Club 42 [CAMREN]

27. El Topo

NARRADOR

Los rayos de sol se colaron por la ventana directamente al rostro adormilado de la cubana. Gruñó levemente para después frotarse los ojos.

Se dio cuenta al instante de aquel olor. No podría decir que oliera a una cosa en concreto  pero sabia a quien pertenecía. Levantó la cabeza asustada y miró a su alrededor.

-Oh mierda - Maldijo en voz alta- Demonios Camila

Era la habitación de Lauren sin Lauren pero ella estaba enredada en sus sábanas. Por un momento se miró y vio que tenia una camiseta y un pantalon del pijama con su ropa interior. Suspiró mentamente.

¿Qué hice anoche? ¿Me acosté con Lauren mientras iba borracha? ¿Que hago aquí?

Las preguntas fluyeron y pararon una vez que la puerta de la habitación se abrió y apareció la ojiverde secándose el pelo.

Camila pensó que era lo mas hermoso que habia visto en su vida recien levantada.

-Buenos dias -Saludó primero la recien llegada

-Lauren ¿Que pasó ayer?

La voz de Camila sonaba asustada. La morena se acercó a un lado de la cama y le dio un vaso de zumo de naranja que no habia visto antes, y le dejó en la otra mano una pastilla blanca.

-Tomate la pastilla, te sentará bien - Sonrió evadiendo la pregunta cosa que hizo fruncir el ceño a la intrusa de la cama

-¿Que demonios hago aqui, Lauren? - La chica de ojos verdes volvió a reir y se sentó a un lado de la cama mientras Camila estaba en el centro

-Tómatelo- La obedeció al saber que no tendría de otra si queria saber todo. Al ver que le hacia caso, abrió la boca- Anoche bebiste mucho, demasiado diría yo y me dijiste que no podias ir en ese estado ni a tu casa ni al de las chicas... no me quedó de otra

Camila se sonrojó al no recordar aquello. Y mas preguntas vergonzosas le llovieron en la cabeza.

-Mis padres deben... - buscó el movil pero Lauren la paró

- Le puse un mensaje desde tu movil a tu madre diciendole que te quedarías en mi casa y ella aceptó

-Nosotras no... -No podía termianr la frase y Lauren giró la cabeza confundida- Eso, ¿verdad?

La risa de Lauren volvió a oirse en la habitación y por muy molesta o impaciente que estuviera la mas joven, le recordó a los viejos tiempos.

-No, no, Camila -Suspiró para dejar de reir- Además caíste dormida una vez que te pusiste el pijama - Camila sonrió sonrojada por aquello

-¿Hemos dormido juntas? - El pensar que la primera vez que duermen juntas no lo recordara le ponia triste

-No, yo he dormido en el sofá ese- Señaló al sofá marron que tenia en un lateral de la habitacion

-Gracias - La palabra mágica rompió el momento amistoso- Anoche debió sentarme algo mal - Pasó su mano por el pelo intentando peinar aquella sexy melena negra

-Ya... Oye anoche bebiste mucho y me dijiste algo que me preocupa

Oh dios mio. Pensó Camila