"No lo olvides, ¡seremos las mejores!..."
Aquel recuerdo retumbaba dentro de las cuatro paredes del cuarto mientras que la chica de ojos bicolores estaba acostada en el suelo de su habitación. No podía moverse, si lo hacía podría lastimarse aún más de lo que en algún momento ya lo había hecho, pero para ser sinceros, no quería moverse de aquel lugar.
Los pasos rápidos de su hermana y su padre subiendo hasta su habitación rompieron la atmósfera del momento. Solo dirigió su vista a la puerta para ver como el pelirrojo de su padre y la azabachada de su hermana entraban lo más rápido posible.
- ¿Pero que fue lo que pasó? - aquel peculiar acento de su padre, se notaba aún más cuando se ponía nervioso o se enojaba.
- Creo que solo fue un tornillo que no puse bien - pasó su mano por su rostro con frustración; odiaba cuando cosas así pasaban.
Estefanía y su padre solo tuvieron que intercambiar miradas para saber que hacer. Después de tomar algunas herramientas comenzaron a soltar cada uno de los tornillos que mantenía la prótesis con un agarre firme a lo que quedaba de la pierna derecha de la chica.
- Hey~ Alegría, adivina quién está en la casa - dijo Estefanía con un tono burlón mientras que le pasaba a su padre una especie de pinzas.
- ¡¿YA LLEGARON?! - exclamó mientras que se sentaba en el suelo casi gritandole a su padre en la cara.
- Justo acaban de llegar - respondió su padre limpiando su oído derecho para recuperar la audición en este.
- Dime hermanita, ¿Por qué tan emocionada? - como siempre nuestra querida Esperanza solo buscaba molestar.
- Porque al fin te van a llevar a la perrera - al terminar de decir esto le enseñó la lengua como siempre solía hacer cuando peleaban.
Karlsheinz, a pesar de ser un hombre grande de grandes músculos, no podía evitar doblegarse y mostrar su lado más blando cuando se trataba de sus hijas, así que cuando la prótesis estuvo por fin suelta la retiró con cuidado ganándose un quejido de dolor por parte de (T/N) y un aguante de respiración de Estefanía.
Cuando Karlsheinz quitó la prótesis de su hija pudo ver un corte por haberse puesto mal aquella pieza que le ayudaba a caminar y cumplir con sus deberes.
- Debiste haber tenido más cuidado, ¿Se la puso sola? - preguntó esto último a su segunda hija quien sin pedírselo ya había traído un pequeño botiquín de primeros auxilios.
- Lleva toda la semana poniéndosela sola - confesó la de ojos lila.
- (T/N) - solo bastó que su padre pronunciará su nombre mientras que comenzaba a curar la herida para que la chica comenzará a recitar una extensa carta de disculpa.
(•••)
- Gracias a Dios su recuperación no fue lenta - Karol la madre de las trillizas prosiguió con la plática con aquellos héroes.
Después de un rato en el que aquel grupo de hombres se dispuso a hablar de la manera más amena posible con la recién retirada Señora Karlsheinz, la figura de aquel hombre pelirrojo entró al lugar seguido de sus hijas.
- Disculpen la demora, tuvimos un pequeño percance - carraspeó un poco cuando detrás de él apareció la hija mayor caminando con el apoyo de un par de muletas.
El corazón de Hizashi Yamada y Aizawa Shouta dejaron de funcionar cuando vieron por primera vez aquel dichoso muñón que queda después de extirpar algún miembro, Este se encontraba vendado por el corte (pero más por el dramatismo de Karlsheinz).
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Mi Héroe Favorito [BNHA] //Aizawa Shouta//
Teen FictionLos recuerdos de la admiración por su héroe favorito se convirtieron en amor al encontrarse con el una vez más. Las ilusiones inalcanzables de un amor prohibido alimentaba lentamente la flama de la pasión que crecía cada vez más y más. ~~~~~~~~~~ ...