¿Shinigamis?

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Capítulo 35 ¿Shinigamis?


Habían pasado dos días desde la batalla en contra de Aizen, y la mayoría de los espadas se encontraban en ese momento el la Sociedad de Almas sin saber que sucedería con ellos, puesto que siguieron a Roxanne sin pensar en las consecuencias que aquello podía traer para sus propias vidas.

Debido a esto, Yamamoto decidió hacer una reunión en donde explicaría a todos los capitanes y sub capitanes lo que había sucedido con Roxanne y Ulquiorra.

—Muy bien, si los he citado aquí es porque creo que es momento de que les revele la verdad sobre Roxanne y Ulquiorra—aclaró el viejo haciendo que más de uno hablara.

— ¿De qué estás hablando Yama-jii? —preguntó calmadamente Shunsui.

— ¡Es cierto lo que dice el capitán! Estos dos son unos traidores y en cuanto a esos espadas, debería asesinarlos—exclamó molesta Nanao, haciendo que Nnoitra hablara.

— ¡Qué te crees maldita shinigami! Te voy a hacer mier—iba a decir, pero fue interrumpido de inmediato por Roxanne.

— ¡Nnoitra! —gritó observando al espada con una mirada letal.

— ¿Qué te pasa Le Roux? No voy a dejar que ningún shinigami me trate de ese modo.

— ¿Ah sí? —cuestionó riendo la de cabellos negros poniéndose detrás del quinto y tomándolo por el cuello.

—Me dijiste que odiabas a Aizen y que no querías seguir sus órdenes, por eso fue que te liberé ¿quieres volver a Hueco Mundo? La elección es tuya. El que quiere estar conmigo, bienvenido—agregó sarcásticamente la de ojos morados, soltando a Nnoitra.

—Una pelea—exigió el de cabellos negros.

— ¿De qué hablas Nnoitra? —cuestionó Halibell, dejando completamente en segundo plano la reunión de capitanes.

—Eso estoy diciendo Le Roux, si me ganas, te sigo—aseguró la quinta Espada.

—Después de la reunión—aseguró la ex teniente de Byakuya.

—No nos salgamos del marco de esta junta—pidió el comandante.

—Lo lamento mucho Yamamoto-taichou—se disculpó la de ojos morados.

—Como sea. Roxanne y Ulquiorra se fueron del lado de Aizen por orden mía—confesó el viejo, dejando a todos perplejos, incluso a Kuchiki que estaba impactado por esa información.

— ¿De qué hablas Yama-jii? ¿Dices que Roxanne-chan y Ulquiorra han hecho todo esto porque era un plan?

—Exactamente. Ulquiorra era el tercer cabo de Aizen, por lo que él fue el que se acercó al ex capitán de la quinta división y pudo obtener la información de lo que Aizen estaba planeando. Luego de eso, se dirigió a Roxanne para saber qué era lo que tenía que hacer y ella planeó todo esto porque consideraba que debían detener a Aizen, pero además salvar a aquellos arrancars que habían sido creados por el Hougyoku y que eran obligados por Aizen a hacer cosas que ellos no querían—explicó concisamente el viejo.

—Si, está bien eso y todo lo que usted diga, pero considero que todos los espadas deben ser ejecutados—opinó Nanao

—Por ningún motivo.

— ¿De qué hablas Roxanne? —preguntó Soi Fong, extrañada por la actitud de la joven.

—No es el trato al que llegamos con Yamamoto-taichou. Yo no pretendo dejar que maten a aquellos que no tuvieron la culpa de estar bajo las órdenes de Aizen. No estoy diciendo que no maten a los espada que lo obedecieron hasta el final, pero a los que traje aquí son los que no quieren estar de su lado—informó la de ojos morados.

La domadora de panterasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora