music room - minsung

하나

Eran cerca de las 4 de la madrugada cuando Jisung sintió una mano tirar de su cabello obligandolo a levantar el rostro y dejar a la vista su ojo izquierdo morado junto a su nariz y labio llenos de sangre.

—¿Cuántas veces te dije que no debes trabarme la puerta de tu habitación? —Jisung tragó en seco, el solo quería proteger a su hermano menor que estaba encerrado en el armario—.

El infante apretaba con fuerza el peluche que su hermano mayor le había regalado hacía unos meses en las vacaciones, trataba de no hacer ruido con su llanto.

—Ahora dime ¿Dónde está el mocoso? —Jisung abrió los ojos por primera vez desde que su padre le había comenzado a pegar—.

—Esta en la casa de la abuela —Mintió sabía que si seguía mintiendo para proteger al menos le costaría la vida—. Lo mandaste allí ya que no lo querías ver, volverá el lunes.

—Oh... —El hombre soltó a Jisung logrando que este golpeé contra el suelo—. No puedes dormir, no hasta que te vayas al colegio.

Jisung asintió y vio como su padre salía de su habitación y se dirigía a la cocina sentándose en la mesa y tomando otra botella de cerveza, miro al armario y pudo ver por un agujerito de este el ojo de su hermano. Suspiró y sonrió para si mismo, había logrado protegerlo de nuevo y solo debía esperar hasta el lunes, tal vez lograría que los moretones y los cortes en el pequeño cuerpo del niño desaparecieran para ese maldito día; después de todo, era jueves.
El rubio se levantó luego de unos minutos, tomó la ropa del suelo y la dejó sobre la cama, acomodó las mesas que había usado para trabar la puerta y las dejo en su lugar. Se colocó el uniforme del colegio y verificó la hora 04:30 a.m. en punto, caminó hasta el armario y abrió levemente la puerta de este viendo a su hermanito dormido con rastros de lágrimas en sus cachetes y su peluche abrazándolo fuertemente, cerró la puerta y tomó aire. Agarró su mochila y haciendo espacio entre sus libros agarró la ropa del jardín de su hermano junto a su desayuno y almuerzo, cuando cerró la puerta de la heladera miro a su padre dormido en el comedor. Aprovechó y tomó dinero de la mesa de la entrada y caminó hasta su habitación con velocidad, abrió el armario y despertó al niño.

— Kim, Kimi vamos despierta —el nombrado abrió sus ojitos y miro a Jisung asustado, levantó sus brazitos y el mayor lo alzó, se alegró al ver que este ya tenía sus zapatitos puestos—. No puedes hacer ruido ¿Si?

El niño asintió y se aferró con fuerza a Jisung, pasaron suavemente por al lado de su padre completamente dormido, tomaron sus abrigos, llaves y salieron rápido del departamento.

¿Qué casualidad sería que justo en esa noche y ante esa escena abría un joven con insomnio, afuera de su departamento viendo todos los movimientos que los Han hacían?