Capítulo VI: Cita al cine

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Martes 5 de Junio

Eran las 15h y mis padres salieron, me dijieron que saque a los perros, agarre el pasaje y la plata para el cine.

- ¿Ya estás lista?

- Sí, me faltan alistarme un poquito nomas, ¿tú?

- Bueno, ire a cortarme el cabello.

- Yo sacaré a mis perros, nos vemos.

¿Cómo será su corte? me preguntaba, les di de comer a mis bebés y los saqué, para eso me dio las 15h con 50; sentia que estaba tarde ya que yo soy de las personas que son puntales y les gusta la puntualidad. Como el Kfc estaba a 5 cuadras de mi casa se me hizo fácil llegar dos minutos antes de las cuatro, no lo vi por ningún lado, estoy temprano, me dije asi que, agarre y fui a una libreria que estaba al frente del Kfc donde yo podía ver claramente si venía, pedí un pilot 0.7 color negro, me puse a hacer dibujitos tontos en mi libro de francés que por obra y gracias de nuestro señor Jesús, entraba perfectamente en el bolsito que tenía. Alcé la mirada y lo vi, algo diferente ya que se había rapado los costados dejandose un copete, no sé exactamente como explicarlo, nos saludamos con beso en la mejilla.

- ¿Me acompañas a Tambo un rato?

- Claro.

Fuimos y se compró una cajetilla de cigarros.

- ¿Puedo?

- Claro, es tu cuerpo, eres libre de hacer lo que quieras.

- Es que a algunas personas no les gusta el olor a cigarro, si no te gusta, no lo fumo, dejo de hacerlo.

- No Matias, está bien.

- Bueno.

Prendió uno mientras cruzabamos la pista y esperabamos el taxi, yo rezaba en mi interior que nadie que me conozca aparezca porque todos los vecinos incluyendo a la peluquera y podóloga que trabajan en esa esquina, me conocen. Paró un taxi, botó su cigarro que no lo había terminado y nos fuimos.

- ¿Qué?

- Nada, ¿qué pasa?

- Es que me miras mucho Matias (riendome).

Puso su brazo a mi alrededor jalandome a él a lo que no me negué, estabamos tan cerca, su brazo en mi hombre y mi mano en su muslo, lo sabía se venía otro beso; no podía dejar de ver sus ojos, ¡joder, que preciosos es este niño!, nos besamos terminando con una sonrisa y miles de 'piquitos' ja,ja, le pregunté quién era Vale, Valeria:

- ¿Valeria? no conozco, ¿Por qué?

- Es que me escribiste Vale en el chat.

- Vale lo usamos en Venezuela...

- Eso sí sé pero, no venía en el contexto por eso dije 'ah, se equivocó de chat'.

Sacó su celular y buscó esa parte de la conversación.

Por que no entraste vale

sí lo sé, pésima ortografía el niño, soy una loca que para corrigiendo siempre pero, él era la excepción.

- Ya ves.

- Es que sí es vale como lo usamos en Venezuela.

- No, es como que me digas '¿Por qué no entraste, bueno?' no tiene sentido (riendome)

- Sí lo tiene.

Después de nuestra mini-discusión que terminó en risas y besos llegamos a la Rambla, un centro comercial aquí donde se puede encontrar distintas tiendas incluyendo Cineplanet; subimos, yo estaba feliz con él y también porque nadie nos había visto; no le dije que tenía clases, en vez de eso le dije que mañana empezaban.

Una historia muy hermosa...para ser tan cortaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora