Capítulo 7: Amor no sólo de hermanos

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5 de julio del 2009

Para mi sorpresa salieron Hugo y Sergio juntos de la discoteca, se montaron juntos en el coche, nos fuimos juntos los tres, estaba cansada y en verdad no quería hablar con ninguno de los dos, Hugo no solía mirarme como lo hacía esa noche, era la primera vez que me miraba así, al llegar a casa ellos se quedaron en el porche y yo subí a ponerme un poco más cómoda, eran las 3:00 a.m. noche cerrada como lo llama mi madre, llamaba, mejor dicho, me puse un bikini y un vaquero cortito y me fui a la playa Hugo y Sergio se despidieron y metió n casa y Hugo bajó a la playa ,yo estaba sentada en la orilla ,me gustaba estar allí mientras el agua me tocaba hasta la cintura, Hugo se quitó la camisa, las zapatillas y se sentó a mi lado:

-Preciosa!!!!

-Aam Hugo, ¿Qué haces por aquí todavía?, es bastante tarde.

-Quería pasar un rato contigo, hacía mucho que no hablábamos antes de la fiesta.

-Ya... bueno...

-Parece como si no quisieras hablar conmigo...

-Es todo tan raro..., mataste a mi madre subido en una moto, pero es que aún así me vuelves loca y no sé ni yo lo que quiero.

-No lo has intentado...

-No creo que pudiese intentarlo...

 Me levanté con intención de irme bastante deprisa, se levantó después a mi espalda ,me agarro de la cintura ,me dio la vuelta, se quedó unos segundo mirándome a los ojos sin soltarme, y se mordió el labio justo antes de sorprenderme con un beso, no un beso, el beso, ese que llevaba esperando tanto tiempo, en el momento perfecto y con la persona perfecta, cuando me soltó remató con un abrazo de película, estaba patidifusa, no sabía qué hacer y me fui solo deje caer en el aire un "adiós" tímido y corrí hacia casa, al entrar por la puerta, cerré y me inundó la cara una enorme sonrisa.

Sergio estaba en el sofá y subí corriendo después de darle las buenas noches, me tiré encima de la cama y miré mi móvil, había unas seis llamadas pérdidas de Noelia, la llamé y me dijo que se quedó bastante preocupada al verme así en la playa, le conté que me pasaba y también le conté lo que había pasado hacía diez minutos en la playa, lo bien que sentía y lo mal que estaba por lo difícil que me resultaba todo;

-Mira Gin, era tu madre, la mujer más importante de tu vida sí, pero no puedes vivir así, eternamente en el recuerdo, no avanzarás nunca, y si de verdad le quieres enserio, no digo que olvides pero si supera, inténtalo, y te dejo que me necesitan por aquí guapísima, hazme caso anda, un beso.

-Adiós Noe un beso.

Lo que me dijo Noelia tal vez no me parecía tan mala idea, ¿por qué no intentarlo? ¿qué podía perder?, no estaba segura, a la vez que tenía unas ganas locas de estar con él me inundaba el recuerdo de mi madre y ni si quiera tenía claro que era lo mejor para mí, bajé corriendo como una loca, quería que Sergio me diese su consejo pero no estaba allí, me asomé a la puerta y estaba en la playa, tan sólo eran las ocho y sólo le pasa eso si no para de pensar en algo, me subí deprisa a cambiarme de ropa y bajé a la playa, allí estaba sentado, con la tabla al lado, recién salido del agua, el pelo empapado, me senté a su lado y lo único que hizo fue abrazarme, me abrazó con un brazo y se acercó a mí, me preguntó cómo estaba por Raúl y le dije que bastante mal echándole de menos pero necesitaba saber que le rondaba por la cabeza a él y no dude en preguntarle;

-Gracias por preguntar que me pase a mí, ¿pero y qué es lo que te pasa a ti?

-Gin, me he enamorado…

-¿Y qué tiene eso de malo como para que estés así?

-Que es Noelia, eso es lo malo, que no es para mí, es la primera vez que siento algo así y es por una chica que ni siquiera siente nada por mí.

-Eres tonto, ni si quiera has probado, no sabes si siente o no, estás aquí sentado pensando que no sin arriesgarte al sí, te creía más valiente a verdad…

Me levanté muy enfadada con él, supongo que era rabia, odio que se rinda así…, quería que le echara huevos y se lo dijera pero sólo podía decidir él, me fui a casa y él detrás subió a buscarme a mi habitación y sólo le grité ¡hazlo!, y él gritó desde fuera ¡vale!, no pude evitar reírme.

Pensé mucho en mi hermano, le llamé y me dijo que andaba liado por las mañanas pero este finde semana vendría a verme para poder despedirse antes de irse por dos años y medio, así que todo pintaba algo mejor por lo menos podría despedirme.

Sergio estaba en la cocina cocinando, no sé que estaba haciendo pero olía muy bien, se sentó en el sofá dejándolo en la mesa, era chocolate, fundido para las fresas, me encanta, tan sólo él sabía hacerme sentir así, mi mejor amigo, mi hermano, le pregunté si había hablado con Noe y me dijo que sí y que habían quedado a cenar para lo que surja, me tiré encima de él a abrazarle, me sentó muy bien que me dijera eso, me levanté cogí el bol con el chocolate y se lo ofrecí mirándole y levantando las cejas, me dijo que sí con la cabeza cogí las fresas y me senté con él, entre risas y juegos cosquillas y cariños de hermano, me tumbé en sus piernas viendo “Pearl Harbor” y me quedé dormida ahí y él se tumbó a mi lado y yo en su pecho, estaba muy tranquila dormí muy bien abrazada a él esa noche.

Por la mañana, demasiado temprano, apareció una sorpresa muy impactante…

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⏰ Última actualización: Jul 31, 2014 ⏰

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