–Narra Agustín.♡Estábamos hablando durante un buen rato, Riendo como no lo hacía desde meses, Y mirándola como no había visto a nadie ni siquiera a Belén.
Su mirada tan dulce y Linda, Esa sonrisa tan perfecta que tiene, Sus dulces labios al hablar y que muero por besarlos.
Estaba algo ebrio pero sabía lo que decía.
– Te quiero Carolina.
Hizo como si no hubiese escuchado lo que dije y siguió hablando ella.
Terminamos de cenar y de reír.– ¿Ahora a dónde vamos?
– Es una sorpresa– le dije sonriendo y dándole un delicado beso en la mejilla.
– Ya son demasiadas sorpresas. – dice riéndose.
Fuimos hacia el auto, Fuimos riendo en todo el camino también, Me encanta estar con ella.
Llegamos a la cabaña, Esa cabaña que trae Miles de recuerdos para mí y para ella. Fue donde Carolina se entregó por completo a mi.
– Cada vez está más hermoso– dice admirando la cabaña.
Bajamos del auto y entramos a la cabaña ya que hacía algo de frío.
La agarre de la cintura y la bese, Me aguante casi toda la noche para poder besar esos labios.
Me siguió el beso, Nos besábamos como si no hubiese un fin.
La recosté sobre el sofá y me puse arriba de ella sin aplastarla, Bese su cuello dejando pequeños chupetones.–Narra Carolina-
-- Me encantas Carolina - Volví a besar sus labios.
– Agustín creo que debes parar.
–Vamos Carolina, Se que quieres esto tanto como yo, Sabes que te deseo.
–No Agustín, En encerio ya no podemos seguir con esto.
– ¿Qué carajos pasa? Hace un momento querías estar aquí y estabas de ofrecida como una perra conmigo. ¿Cuando vas a entender que yo me voy a casar con Belén? ¡joder!
No dije nada, Solo sentí un enorme nudo en la garganta y unas inmensas ganas de largarme a llorar.
– Yo lo siento, No.. Yo no... Yo no quise decir eso Carolina. – Dice agarrándome del brazo.
– No me toques Agustín. No Quiero que me toques nuca más.
– Carolina perdóname, Nunca quise decir eso.
– Pero lo dijiste. – Estaba al punto de que mis lágrimas calleran.
– Pero no quise decirlo, En verdad lo siento.
– No te preocupes, Cuál cualquier cosa que venga de ti ya no me sorprende. Aunque Creo que tienes mucha razón, Me convertí en una maldita perra al acostarme con el prometido de mi hermana.
Agarre mis cosas y me salí de esa maldita cabaña.
Escuchaba que gritaba mi nombre pero no quería mirar atrás.Tenía mucha razón, Solo soy una estúpida chica enamorada de alguien que jamás se fijaría en mi y sobretodo que es el prometido de mi hermana.
¿Es que rayos estaba pensando?
Soy una completa inútil.Tome un taxi y fui a la casa de Valentina, No quería verlo, No quería ver a nadie, Quería un consuelo o un regaño de Valentina.
Toque la puerta de su casa, Toqué 3 veces y nadie abría.
Me iba a ir hasta que abren la puerta, Abrió la puerta Valentina algo desordenada.–¿Qué mierdas haces aquí a estás horas de la noche estúpida?
No dije más y caí en lágrimas y la abracé.
– Soy... una idiota.
-¿Qué pasó Carolina?
Pasamos a su casa y estaba también echa un desastre.
– Agustín...
– ¿Qué pasó con él?
– Discutimos y... Ya no Quiero seguir con esto Valentina.... Ya no quiero seguir enamorada de él, Él y yo Nunca pasará nada. Soy una estúpida un solo juguete sexual para él.
– ¿Carolina? – ¡Mierda! Por favor ya que no allá escuchado nada.
– ¡Michael! – Grito Valentina.
– ¿Estás enamorada de Agustín? – Dice sorprendido.
– Si... – Dije bajando la mirada.
– Carolina.... – Dice sentándose al lado de mí – Él igual está enamorado de ti...
– Eso no es verdad. Él me lo dijo a mí, El se va a casar con Belén y soy una maldita perra para él.
Volví a caer en lágrimas. ¡Maldición! Por que soy tan frágil, tan sentimental.
– Caro, Caro, Él te ama y se nota en sus ojos. Qué el te ama a ti o no a Belén, Y lo sé por qué lo conozco desde hace años y se cuando él está realmente enamorado.
Maldita sea.
AAAAHHHH.
Se que ya no actualizaba nada, La que no actualiza. :(
Pero pero tuve unos problemas y ya actualice y prometo actualizar más seguido.
Abra capítulo nuevo cada domingo. ♡Bai. 🖤
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Te Necesito Bernasconi - Aguslina
أدب الهواةNecesitaba cada parte de él. La calidez de sus labios posados sobre los míos, su cuerpo apretando el mío, su mirada fija en la mía. Mi vida era de lo más patética y normal, hasta la llegada de ese hombre: Agustín Bernasconi. Aunque no es cualquier...