telaraña fría [spiderfrost]

hermoso

El menor fue guiado a el lugar con el extraño nudo en su garganta y su corazón el cual latía desenfrenado, era un conjunto que lograba dejar expuesta su notable emoción; quería entrar y ver que le pertenecía, pero fue detenido por la fuerza de algo apretando su hombro.

-No dejes que un par de palabras te engañen, conozco a mi hermano, no correrá a tus brazos si ello no le trae beneficios propios.- soltó el rubio antes de liberar a el menor, sus ojos mostraban la preocupación excesiva por quien consideraba inocente de toda malicia.
Estaba consiente de que su hermano haría lo que fuera por sus desmedidas ansias de poder y que no se tentaria el corazón para utilizar al pequeño castaño a su favor.

Peter sólo asintió con lentitud grabando cada un de las palabras en su mente aún que la distracción era más grande; el poder percibir en el aire el exquisito aroma que amenazaba con hacerlo perder el control total, sus caninos picaban por morder y marcar la piel de aquel dios asgardiano, sentir la sangre llenar su boca y junto con ella la unión de almas fuese dada.
En definitiva estaba perdiendo los estribos; podía sentir una ligera reacción en sus pantalones con la única idea de marcar, quizás no era El, quizás sólo era su instinto pidiendo domar lo desconocido.

- cuidado.- fue lo último que fue capaz de escuchar de su mentor antes de internarse en la habitación.

Allí estaba el, su cabello azabache caía sobre sus hombros con total elegancia, como si ellos fueran finamente detallados para estar allí. Eran ondulados, un cuerpo delgado y bien estilizado hombros levemente anchos, cintura estrecha, caderas algo anchas que no restaban parte de sus masculinidad, sus piernas firmes y formadas..
Wow...

Fue lo único que azotó a un embelezado Peter, o eso fue hasta obtener un perfil del mayor; sus ojos, pensó con una sonrisa tonta.

Ellos eran enmarcados por una pálida piel, labios delgados de un rosadoso pastel, cejas negras delgadas y por pestañas largas y poco pobladas. Pero sin embargo lo que había echo que el menor se perdiera fueron sus ojos; de un cautibante verde cristalino, tan....

- de todos los midgardianos que son parte de los Vengadores, claro, el niño, si, ! Gracias padre!- dijo en un total tono de ironía el mayor, aquella sonrisa aperlada no se borraba de su rostro ante las expresiones hechas por el de menos edad. Nunca fue un secreto que adoraba el ser admirado de cualquier manera posible, por su belleza no era la excepción.

- yo..., e-eh..., uff , cu- cuánta calor hace aquí, ¿no crees?- dijo torpemente Peter mientras se apoyada contra la mesa de proyectos más cercana pero su torpeza le llevó a derivar alguna de las cosas que un tanto nervioso trato de atrapar, logrando algunas carcajadas del mayor que por supuesto encendieron su rostro en rojizo.

- por lo menos algo de gracia tiene el niño. - soltó antes de mirar el techo, Peter no entendía, pero loki claramente le hablaba a su padre.

La inocencia de Peter no le permitía ver más lejos de de belleza de su omega, Oh, y es que Dios, sólo con  llamarlo suyo su pecho se inflaba de orgullo y en su interior su animal se removia inquieto.- quiero marcarlo.

- ¿qué?, no, niño, manten tus dinetes y telarañas lejos de mi cuello.- aquella advertencia salió en un susurro antes de fingir morder algo, aquello con una ligera sonrisa plasmada en sus delgados labios. - tienes que hacer méritos para ello.

En definitiva loki era la mismísima tentación echa persona para Peter, cada pequeño poro demostraba seguridad y junto a ello sensualidad, la perdición total del pequeño castaño.