Anécdotas de una noche.

Parte 1

       Es un lugar oscuro, una plaza simple con riesgo comunes en Caracas, esperando con fe tener una oportunidad para sacar el único material que importa ahorita para poder tener futuro en otro país.

No importa el lugar sino las personas que estaban en ese momento ahí, éramos simples desconocidos que hablaban sobre la situación del país o anécdotas que tenían cada uno de ellos.

La organizadora, una señora con cualidades extraordinarias con un carisma espectacular, con voz de mando segura de sí misma. Vi como contaba sus historias de vida con todo y problemas no dejaba de sonreír, era increíble ver como una simple señora organizar a más 300 personas en casi 5 horas que llevaba ahí. Un señor maracucho, podría decir que el fue el mas extrovertido en esa noche cada minuto era una historia diferente no paraba de hablar. Un simple chico de 24 años hablándonos de todo lo que estuvo pasando durante un mes en el lugar, nos decía –ya hasta me creo funcionario de aquí ya que le respondo a las personas las mayorías de sus preguntas- lo cual todos nos reímos.

Se veía fácil llegabas, te anotabas y ya, luego venia lo difícil esperar más 6 horas en la plaza para lograr entrar, luego no tener hora de salida por esperar adentro del establecimiento. A las 2:00AM ya había 290 personas, las cuales 30 aproximadamente llevaban 24 horas esperando para poder entrar ¿Por qué? Porque no los atendían y tenían que esperar hasta el día siguiente ¿Por qué no se iban para su casa? Vivian en diferentes estados de Venezuela unos en Valencia, otros en Maracay, tenían que gastar pasaje, comida, hospedaje en algún hotel para poder sacar un pasaporte ¿Qué es un pasaporte ahorita? La única esperanza que tienes para irte de tu país. Eran las 4:00AM y seguían llegando personas, la lista era más larga todavía. La mitad de los que estaban durmiendo en la plaza estaban marcando la cola para un familiar que no podía llegar a esa hora, gente que arriesgo su vida por la de su familia, ¿A eso como le llaman? Pues yo le llamo amor, amor a sus familiares eso es lo que encontraras en Venezuela.

La noche se hacía corta con los cuentos de cada uno nunca estábamos en silencio siempre teníamos algo que hablar, de hecho una oficial se nos acerco y dijo –Por favor se que los chistes están buenos porque hasta yo me estoy riendo, pero respetemos el sueño de la gente que está durmiendo- ¿Pueden imaginarse el ruido que estábamos generando? La risa de cada uno era lo que me llenaba de alegría saber que todavía tenemos ese espíritu Venezolano que así estemos pasando por el peor momento siempre estaremos jodiendo como decimos aquí.

Lo que pasaba en mi mente esa noche era –Diablos, con tantas culturas, paisajes, bellezas que obtenemos en nuestro país y nos queremos ir- Y me hice aquella pregunta -Si cada uno de nosotros aportara algo positivo al país y no dejáramos que un gobierno arruine y destruya las hermosuras que tenemos ¿esto sería diferente?- Lo que imagine que muchos Venezolanos se harían la misma pregunta, caí en cuenta que nos preocupamos por el país pero no nos ocupamos de él.

Esa noche dije si alguien que tuviera su cualidad de escribir profesionalmente por llamarlo así, haría una buena historia de lo que pasa actualmente en el Saime de la Plaza Miranda en Caracas.

Y si, soy una simple adolescente que escribe lo que paso una noche en aquella plaza.