La reunión había estado aburrida, la mayoría de sus ex-compañeros se la pasaron pegados a él preguntándole sobre su compañía, de como había salido adelante, de lo guapo que estaba, de que si tenia pareja, cosas tan banales para él que no le importaba contestarles a ninguna de sus tontas preguntas. Estaba harto de seguir en ese lugar lleno de idiotas ignorantes.
Se había ido del lugar sin decirle a nadie que no fuera Chrome y Lambo, quienes aceptaron guardar en secretos sobre su escapada de aquel desastroso evento.
Esa noche decidió divertirse un poco, jugar con los borrachos, defender alguna prostituta, comprarle comida a algunos niños abandonados que encontrara en la calle, hasta que se decidió por entrar a una discoteca que estaba abarrotada de jóvenes adultos, la mayoría eran extranjeros. Y lo vio, en la barra hablando con una mujer, el hombre le miro al sentirse observando y al tan solo verlo mejor se mordió el labio inferior mientras le mandaba su mejor mirada seductora.
Tsuna se dirigió a la zona Vip y mostró su identificación a los de seguridad, quienes con una verificación y reverencia le dejaron pasar, de reojo pudo ver como aquel hombre alto de cabellos blancos caminaba hacia donde estaba y simplemente ignoro esa acción.
-Quiero una botella de ron en mi mesa -le dijo al mesero que espero por su orden parado a su lado- con dos y una jarra de hielo.
-Si señor -hizo una reverencia y se fue a la barra por su pedido.
El castaño llego a su mesa y se sentó en el sillón que estaba a un lado. Espero a que su pedido llegara mientras que cerrar los ojos dejándose llegar por la música.
La electrónica que sonaba en todo el edificio hacia que todo el mundo quisiera bailar, que disfrutaran el moverse con libertad y dejarse llevar por la emoción.
-Señorito, el joven de allí dice que viene con usted -Tsuna miro al mesero que le había atendido y llevo sus ojos hacia donde apuntaba, ahí parado mirándolo con diversión y descaro se encontraba el chico de a barra.
-Dile que pase -dijo con una sonrisa coqueta hacia el joven- Mi amigo llego un poco tarde -tomo su vaso con aquel liquido y dejo que su garganta disfrutara de aquella sensación tan placentera.
-Como usted diga -hizo un reverencia y se marcho.
A los pocos minutos el joven llego y se sentó al lado del castaño como si se conocieran desde siempre, Tsuna cogió el otro vaso que había en la mesa, sirvió de la botella junto a unos hielos y se lo paso al desconocido que con una sonrisa lo tomo.
-¿Todos los japoneses son como tu? -pregunto el chico con diversión.
-Para nada -Tsunayoshi volteo la cabeza y miro al albino a los ojos- me he criado en Europa desde los dieciséis años, ahora tengo 22 años y creo que he cambiado mucho.
-Ya veo.
Se la pasaron hablando, bebiendo y bailando, se divertían juntos en la pista de baile junto a los demás jóvenes que estaban ahí, disfrutando de la libertad que se sentían en ese momento y causando que la tensión sexual entre ambos creciera de manera exorbitante. No supieron cuando fue que comenzaron a besarse y a dejar que sus manos recorrieran el cuerpo del otro de manera erótica.
-He rentado un auto, podemos ir a mi hotel y hablar con mas tranquilidad -le había dicho al oído, sus manos no dejaban de acariciar las caderas y trasero del castaño.
-Me encantaría hablar contigo.
A las tres de la mañana estaban los dos en una suite de algún hotel, el menor se dejo desvestir mientras trataba de hacer lo mismo con su acompañante. Cuando quedaron totalmente desnudos dieron rienda suelta a su deseo carnal importándoles poco el sonido de llamada del celular del castaño. Para acallar aquel ruido, Dylan (nombre del albino) encendió el equipo de sonido y puso mas electrónica a un volumen considerable. El resto de la noche se dejaron consumir por la lujuria que sentían en ese momento.
A la mañana siguiente, cuando Tsunayoshi había llegado a la mansión con una sonrisa de niño que había hecho alguna travesura, se encontro con cuatro hombre esperándole en la sala con cara de pocos amigos y listos para regañarle por llegar a esas horas ademas de que les hubiera dejado y se fuera por ahí sin decirle a nadie.
