Tú recuerdo en mi mente

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Capítulo 15

 Pov Sesshomaru

Estúpida bruja, como se atreve a hacerme dormir en la cosa llamada sofá, cuando el hibrido dormía en su cama, con ella, haciendo miles de cosas, aunque ella sigue siendo pura, nadie la ha tocado de manera intima, eso lo sé muy bien –"Tiene que ser solo nuestra"-

En eso estaba más que de acuerdo, es maldita obsesión por ella está volviéndome loco, yo, el gran Sesshomaru teniendo celos por... ¿celos? ¿Por ella y el hibrido? Que bajo he caído, aunque pensándolo bien, no es la primera vez que me pasa, Jasumin era muy guapa, pero yo era un cachorro bastante impresionable.

Pov narradora

Sesshomaru se había quedado dormido, en ese mundo no sentía la necesidad de estar siempre alerta, y con la morena cerca de él se sentía mucha clama en esa casa, sin embargo su subconsciente no lo dejaba dormir tranquilo, mostrando solo algunos recuerdos mezclados con invenciones de su cabeza.

"un pequeño cachorro Inu jugaba en el jardín trasero del castillo del oeste, cuando sintió una presencia peculiar cerca del bosque, preparado para atacar, se acercó a los arbustos, viendo a una joven hermosa, alta, con un peculiar tono de cabello casi parecido al de él, pero en las puntas de este había color rojo, hermosa tés canela, cautivando al cachorro, haciendo que este olvidara que debía protegerse.

-¿Quién eres?

-No deberías estar solo por estos lugares cachorro, si fuera peligrosa, podría matarte.

-pero no lo hará

-¿Cómo lo sabes?

-no te ves como las personas que han querido matarme.-

-¿Han sido muchas?

-sí.

-Bien, te prometo que hasta que seas grande, ya no te molestaran más, será como un regalo de cumpleaños- lagrimas salían de sus bellos ojos, el pequeño no entendía porque pero agradecía esa promesa.- Mi nombre es Jasumin, pero no debes decirle a nadie que me viste, ¿de acuerdo?

Él asintió y solo miro como la bella joven salía a toda prisa del lugar y cuando intento seguirla, su extraña presencia ya no estaba, ni siquiera un rastro de su aroma a canela y jazmín....

De repente el panorama cambio, él ya tenía una apariencia más madura, y desde que Jasumin había aparecido en su vida, no la vio jamás, pero había cumplido con su promesa, y por más que él la había buscado esta no se dejaba encontrar, en ciertas ocasiones parecía encontrarla pero no era ella, su cabello o su color de piel no eran los mismos, y sus ojos, esos ojos color sangre, nadie más los poseía.

Con el pasar del tiempo perdió esperanza, hasta que escucho hablar de una joven muy bella llamada Midoriko, y cuando fue a verla, la decepción paso por él, aunque tuviese un aroma similar. Pero decidió hablar con ella, y al acercarse ella le hablo.

-Ya eres todo un hombre príncipe Sesshomaru

-Sabes quién soy?

-Claro, si mi antepasado fue quien te prometió que estarías fuera de amenaza hasta que estuvieras listo para pelear.

-Entonces ella... murió

-Lamento decirte que sí, y yo no tardó en hacer lo mismo, prepárate para cosas muy grandes pequeño cachorro, no te gustaran-

-¿Cómo lo sabes?

-Solo lo sé, ahora deberías irte, tu padre te busca.

Y Sesshomaru se fue, no pudo decir más, sabía que su padre quería hablar con él, aunque quería preguntar mucho, decidió no hacerlo, al llegar con su padre se enteró de que este había concebido a un hibrido el cual estaba a punto de nacer y que tenía que ir a protegerlo, pero antes debía cumplir con algo en la aldea de donde estaba la sacerdotisa Midoriko, él se quedó helado, furioso, pasaron las horas y cuando vio que la aldea donde se encontraba la sacerdotisa estaba en llamas acudió hasta ahí, era tarde, Midoriko estaba aún paso de la muerte y su padre tenía grabes heridas, entonces escucho que él sería el siguiente en proteger su reencarnación, aunque al principio no lo acepto cuando la vio sola, se prometió que no dejaría que nada malo le pasaría a la nueva Jasumin...

En un tiempo más actual, cuando por fin encontró la tumba de su adre y reclamar la espada que tanto quería, fue cuando conoció a Kagome, extrañamente solo tenía el olor a canela, y una mirada retadora que le recordaba a alguien, aunque por la ira no conectaba con quien, y cuando saco fácilmente a colmillo de acero, se enfureció tanto, ya que él quería sentir primero el poder que su amada Jasumin había dejado en ella, pero esa chiquilla se lo había quitado, quería matarla, y a pesar que lo intento algunas veces, algo en él le decía que no lo hiciera, en la batalla final, cuando Inuyasha la lastimo y salió sangre, de esta salió el olor a Jazmín y canela, y por eso llego asta ella, pensando en otra persona. Era muy extraño.

Pero sus dudas cesaron cuando apareció en su despacho, ese cabello, ese olor y esos ojos, era ella, siempre fue ella y aun no lo reconocía, solo era el tipo hermano de su amado, y otra vez por culpa del hibrido había perdido algo que él quería, pero esta vez no se dejaría vencer tan fácil, la tendría para él y esta vez no dejaría que se le escapara de las manos..."

La mañana llego, el lord fue el primero en levantarse, se dirigió a la puerta y salió al patio, fue hasta el árbol sagrado y se subió a una de sus ramas, desde ahí veía perfectamente la habitación de la morena, la cual ya había despertado y con pesar se levantó de la cama, ella solo llevaba una delgada camiseta, y unos diminutos shorts, y todo parecía indicar que tenía algo de "frio" (espero entiendan la referencia, y si no busquen internet) al ver esto, a Sesshomaru se le seco la boca, era una imagen como para devorarse a su pequeña bruja, y necesito de todo su auto control para no hacerlo.

Kagome estaba decidida a ir al museo, con o sin Sesshomaru, así que se dispuso a escoger su ropa, y ya que hacia algo de frio escogió ropa caliente, y se dirigió al baño a cambiarse.

Cuando ella bajo toda la familia estaba despierta. Sota estaba a punto de irse a la escuela, el abuelo tenía que salir por algunas cosas junto con su madre, así que tomaron su desayuno y se fueron, Kagome los acompaño hasta la puerta y por fin vio donde estaba Sesshomaru.

-Hey, Sesshomaru, iré al museo que menciono mamá ayer, ¿quieres venir?

-De acuerdo, solo porque no tengo otra cosa más que hacer- cuando abrió los ojos se di cuenta que Kagome llevaba unos pantalones ajustados que resaltaban sus bien torneadas piernas y su trasero, una blusa de manga larga negra pero con cuello destapado, zapatos altos pero cómodos, y esta mirada no paso desapercibida para ella, así que camino hacia la casa, y desde un punto le dijo:

-¿Te gusto mas así o así? Y cambio de nuevo, ojos rojos, cabello largo negro y con puntas rojas, un poco más alta y más torneada, el Yokai se quedó mudo, mientras ella seguía su recorrido.

Cuando llegaron al lugar, Higurashi preguntó en recepción por la zona dedicada a grandes hombres y mujeres, y aunque al principio los llevaron a la zona de presidente y mujeres participantes de la luche por la libertad. Ella se atrevió a preguntar por zona de brujas y magos. Al ori esto la chica encargada llamo al gerente, que llego enseguida y se embeleso por la belleza de la chica, el hombre a pesar de ser un hombre mayor la elogio.

-Es usted bellísima, la estábamos esperando princesa, señor, ¿usted viene con ella? –

Kagome pregunto extrañada -¿Princesa? Si viene conmigo.

-A excepción de sus ojos, y un poco el color de su cabello, es usted idéntica a una pintura, les explicare en el recorrido, acompáñeme por favor.


Uno más esta semana, espero lo disfruten, gracias por sus comentarios, las quiero, no leemos en el siguiente capítulo. Saben es frustrante no saber dibujar, quiero mostrarles como imagino a cada personaje y eso, espero que se den una idea más o menos jaja

Mi Hermosa BrujaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora