo hablar?— alzó una ceja cuando preguntó tratando de sonar indignado.

— ¡Habla!— exigió la Reina Malvada mientras le tiraba el espejo que estaba utilizando.

— No era necesario dañar tu espejo— dijo Scott agarrándolo antes de que le diera.

— Ni siquiera se...— se calló al ver como Scott hacia migajas su espejo.

— Vi a Linda despojarse de sus alas hace unas semanas, estaba paseando por el bosque, Elsa me había mandado a que revisara los alrededores porque tenía un mal presentimiento y vi como hacía el sacrificio, fue muy hermoso a decir verdad, nunca pensé que era para traer humanos a nuestro mundo por eso no la detuve, igualmente ¿Qué podría hacerle un vampiro a una hada? Prácticamente nada ¿Terminamos?— Scott sonrió y se levantó para ir por una taza de café.

— ¡Jess!— el grito de Maléfica rompió el silencio de la habitación.

— ¿Sabes que significa eso, Scott?— le preguntó La Reina Malvada.

Se volvió bebiendo su café y se encogió de hombros, podría significar muchas cosas pero no sabía cuál sería la de La Reina Malvada.

— ¡Luche contra mi hija pensando que era Linda! ¡Me convertí en un jodido dragón y casi la mato!

— ¡No me robes mi animal favorito!

Scott iba a comenzar a hablar más seguido en las reuniones, era muy divertido cada vez que el abrí la boca para que las mujeres pelearan.

— ¡Ya basta!— gritó Marcel furioso. — Peleando no van a conseguir nada, se dejarán de tonterías e iremos a buscar a las princesas y las humanas.

Marcel se levantó y salió de la habitación, después de unos momentos comenzaron a seguirlo, bien, Scott podía con eso, iba a ser su primera misión, si, él podía con eso.

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