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Lo sabía, sabía que ni bien pusiera un pie en la oficina varios de los empleados irían corriendo hacia él solicitando ayuda. Y se suponía que debía negarse porque ya tenía varios trabajos acumulados.
Pero ahí estaba, firmando, ordenando y respondiendo las dudas de los otros. Maldecía el que su actitud hubiera cambiado tanto.
«¡Amor! ¿Almorzaste ya?»
También maldecía los insistentes mensajes del mocoso.
«Estoy ocupado.»
«¡Pero necesitas comer a esta hora! Tu última cita médica no miente.»
No tiene porqué responder ese mensaje, sabe que es verdad; que su anterior rutina le ha pasado factura a su cuerpo y que por ello debe consumir alimento a las horas acordadas. Mas por esta vez, no puede.
Queda aún una pila de papeles por firmar y prefiere terminarlos ahora que quedarse hasta pasadas las cuatro o cinco de la tarde. Su teléfono no para de vibrar indicando más y más mensajes, los ignora hasta oír que una llamada está entrando. No tiene opción.
—Enji, sé que estás ocupado.
El mencionado escucha con que tono el menor le habla: reproche. Perfecto.
—Es probable que haya un montón de papeles en tu oficina, como esa vez que fui a verte, espero no equivocarme.
Lo oye reír y no puede negarlo.
—Sé que las citas medicas te aburren, que el trabajo también lo hace.— hizo una pausa, parecía decirle algo a uno de sus compañeros —Perdón, tendré un examen en unos minutos así que seré breve...en el bento que te preparé hay carne, arroz y Kuzumochi. Eres el jefe de esa sección ¡Toma el tiempo que necesites para terminar tu trabajo! No tengo problemas si llegas tarde a casa pero por favor no te estreses gruñón ¡Y come! Así acabarás más rápido... no demoré tanto en vano, sabes que soy un asco para cocinar, ¿Enji?
—¿Saldrás a la misma hora de tus clases?
—Sí.
—Iré a recogerte. Suerte en tu examen.— colgó tras escuchar un "gracias" y otro apodo cursi por parte del rubio.
No sabía qué sentir, todo lo dicho por su pareja cada alimento mencionado estaba en el bento, colocado con demasiado cuidado. Suspiró antes de hacer a un lado los papeles para concentrarse en comer.
Podía hacer el trabajo al instante si tenía el estómago lleno, Hōku tenía razón, desde que empezó a vivir con él siempre la tenía.
