36. Pequeño y dulce ángel

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Vee.💭

—¡Vete!

—No pienso irme a ningún lado, sunshine.

Pero será desgraciado...

—¡No tengo que darte ninguna explicación! —Vuelvo a gritar mientras le lanzo una carpeta a la cara qué consigue coger en el acto.

Una pena qué no le haya dado en su preciosa.

Axl sonrío desde el otro lado con diversión.

—Sólo quiero saber por qué eres tan rebelde y qué tienen qué ver esos pandilleros del otro día en tu vida.

—Si llevo la rebeldía en mi sangre no es tu problema —Le espeté mientras le tiraba mi zapato a su cara.

—Oh, bonita. Créeme qué si lo es —Sonríe con suficiencia esquivando mi arma letal.

Puse las manos en mi cintura y alcé una ceja —¿Ah, sí? —Le sonreí con sarcasmo— Dime, dime porqué es tu jodido problema.

—Simple, estás enamorada de mí, Venus.

Bueno.

BUENO.

—¡Axl, te vas de aquí!

Pero me ignora y se acerca a mí cuál depredador.

Santo cristo.

He mojado hasta las bragas con esa mirada.

Pero las cosas no son fáciles, no en mi planeta.

Axl atrapa mis mejillas con sus manos acariciándolas suavemente, y comienza a besar mi mandíbula, dejando besos mojados hasta llegar a mi punto débil, el jodido cuello.

—Cuándo todo este dicho y hecho, te haré creer qué Dios es una mujer —Susurro y muerdo el lóbulo de su oreja, provocando un fuerte suspiro de su parte.

Axl vuelve la vista hacía a mí y cuándo me va a besar le esquivo.

—¿No vas a darme un beso?
Niego con la cabeza.

Axl se toca la cabeza con frustración.

—Me vas a decir quién es esa tal Sierna, no quiero qué te metas en problemas, Vee.

—¿Y a ti qué te importa eso? —Inquiero.

—Por qué te quiero, sunshine —Confiesa— Por eso me importa.

Lo miro lo qué parece una eternidad y finalmente consigo sonreír para luego abrazarle.

🌸🌸🌸🌸

Me sienta en su regazo mientra sus fuertes brazos rodean mis abdomen.
—Sierna y yo nos conocemos de toda la vida, nunca fuimos amigas pero tampoco enemigas —Comienza a hablar y Axl me escucha con atención— Su padre es líder de una banda de Nueva Orleans, tampoco son muy peligrosos, algunas cosas ilegales cómo todas. Ella y otros seis chicos suelen hacer los contrabandos pequeños de drogas en el muelle algunas noches —Explico— Nadie denuncia a esas bandas porque hay policías infiltrados qué consiguen dinero vendiendo droga con ellos. Algunos son peligrosos, pero a Sierna no le queda otra. Es herencia de su padre, y a ella le toca toda esa mierda, por eso me da lástima —Confieso— Nadie debería tener esa vida sino la quiere, Sierna siempre quiso estudiar y vivir en Nueva York, adoptar miles de perritos y quizás trabajar en una editorial. Pero queremos lo qué no tenemos —Concluyo.

—¿Qué ocurrió el otro día en el muelle qué no se puede enterar su padre? —Curiosea.

—Mataron a un chico —Trago saliva mirando al horizonte y noto el cuerpo de Axl tensarse a mi lado— Lo vi con mis propios ojos, el disparo, la sangre y los gritos. Era de otra banda, un novato asustadizo. Lo mato el novio de Sierna pensando qué era un infiltrado.

God is a woman «Axl Rose» ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora