✔ Almas gemelas || Starker.

Almas gemelas.

Loki empieza a perder la paciencia que recibió al despertarse de un espectacular humor junto a su muy sexy amante, que resulta ser su hermano adoptivo porque hace tiempo atrás descubrieron que su padre Odín les mintió desde que ellos eran unos bebés. Aquella paciencia que Thor le otorgó con sus 'Buenos días, hermano' está por evaporarse en el aire por Stark que la está convirtiendo en cenizas, no deja de molestarlo con su cuerpo, sobre el sexo con Thor o cualquier tipo tema sexual.

"Oh, ¿Acaso te avergüenzas ahora? ¿Qué tal ayer cuando se escuchaban tus gritos hasta Asgard?" La sonrisa ladeada de Tony no le ayuda en nada. "No, que se escucharon hasta el más allá, apuesto que sus padres lo oyeron en donde sea que estén."

"Créeme Stark, me estas colmando la paciencia."

Loki tiene que retirar los vestigios Asgardianos para vestir ropa Midgardiana pues él y Thor tienen que parecer como simples mortales, combinarse con la demás gente y no solo les pasa a ellos sino también a los Asgardianos que quedaron después de la destrucción de su mundo. Después de la amenaza Loki se da media vuelta dispuesto a irse, espalda firme, hombros rectos y sus manos como si cargaran un huevo en cada mano sin apretar por el coraje pero es ahí cuando el genio comete el peor error de su vida, nalguear a un Laufeyson.

"¡Suficiente!" Loki truena los dedos. "Prepárate para que tengas asco de tener sexo, Edward."

Una niebla verde rodea el cuerpo de Tony y éste solo se queda quieto antes esto, a pesar de que sabe que Loki tiene habilidades de ese tipo no se preocupa por ellos burlándose de él para irse con la cita que hoy tendrá: nada más y nada menos que una de las mejores modelos de New York. Porta un distintivo traje, simplemente llevará a la chica a cenar, un poco de romance falso y ¡Zas! Caerá rendida como la presa que es. Nunca falla.

[Unas horas más tarde]

"LOKI LAUFEYSON, ¡Retira el maldito encantamiento en éste jodido instante!"

Golpea la puerta de ambos dioses enfurecido, dentro de la habitación Thor mira a Loki mientras éste sonríe falsamente inocente y Thor suspira, el rubio decide salir de la habitación pues sabe que el genio jamás los dejará en paz a menos de que alguien le enfrente.

"Hombre de hierro, ¿Por qué el alboroto a las 4:30 de la madrugada?" Gruñe recargándose en el umbral de la puerta.

"Pasa que tu queridísimo hermano me puso una maldición para no tener sexo, Thor. ¿Sabes? Me puedes quitar mis trajes, mi dinero pero NO mi vida sexual activa." Stark está que tiraba humo del coraje.

Thor mira hacia adentro de la habitación, Loki está debajo de las cobijas boca abajo, desnudo con una sonrisa triunfante, luego saca una mano y levanta el dedo de en medio luciendo una linda señal Britney.

"Toca mi trasero de nuevo y te castro." Espeta el dios del engaño. "Hermano, vuelve acá e ignora a ese idiota."

"¡Solo estaba jodiendo, ni siquiera fue con intenciones sexuales!" Thor roda los ojos con burla, siempre le dijo a Tony que dejara a Loki o se atuviera a las consecuencias.

"Yo no te ayudare, tocaste la pertenencia de un Rey ese es tu castigo, ¿No tienes un amigo mago?"

Sin dar oportunidad para replicar Thor le azota la puerta y Stark sale echando humo del pasillo de los cuartos de los Vengadores. Tendrá que hablar con cierto hombre con una capa como amiga.

[18 horas después]

Empieza a sudar, necesita de aquellas sensaciones, comienza a hacerse adicto a aquellos cuerpos delgados con curvas pero sin rostro para él, comienza a ansiar sudar por el esfuerzo y querer joderse a cualquier cosa pero lo ha intentado durante las últimas horas y simplemente no puede tener sexo con nadie y no necesariamente porque no hubiera una erección, sino porque al momento que alguien lo toca le empiezan las arcadas.