22. ¿Bruno?

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Ya habían pasado aproximadamente un poco más de dos semanas y hasta el momento, no sé que pasó con Bruno. Al parecer, estaba en lo cierto y eso en verdad fue una despedida.

De pronto, se ha convertido en una rutina ir todos los días después de clases a la que solía ser su huarida. Nadie en la escuela sabe nada de él y el director no parece notar que su hijo no viene a clases desde ya más de dos semanas. Los días se habían vuelto aburridos.

Tenía que aceptar que extrañaba a cierto chico misterioso. Pero bueno, ¿la vida seguía no?

Pronto llegaría el último día de clases y con ello las vacaciones, me preocupaba un poco porque estaba apunto de terminar mi penultimo año, lo que significa que el próximo era mi último año en la secundaria y aún no tenia idea a lo que quería dedicarme. Y esto es una de las cosas que más me temía, y es no saber a que dedicarme o hacer en un futuro, aunque mamá me repite y repite que no me estrese por esas cosas aún, es algo que siempre me tenia ansiosa.

El año sabático, parece ser cada vez una idea bastante tentadora aunque si me lo hubieran preguntado hace un mes la hubiera rechazado definitivamente, ya que nunca la considere como una opción.

—Hija ¿en qué piensas?—pregunto mamá mientras almorzábamos juntas, estábamos solas después de mucho tiempo. John seguía en el trabajo y Scott avisó que almorzaría en la casa de Dean.

—Sobre mi futuro.

—Cariño, ya habíamos hablado de eso y te dije que no te preocupes.

—Mamá, en dos semanas terminó mi penúltimo año creo que es normal que me encuentre así, no me queda mucho tiempo para decidirme.

—Lo sé, pero tómalo con calma, no estas siendo presionada por nadie más que por ti misma y me emociona que ya pienses en tu futuro con tanta seriedad, pero todo con tranquilidad ¿si?

—Está bien, mamá. ¿Cómo estás con el embarazo?—pregunte queriendo cambiar de tema.

—Bastante bien y me sorprende, cuando estuve embarazada de ti, todo eran vómitos y mareos.

—Auch—dramatice bromeando.

—Sabes que te amo, cariño—respondió riendo.

Me encantaba ver a mamá tan animada, ella se merecía lo mejor del mundo y estaba muy feliz por ella. Nuestras vidas habían cambiado tanto desde la llegada de ese par de individuos llamados John y Scott, y estaba más que agradecida con la vida porque era justamente lo que necesitábamos y no lo sabíamos.

Me encontraba haciendo tarea cuando me llegó una notificación al celular.

«No se te olvide que tenemos una salida pendiente»

Era un mensaje de Ashton, con todo el estrés de mi futuro incierto había olvidado eso. Además, del hecho que tenía unas nulas ganas de salir y menos con el, me ponía demasiado nerviosa y no me gustaba sentirme así, mucho menos por un chico. Así que, decidí ignorar aquel mensaje.

Estaba a punto de empezar la penúltima semana de exámenes de mi penúltimo año en la secundaria y quería terminar con un buen promedio, no pertenezco al grupo de chicos que obtienen solo sobresalientes pero tampoco estoy en el otro extremo, digamos que estoy en el medio pero tengo el deseo de mejorar eso. Quiero terminar con buen promedio este año y el próximo continuar por el mismo camino de tal manera que obtendré buenas recomendaciones para ingresar a cualquier buena universidad.

Así que sin perder mucho tiempo comencé a repasar algunos cursos que se me complicaban un poco como química y al pasar los minutos y no entender ni con videos de YouTube, me rendí y decidí pedirle ayuda a Dean la próxima vez que venga a jugar con Scott.

Prometo No EnamorarmeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora