Mi Principe Azul 2

11.7K 880 168
                                    


Así que el hombre frente a él era Sanji...
Era atractivo... no podía negarlo, pero no tanto como para valer esos 50 millones.
"¿Realmente será tan Bueno como dicen...?"

Pensamientos como esos pasaban por la mente de Zoro a medida que fijaba su mirada en el cuerpo desnudo del rubio el cual había terminado sentado prácticamente sobre su cadera comenzando a desabotonar los botones de su camisa.

-Es la primera vez que alguien se queda mirando tan fijamente mi pecho...
¿Acaso quieres chupar mis pezones?
Está bien puedes hacerlo...-
Sonrió el rubio terminando de abrir su camisa para dejar al descubierto el torso del peli verde.

-No seas tímido puedes tocarme donde quieras...- invitaba Sanji sonriendo de lado al mismo tiempo que recorría con sus manos su propio pecho-

-No es eso...- soltó Zoro esta vez mirandolo a los ojos. -Estaba pensando cómo demonios vas a lograr que se me pare si ni siquiera tienes pechos...

-Oh... Acaso eso fue un reto?
No me subestimes marimo... haré que te tragues cada una de tus palabras-

-A QUIEN LLAMAS MARIMO??!
ME LLAMO ZORO!! ZORO!!-

-Lo que digas... Marimo-Kun- dijo una vez más incitando el odio del peliverde.

-MALDITO...- susurrada mientras veía como ese desgraciado rubio aflojaba su cinturón buscando liberar el miembro del peli verde.

-Así que... La razón por la cual elegiste acostarte conmigo no fue precisamente porque te gusten los hombres... sino por este gran problema de aquí abajo...- dijo analizando el miembro completo con su mirada.
-Completamente muerto eh...-

-Deja de mirarlo tanto... es incómodo...-

-No tienes que preocuparte por nada, aunque no lo creas es bastante común que mis clientes vengan por este tipo de problemas...
Puedes quedarte tranquilo, de aquí no ha salido nadie sin estar 100% satisfecho-
Dijo destilando confianza en sus ojos.

-Por la cantidad que pague más vale que sea como dices...- refutó irritado recordando el cheque que había firmado minutos atrás para esa gata ladrona.

Sanji, sin perder su seguridad se levantó de la cintura del peli verde para sentarse a una distancia considerablemente más lejana quedando casi al borde de la cama.

-Oye, que estás haciendo?-
No entendiendo lo que hacía el rubio pues creía que en su posición anterior tendría más posibilidades de hacer que se excite o algo.

-Ya lo verás... sólo mantén tus piernas como hasta ahora... abiertas y extendidas...-
Una vez dicho esto el rubio quien ahora se encontraba sentado entre las piernas ajenas acercó un pie sobre el pene completamente dormido del peliverde.
-No sabias?... La razón por la cual me hice tan conocido por estos lugares no es precisamente por dar mamadas o por saber montar...
Sino por las masajes de mis pies...-

No entendiendo ni una palabra que salía de la boca de Sanji sólo se limitó a observar como éste con suma maestría acercaba la punta de su dedo gordo hasta la punta de su miembro dormido comenzando a hacer suaves movimientos circulantes continuos al mismo tiempo que con su otro pie acariciaba los testiculos del peliverde.

-Vaya que eres idiota... Pagaste semejante cantidad de dinero y ni siquiera sabías lo bueno que era...? Cómo llegaste a éste lugar en primer lugar?-

El rostro de Zoro comenzó a sonrojarse levemente a medida que las caricias del rubio se intensificaban, podía sentir una corriente sobre su espalda pero no quería admitir que se sentía bien frente al engreído de cejas rizadas.

-Un amigo mío me recomendó que te viera... ahora que lo pienso me había dicho que dabas buenos masajes de pies pero no entendí a qué se refería con eso hasta ahora...-

Zoro x Sanji One-ShotsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora