↟ tensión ↟

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Saben, creé la hipótesis de que los viernes son los días en que mi vida se torna un poco confusa

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Saben, creé la hipótesis de que los viernes son los días en que mi vida se torna un poco confusa.

El día en sí empezó de maravilla: ¡Jungkook me regaló 'Call Of Duty: Black Ops 4'! - se los juro que éste chico es el amor de mi vida, o algo así. Pedí que me llevase al Instituto ese día ya que tenía fastidio de caminar (y manejar), así que en cuánto me monté me brindó un misterioso "Te traje algo...", y sacó el juego de la parte trasera del auto. Grité como una estúpida porque el juego aún no había salido en venta al público, así que no comprendí como lo consiguió. Pero en realidad no me sorprende, los padres de Jungkook son empresarios con mucho poder en la ciudad, podían adquirir básicamente lo que quisieran. Pero el punto es que cuándo lo tuve en mis manos, casi salgo del auto y regreso a la casa para jugar, a no ser porque Kook me detuvo y arrancó rapido para que no escapase.

Sin embargo, ¡estaba muy feliz! Me prometió que en cuánto saliera de entrenamiento, iríamos a mi casa y estoy segura que pasaremos el juego esa misma noche. Así que así empezó, yo infantilmente feliz y en todo el día no me encontré a 'ya saben quién', así que mi mente estaba despejada y tranquila. Durante la clase de física hablé un rato con EunWoo y el chico me invitó a cenar el sábado por la noche. El mayor era encantador y bastante agradable, pero no estaba interesada de esa manera en él. No obstante, acepté porque mencionó sushi y esa es la llave a mi corazón, así que ¿por qué no?

Al culminar las clases, me preparé para ir al último entrenamiento de la semana. Tenía que despojarme del uniforme y ponerme la ropa deportiva. La entrenadora me comentó acerca de darme un uniforme de porristas para usar durante los entrenamientos, pero hubo un retraso en cuánto a la costura de los mismos por lo que me lo entregaba la siguiente semana. Mientras tanto, un crop-top junto a un mono deportivo bastarían.

Decidí cambiarme en el baño más cercano, ya que de igual manera necesitaba hacer mis necesidades. Me dirigí hacia el tocador del primer piso, y tuve un deja vú que me dejó en shock al igual que la primera vez que lo presencié.

Escuché unos susurros y risas provenir de uno de los cubículos, y haciendo extremo silencio escuché una voz, en un tono quedo pero característicamente aguda para reconocer de inmediato a quién le pertenecía.

- "Silencio bebé, nos van a escuchar..."

Unas risas y un maldito golpe sordo contra una de las paredes me dió a atender el porqué Minatozaki había decidido saltarse clases de física.

Oh por Dios, ¿Qué tienen éstas perras con los baños?

Salí del tocador parcialmente asqueada y parcialmente enojada, la última la justifico porque, ¿es enserio que volvería a dejar mi vejiga explotar por culpa de sus cochinadas? Tuve que ir al segundo piso, y pensé en lo sexopata que era ésta chica. Digo, ¿no podían aguantarse a irse a casa?

Me tuve que cambiar en el vestuario, y con un humor de perros me dirigí al entrenamiento. Supongo que todas detectaron mi estado de ánimo porque hasta la entrenadora vaciló en saludarme. Hoy practicaríamos nuevamente la coreografía para el primer partido de fútbol de la temporada. Todas estaban emocionados a pesar de lo agotador que resultaban las prácticas, pero yo no podía dejar de pensar que Minatozaki aún no llegaba y eso por alguna razón me molestaba. No fué hasta pasado unos 20 minutos que la puerta se abrió y pisadas apresuradas se escucharon acercarse hacia donde nos encontrábamos. Allí estaba Satanás, con el rostro un poco sonrojado y respirando como si hubiése corrido un kilómetro.

satan is a woman  ↟  satzu  Donde viven las historias. Descúbrelo ahora