Les mando un beso antes de subir las escaleras con toda normalidad del mundo, ignorando que sus amados guardianes le llamaban e iban detrás de él para saber donde se había quedado en la noche y donde había estado, por que el olor a ron lo tenia impregnado en su ropa. No les dijo nada, no quería hablar por el momento, solo ducharse y ponerse a descansar por todo el día.
Tres días después de aquello, Mukuro, Kyoya, Takeshi y Hayato seguían enojados con Tsunayoshi por no haberles informado de su salida nocturna ni que se hubiera ido con otro hombre que recién había conocido, ya se imaginaban lo que tuvieron que hacer en aquel hotel, por que ellos ya se habían encargado de investigar todo en esos tres días y cada que se enteraban de lo que su amado castaño hizo sentían unos celos horribles y ganas de asesinar al imbécil que toco lo que era de ellos.
-Así que ya se enteraron -dijo soltando un suspiro de cansancio, sus guardianes le habían ignorado demostrando su enojo.
-Mukuro-niisama esta muy ofendido con usted, boss -le contesto la menor con desinterés mientras comía su hamburguesa.
-Tsuna-nii debe de tratar de calmarlos antes de que asesinen a alguien -Lambo alzo su cabeza y puso sus ojos en la figura de su hermano mayor- Aun que eso no importa mucho, a decir verdad.
Los tres se rieron por lo bajo para no molestar a los demás clientes de aquel local de comida rápido. El menor de los tres volvió a su vista al libro de matemáticas para terminar de entender su tarea mientras que Nagi se puso a chatear con sus compañeras de la universidad sobre el trabajo para una de las materias, Tsuna por su parte tomaba de su malteada viendo por la calle a las personas pasar con un semblante aburrido.
-Nagi -el castaño comenzó a mover a la peli-morada para llamar su atención.
-¿Si boss? -pregunto al ver que no pararía hasta que le contestara.
-Ahí esta -con esas simples palabras hizo que sus dos hermanitos miraran por la ventana a un chico albino que veía a Tsuna con un brillo de alegría y deseo, uno muy diferente al que habían visto en sus demás hermanos.
-Hasta yo me hubiera escapado con él -dijo con bastante interés Chrome.
-Y tiene un cuerposo del infierno -se mordió el labio con solo recordar el cuerpo desnudo del chico que caminaba hacia ellos, en algún momento de su distracción entro al local y ahora iba hacia ellos- Hola Dylan.
-Hola conejito travieso -le saludo con una sonrisa divertida- señorita, caballero.
Lambo solo rió divertido mientras se corría un poco para que el nuevo amigo de su hermano mayor se sentara, Nagi solo cambio de puesto con el castaño para que este quedara frente a su nueva conquista.
Ninguno de los cuatro vio al cuarteto de celosos que los vigilaban desde el edificio que estaba al frente de aquel local de comida rápida. Ryohei hacia lo que podía para parar a sus compañeros y que estos no fueran por su cielo y lo encerraran en la mansión sin dejarlo salir nunca mas, de paso asesinar al estúpido suicida que se atrevió a ponerle una mano encima al tesoro mas preciado de los ex-guardianes Vongola. El tesoro de las bestias mas temidas en todo el bajo mundo.
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Amo este Tsuna, adoro mi creación, están diferente a los demás Tsunayoshi's que he leído en otras historias donde le traicionan. Aquí en un libertino sin limites y le importa una mierda lo que piensen de él, sabe que tiene un atractivo y lo utiliza a su favor.
Pronto sabrán el porque mi hermoso castaño no quiso hablar con sus guardianes cuando llego a la mansión después de su noche loca con Dylan.
Por cierto, Dylan en multimedia para aquellos que se quieren hacer una idea de como es.
Neo fuera.
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Ángel Negro
FanfictionHay cosas que duelen, otras te decepcionan y algunas te ponen triste, pero nada como que de un momento a otro te digan que has sido entrenado, maltratado y hasta de cierta forma abusado psicologicamente para ser el décimo de alguna extraña organizac...