En lo que no es bueno [One-shot]

En lo que no es bueno

Notas de autor al final, favor de leer.

Advertencia: Participando en el reto «30 días de KiriBaku» en el grupo de Facebook KiriBaku/Bakushima, bajo el prompt gaming. Perdonen cualquier error de dislexia o cualquier otra cosa. ¡Mención al squad! Reclamos a mi persona.

Disclaimer: El mundo de Boku no Hero Academia y sus personajes no me pertenecen, son propiedad de Kōhei Horikoshi y Studio Bones. Esta historia fue escrita con la finalidad de agradar y entretener al lector.

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Ϟ ~En lo que no es bueno~ Ϟ

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Soltó un gruñido cuando comenzó a presionar los botones con mayor fuerza, la punta de los pulgares le comenzaba a arder al igual que sus ojos, suplicantes por un descanso. Sintió dolor en la quijada por lo tensa que la tenía, porque todo él estaba tenso, ansioso, dispuesto a salir victorioso de aquello y así ganar la absurda apuesta.

La apuesta que perdió al momento en que su personaje cayó derrotado.

—¡Por un demonio, Kaminari! —arrojó el control a un lado y llevó ambas manos arriba, enredando los dedos entre su cabellera. Pudo escuchar las carcajadas de Sero, motivo por el cual se dejó caer de espaldas en el suelo para verle con dificultad— No puedes burlarte si tampoco le ganaste.

—Pero puedo burlarme si te gané a ti —Sero canturreó, y la respuesta más madura que él tuvo fue sacarle la lengua—. El fuerte come al débil, Kiri.

—Los odio tanto.

Verificó que el control no se encontrará en el camino antes de rodar medio metro por el suelo, y se detuvo al chocar contra la espalda de alguien. Ya allí lloriqueó, sabía que aquello bastaba para tener un poco de atención.

—Eres un llorón —Bakugou no le volteó a ver, aquello solo consiguió que lloriqueara con más fuerza—. Kirishima, cállate, pareces perro moribundo en la calle.

Tras soltar un suspiro se acomodó a un lado de Bakugou, y consiguió ver que la próxima en jugar sería Ashido. Apostó mentalmente por ella.

—Kaminari es demasiado bueno, ¿No crees? —llevó la mirada a Katsuki quien continuó ignorándole, pendiente de la consola que tenía entre las manos— Tal vez jamás le ganemos.

Ante aquella insistencia Bakugou respondió con un tenue «mh», Kirishima hizo un puchero antes de darle un golpe en el hombro.

—¡¿Qué mierda?! —Katsuki dejó caer el DS al suelo, y agradeció por dentro que no estuviese a una altura peligrosa.

—Deberías jugar, tal vez le ganes.

Ambos se observaron en silencio, Kirishima queriendo creer que persuadiría a Katsuki con esa tierna sonrisa, Bakugou convenciéndose a sí mismo en que no había un motivo para golpear a Eijirō, y que hacerlo solo porque su cara se veía golpeable no era un motivo aceptable. Katsuki prefirió apretujarle la nariz.

—Otro día será —volvió a tomar la consola.

—Eso dijiste el otro día, por si no lo recuerdas.

No recibió respuesta alguna por parte de Bakugou, lo único que podía escuchar era la música del juego y el sonido de lo que parecía ser una espada. Suspiró largo y profundo, y tras encomendar su alma a los dioses le arrebató el aparato y corrió en dirección a Hanta.