❝ ━Porque esta noche podemos estar juntos sin importar el caos que causemos en el mundo, porque está noche sólo se trata de nosotros y aquel sentimiento imposible ❞
Aquel donde la muerte se enamora de la vida.
✦one...
La muerte callaba y observaba. Su trabajo era exhaustivo, buscar las almas y llevarlas a su destino, la muerte era fría y calculadora, era audaz y sombría, era sabia y antigua.
Sin embargo, era un destino compartido, en aquel vacío donde sólo se hallaba un lago relucían dos seres, dos entidades: La vida y la muerte. La vida cargaba un trabajo igual de demandante que el suyo propio, pues almas nuevas nacían cada noche, cada día, casi tantas como las que Luhan traía de vuelta.
Luhan era el nombre que la vida le había otorgado.
Sehun se hacía llamar esta.
Porque ante las palabras del portador de luz, la muerte llevaba las almas a descansar en forma de ciervo, este le había confesado que había visto su labor, había admirado más de una vez como Luhan se aparecía ante un mortal en sus últimos momentos como un precioso ciervo.
No había nada de aterrador y sombrío en eso.
No tenía lógica para él, por supuesto que no, para Luhan ambos debían rendir en su respectiva labor y no entremeterse en los asuntos del otro, después de todo Sehun era la vida, él la muerte, completamente distintos, y aunque siempre permanecieran juntos, jamás estaban realmente juntos.
Pero ante los relucientes ojos de Sehun, aquello no interesaba en lo más mínimo, y fue así como Luhan se encontró rodeado de sonrisas y continuos halagos, como, aunque fueran separados por capos de fuerza, Sehun corría hacia él lo más que podía tan sólo para hablar, aunque fueran segundos, Luhan jamás le respondía, pensaba que este era tan joven e ingenuo, pero después se halló descubriendo que el ingenuo fue él al pensar que jamás caería por las suaves risas del portador de luz.
Pensó en todo aquel afligió que era tan injusto como innovador aquello que sucumbía en su cuerpo, las banales emociones humanas aquellas que aborrecía, aquellas que jamás pensó sentir tan vívidamente, y todo por aquel ser de intensa luz, aquel joven traedor de vida quien jamás lo abandonaba incluso cuando sabia lo erróneo que era descuidar sus tareas, incluso cuando Luhan hacia todo para alejarlo, Sehun era terco, persistente y todo lo que caracterizaba lo que los humanos llamaban perfecto.
