☼ Decime algo lindo ☼

1. Te conocí a vos

"Hola Alec, buen día. ¿Cómo amaneciste hoy? ¿Donde vamos a ir este lunes soleado? Hoy te toca facultad, espero nos podamos ver. Capaz te salude."

El dolor en el pecho de Alec se hizo presente como toda mañana donde la ansiedad le carcomía el alma y mas cuando sabia que tenia que ir a la facultad. Eran las seis de la mañana, ¿Qué el tipo este no dormía?

Se levanto con pesadez y fue hasta el baño donde abrió la ducha y se dio un baño rápido. Pensó en miles de cosas, pero primero iba a tomarse su café con leche. Salio como si nada desnudo de la ducha y noto que alguien estaba en su cama y no solo eso, lo estaba mirando. Su corazón literalmente se detuvo.

- ¿Quien carajo sos?

- Soy el asistente del fotógrafo...

- ¿Qué haces en mi puta cama?

- Hey cálmate.. Nos quedamos dormidos, nada mas...

- ¿Qué?

Se mente hizo clic de repente, los mensajes le hacían olvidar muchas cosas a veces, como por ejemplo que la noche anterior su hermano Jace había hecho una fiesta con todos los de la sesión de fotos para la revista de ropa interior masculina. Los cálculos matemáticos no tardaron en llegar y todo salio solo.

- Magnus... - Recordó y se paso la mano por el pelo mojado.- Perdóname... Cuando me despierto estoy algo despistado...

- No te preocupes.. Igual ya me tendría que ir..

- No para.. No quiero que te asustes o pienses cosas raras, lo de anoche fue muy lindo..

- Si.. La pase muy bien, besas muy bien. - Ambos se sonrieron con complicidad.- Nos vemos otro día si queres.

- Dale si, si me encantaría.

- ¿Queres ir a desayunar a algún lado? Digo, si no estas apurado o no se...

Dolor. Su pecho le tiro varias puntadas. ¿Y si lo veía? Hacia tres semanas que no salía por miedo a los mensajes. Todo había comenzado unos meses atrás cuando fue a una fiesta y al otro día alguien comenzó a mandarle mensajes. Se hacia llamar Sebastian y decía que era amigo de Clary, la novia de Jace, su hermano menor. Pero cuando le pregunto esta no conocía a nadie con ese nombre.

- Alec, ¿Estas bien? - Le pregunto el joven apuesto delante de el.

- Si, perdón... - Sonrió comprador como solo el sabia.

- ¿Vamos?

- Si, me cambio y vamos.

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