Capítulo 10

2.3K 211 15
                                    

-Eso no es verdad.

-Sabes que sí.

-¿Eres siempre tan engreído? No entiendo cómo puedes estar tan seguro de ti mismo, afirmando que voy a enamorarme de ti.

-No podrás evitarlo -se encogió de hombros, como a quien no le queda otra opción que decir la cruda verdad.

-Claro que si -lo empujé para zafar de sus brazos, pero no se movió. En cambio, tomó con una mano mi barbilla y volvió a besarme. Dejé escapar un gemido y tiré de su cabello con fuerza, siguiendo su beso.

-Ni siquiera puedes dejar de besarme -dijo burlonamente.

-Una cosa es que quiera hacerte cosas, y otra cosa es que vaya a enamorarme de ti. No eres mi tipo -le dije, empujándolo nuevamente y acomodándome la ropa.

-"Hacerme cosas" -lanzó una sonora carcajada- Sigue hablando... estoy interesado.

-Cállate. Ya lo arruinaste -caminé hacia la entrada del local arreglándome el cabello, y sentí sus pasos correr detrás mío. Acercó su boca a mi oído y me susurró, estremeciéndome.

-¿Sabes? Yo también quiero hacerte cosas.

-Lo se.

-¿Lo sabes tan bien como como yo sé que vas a enamorarte de mí?

Me di vuelta, fulminándolo con la mirada.

-No voy a enamorarme de ti, y créeme que estás haciendo todo lo posible para que eso nunca suceda.

-No lo creo.

-Créelo -empujé la puerta de vidrio y salí a la calle. El sol bañaba por completo el día. Me puse las gafas de sol y James se paró junto a mí, poniéndose las suyas. Estiró su mano y recorrió con el dedo índice la línea de mi cuello. Cerré mis ojos y agradecí que, detrás de los lentes ahumados, él no podía verlos.

-Esta noche unos amigos tocan en un pub. ¿Quieres venir?

-No puedo.

Se acercó hasta mi boca con la suya, y entreabrió los labios. Pasó suavemente la lengua por los míos, apenas tocándolos.

-Daremos un paso a la vez, y veremos que pasa. Nada más -susurró.

Resoplé.  

-No me conoces ¿Cómo puedes estar tan seguro de que podrías enamorarte de mí? -le contesté.

-Porque lo se -me dijo en voz muy baja. Se separó de mí y comenzó a caminar hacia atrás -¡Nos vemos esta noche! -dijo con una amplia sonrisa antes de girar y desaparecer rápidamente entre la gente.

-¡No me esperes! -le grité mientas se alejaba.

Me coloqué los auriculares y caminé sin poder contener la sonrisa en mis labios y mis pensamientos que trataban de convencerme a mí misma. Sí, me gustaba. ¿Qué había de malo en eso? No iba a ser tan irresponsable de lanzarme a enamorarme alocadamente de él. Yo controlaba eso. No era una quinceañera, ¡por favor! Podía manejarme bien, lo había hecho durante todo este tiempo. Relaciones relajadas, donde yo tenía el control. Yo decía cuándo, cómo y dónde. Y en este caso no tenía por qué ser diferente.

Sí, quizás me sentía más nerviosa de lo habitual, podía ser.

Sí, quizás me gustaba un poco más de lo que me habían gustado otros hombres... podía ser.

Sí, quizás me estremecía tan sólo al mirarlo...

Pero atribuí todos esos síntomas a que era extremadamente atractivo, y yo estaba acostumbrada a salir con otro tipo de hombre. Sacudí la cabeza y me repetí que simplemente era una cara bonita, que no teníamos prácticamente nada en común y que no iba a enamorarme de él, y me obligué a no pensar más.

Dos corazones en guardiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora